CONOCIENDO ALBACETE | La Casa Cabot

Analizamos uno de los edificios más característicos del centro de Albacete

Desde El Digital de Albacete continuamos descubriendo importantes rincones de la ciudad, muchos de ellos, siguen con vida a pesar del paso del tiempo, y muchos otros, han quedado inhabitados, pero representan una parte de la historia de Albacete y del patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad.

De la mano de Amelia González, guía turística oficial, presidenta de la Asociación Provincial de Guías e Informadores Turísticos de Albacete (AGITUR)  y miembro de la asociación Provincial de Guías de Turismo de Albacete, desvelamos curiosidades y analizamos la arquitectura de uno de los edificios más simbólicos de Albacete. Uno de esos inmuebles en los que merece la pena mirar hacia arriba para contemplar cada detalle de la fachada, rematada con su característica cúpula azul, que corona el centro de la ciudad albaceteña.

Uno de los grandes edificios destacados de Albacete está situado en la esquina entre las calles Mayor y Marqués de Molins en pleno corazón de la capital albaceteña. Se trata de la Casa Cabot, una de estas construcciones que engrandece la ciudad y corona Albacete con su gran cúpula. En muchas ocasiones, los albaceteños hemos pensado que si miramos hacia arriba en algunos puntos de la ciudad, parece que estemos en plena Gran Vía madrileña, y este edificio con su cúpula con tejas azules es posible que sea uno de los culpables. 

Casa Cabot / Imagen de archivo

Desde 2019 la Casa Cabot está declarada como Bien de Interés Patrimonial, y no es para menos, ya que lleva desde principios de siglo XX siendo uno de los símbolos arquitectónicos más representativos de Albacete. Además del patrimonio arquitectónico, son muchas las curiosidades que guarda esta construcción, gracias a su abundante decoración, especialmente en la fachada. Un edificio que hace la calle Ancha, menos ancha, por sus características.

Los Cabot

El inmueble fue encargado por José Cabot Jubany y construido por Miguel Ortiz. La familia Cabot Jubany procedía de Barcelona, y tuvieron varios hijos fruto de su matrimonio. Entre ellos, José, quien fue alcalde de Albacete por un corto período de tiempo, tan solo unos meses desde que “tomó posesión el 1 de enero de 1910 hasta el 23 de marzo de 1910, cuando se presentó el cese de su cargo, según indican los datos del Ayuntamiento de Albacete”, tal y como explica la guía turística Amelia González a El Digital de Albacete.

Casa Cabot / Imagen de archivo

La Casa Cabot, Bien de Interés Patrimonial en Albacete

En 1921 José Cabot encargó la construcción del edificio al arquitecto Miguel Ortiz, pero “se demoró un par de años”, como apunta la guía albaceteña. Debido a su majestuosidad y grandeza, este edificio, que se encuentra en la Calle Mayor de Albacete, haciendo esquina con Marqués de Molins, “contribuye a que la calle Ancha, sea menos ancha, debido a su estatura colosal, como decía la arquitecta Elia Gutiérrez Mozo”, explica la guía turística de Albacete, Amelia González, que indica que el inmueble “ocupa más de la mitad de la calle”.

Casa Cabot / Imagen de archivo

En cuanto al estilo arquitectónico, el edificio se encuentra entre dos estilos diferenciados, pero que se fusionan en la construcción, por lo que “se trata de un edificio modernista, pero con inspiración barroca”, tal y como matiza la experta albaceteña, que destaca su fachada “llena de decoración”. En lo relacionado a las fachadas, saltan a la vista sus detalles, sin apenas dejar un segundo de descanso a la vista entre un elemento y otro. “Es la exuberancia decorativa propia del barroco, con elementos modernistas como cornisas, pilastras, capiteles y balcones”, puntualiza González, que señala que esta línea arquitectónica “va formando una serie de entrantes y salientes, jugando con la luz y haciendo un elemento rítmico en la fachada”.

