CONOCIENDO ALBACETE | El Depósito del Sol

De almacenar agua a albergar conocimiento

El Depósito del Sol, situado en el barrio de Carretas, es una de las construcciones más emblemáticas de Albacete. Un antiguo depósito que se construyó con la intención de abastecer la ciudad de agua potable, y que el paso del tiempo lo convirtió en una biblioteca con detalles llamativos.

Una construcción que tuvo vital importancia en la historia de Albacete, y en la calidad de vida de los vecinos de la ciudad con la llegada del agua potable. A finales de 1910 se dio la necesidad de aumentar la capacidad del depósito que ya estaba instaurado en el antiguo Pozo de la Nieve, situado en el Alto de la Villa, actualmente Villacerrada.

Depósito del Sol / Foto: Miguel Ángel Romero

De la mano de la guía turística de Albacete, Amelia González, nos adentramos en este singular edificio de Albacete, que ha pasado de albergar agua a almacenar conocimiento entre los miles de libros.

El Depósito del Sol de Albacete

El Depósito del Sol llegó a Albacete por “la necesidad de organizar una red de distribución y de disponer de depósitos en los que almacenar el agua para abastecer a la ciudad”, tal y como señala la guía de Albacete, Amelia González, que explica que “estos depósitos se ubicaron en las zonas más altas de la ciudad, como el Alto de la Villa, sobre el antiguo Pozo de Nieve, donde se construyó uno nuevo con más capacidad en 1922”.

Depósito del Sol / Foto: Miguel Ángel Romero

El primer proyecto del Depósito del Sol se vislumbra en “1919, aunque no llegó hasta 1921, cuando se empezó a edificar”, señala. Un interesante proyecto que llegó primero de la mano de “Daniel Rubio, aunque finalmente fueron Julio Carrilero y Manuel Muñoz quienes lo llevaron a cabo, junto con el ingeniero Eduardo Gallego”, apunta.

Depósito del Sol / Foto: Miguel Ángel Romero

Diseñado por Carrilero y Muñoz

En cuanto al proyecto, en un primer momento, Daniel Rubio propuso una edificación que contaba con “24 metros de diámetro y apenas 4 ó 5 metros de altura”, señala González, que añade que finalmente fueron “Carrilero y Muñoz quienes lo diseñaron, con unas características diferentes”. En un principio, fue “el ingeniero quien se encargó del diseño, y los arquitectos quienes lo decoraron”, explica, y manifiesta que “este depósito es mucho más equilibrado, más bello estéticamente hablando, ya que se trata de un cilindro de 13 metros de altura y 15 de diámetro, por lo que sus proporciones están más equilibradas”.

Depósito del Sol / Foto: Miguel Ángel Romero

En lo relacionado a su ubicación, se decantaron por la zona de Carretas, ya que se trataba de unos de los tres puntos más altos de Albacete. “Al barrio de Carretas siempre se le ha relacionado con el origen de la ciudad, ya que es muy probable que allí se edificasen las primeras casas de Albacete”, indica Amelia González, que detalla que en este lugar “se encontraba una pequeña fortaleza para vigilar los caminos que procedían de Murcia, Alicante y Valencia, ya que era uno de los puntos más altos”. Con el tiempo y con los años, esta zona de desarrolló dando lugar a lo que hoy conocemos como el barrio de Carretas. Además, tanto Carretas como Villacerrada “se encontraban en alto, mientras que en el centro quedaba una especie de valle, que contaba con menos altura, en el que a veces se producían inundaciones”.

Depósito del Sol / Foto: Miguel Ángel Romero

Una segunda oportunidad: De depósito de agua a biblioteca

Con el tiempo y el desarrollo del plan de abastecimiento de la ciudad, el Depósito del Sol “terminó por quedarse obsoleto, aunque el tiempo que estuvo en funcionamiento fue de vital importancia”, asegura la guía de Albacete, que recuerda que “el edificio estaba condenado a la desaparición y no estaba en buen estado, hasta que en los 2000 decidieron darle una segunda oportunidad”.

Depósito del Sol / Foto: Miguel Ángel Romero

Una oportunidad que llegó como biblioteca, y que se ha convertido en una de las más singulares de Albacete, ya que se encuentra dentro de un antiguo depósito de agua. “Siempre se ha dicho que pasó de almacenar agua a almacenar conocimiento”, destaca. En el año 2000 finalmente “se inauguró la Biblioteca del Depósito del Sol, salvando a este edificio que estaba a punto de derribarse, convirtiéndose en uno de los edificios más icónicos de la ciudad”, manifiesta la guía de Albacete, que explica que “se recuperó con un nuevo uso del que ahora disfruta la ciudadanía, aprovechando un espacio emblemático”.

Depósito del Sol / Foto: Miguel Ángel Romero

“De almacenar agua a albergar conocimiento”

En cuanto a la decoración del edificio destacan “una serie de franjas decorada que parece que sujetan ese ribete de la parte superior, compuesta por pequeños detalles con motivos vegetales”, y señala que “cuenta con un tejado que llama la atención”. Además, explica que al depósito se sumó “una construcción anexa, que también forma parte en la biblioteca, y una especie de cúpula coronando la construcción, en la que se pueden observar detalles en azul y amarillo”.

Depósito del Sol / Foto: Miguel Ángel Romero

Cabe destacar que una de las particularidades que más interés despierta en este edificio se atesora en su interior, concretamente en la sala de lectura. “Se trata de una especie de linterna que hace muy llamativa la zona, y que cae justo en esta sala, lo cual da una luz muy bonita y genera mucho interés”, asegura Amelia González.

Depósito del Sol / Foto: Miguel Ángel Romero

De esta manera, el edificio ha visto un enorme cambio en lo relacionado a su utilidad, del que ahora pueden disfrutar los albaceteños, que leen y estudian dentro de un antiguo depósito de agua, que nació con la finalidad de llevar a la ciudad algo tan básico como el agua potable.

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// Fotos: Miguel Ángel Romero //

Noelia López

Natural de Albacete, Graduada en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández. Experiencia en medios de comunicación como VIsión6, Es Radio y Telemadrid
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