Volúmenes y exuberancia

Como curiosidad, Amelia González, presidenta de AGITUR, apunta que la fachada es “como un sistema o una sucesión de los tramos del exterior de la misma. Como si se tratase de una serie”, y añade que “si miramos al edificio desde la calle Concepción, desde uno de los extremos podemos ver la primera parte de la fachada en el bajo, con el balcón encima y diferentes edificios”. A esta zona le sucede “otra enmedio, que sería la parte del mirador, hacia fuera, que se encuentra casi en la última planta”, puntualiza la guía de Albacete, que manifiesta que “también encontramos balcones en la primera planta, separados por columnas y una zona que coincide justo con la esquina, que está redondeada adaptándose a las líneas”. Sobre esta zona, González explica que “se repite el mismo esquema, pero ajustado a la forma curva de la fachada. El arquitecto lo que va haciendo es ajustar los elementos a la esquina”.

Casa Cabot / Imagen de archivo

De esta forma, los volúmenes y la combinación exuberante de elementos en la fachada “van marcando el ritmo”, tal y como matiza Amelia González a El Digital de Albacete. Independientemente de las curiosidades que presenta la fachada exterior de este edificio, declarado Bien de Interés Patrimonial recientemente, “no quita que el centro de la fachada sea el mirador, sacado hacia afuera, y coronado con la estatua de los niños”, como explica la guía. En definitiva, esta fachada habla por sí sola, y viene a decir que “a su arquitecto, Miguel Ortiz, no le gustaba repetirse”, como manifiesta Amelia González, que indica que “aunque marca algunas zonas, en cuanto miramos hacia arriba podemos apreciar esa superposición constante de los arcos o la forma de rematar los dinteles y vemos que no se repiten estructuras”.

‘Los Niños de la Bola’

En el último de los niveles y con “una balaustrada, tiene dos elementos predominantes”, manifiesta Amelia González. Estos elementos serían clave en la construcción del edificio, ya que son los que más llaman la atención entre toda la decoración. Por una parte, “la zona central de la calle Ancha, que sería donde está la escultura de ‘Los niños de la Bola’, vemos como tres pequeños niños sostienen el mundo como pequeños atlas”, desvela la guía turística de Albacete, que destaca que, por otra parte, también es importante “el chaflán que hace que el edificio se curve y se corona con una gran cúpula con tejas azules con elementos destacados”. 

Casa Cabot / Imagen de archivo

Entre los elementos de la cúpula, destaca “una especie de medallón con las iniciales JC, que corresponden a José Cabot, quien encargó el inmueble”, matiza la experta, que señala que justo delante de las iniciales, se encuentra un ‘grifo’, un animal mitológico, “que tiene la misión de proteger y custodiar todo el edificio. Podemos decir que es un escudo a modo de protección”, tal y como manifiesta la albaceteña Amelia González a El Digital de Albacete.

En el caso del grupo escultórico de ‘Los niños de la Bola’, que coronan el edificio, también se pueden observar “unas gárgolas, que se encuentran protegiendo a los niños, con la misma intención de proteger el edificio”, asegura González. De estas esculturas, concretamente de las gárgolas, también existe la teoría de que estén coronando el edificio para ahuyentar los malos espíritus.

Escultura / Imagen de archivo

En conjunto, se puede decir que el edificio tiene partes “muy marcadas, como la zona del bajo a la zona principal, luego la parte del primer al tercer piso, marcada por los balcones”, manifiesta Amelia González. Por último, cabe destacar “el cuarto piso, que funciona a modo de ático, aunque no lo es”, tal y como matiza la guía turística albaceteña. Como curiosidad, Amelia González explica que justo en la parte baja de este edificio estuvo la sede de la “Compañía Telefónica de España, hace años”.

La Casa Cabot, declarada como Bien de Interés Patrimonial, es uno de los edificios albaceteños más representativos de la calle Ancha, lleno de detalles arquitectónicos, que corona el centro de Albacete con su gran cúpula azul.

Noelia López

Natural de Albacete, Graduada en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández. Experiencia en medios de comunicación como VIsión6, Es Radio y Telemadrid
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