En el centro de Albacete se pueden encontrar diferentes edificios característicos, ya sea por la singularidad de su fachada o por su especial historia. Siguiendo con los reportajes de los edificios más emblemáticos que hay en Albacete, El Digital de Albacete pone nombre a dos obras arquitectónicas desconocidas para muchos de los albaceteños.
n esta ocasión, los albaceteños conocerán un poco más sobre dos edificios ubicados en la calle Marqués de Molins, el edificio ‘Ángel Buendía’ y la ‘Casa de Alberto Sanz’. Puede que con estos dos nombres muchos vecinos no sepan de qué obras arquitectónicas estamos hablando, pero seguro que han pasado cientos de veces por esta calle del corazón de Albacete y se han fijado en sus peculiares características. Para conocer todo sobre estos edificios, El Digital de Albacete se ha puesto en contacto con Amelia González Mena, guía turística oficial de Albacete, presidenta de la Asociación Provincial de Guías e Informadores Turísticos de Albacete (AGITUR) y miembro de la Asociación de Guías Oficiales de Turismo de Castilla-La Mancha (APIT CLM).
El EDIFICIO DE ÁNGEL BUENDÍA
Según explica Amelia, la casa data del año 1919-1920, y es una obra de Julio Carrilero. En aquella época, algunas familias o los empresarios importantes querían tener su casa en lo que se estaba convirtiendo en la calle principal, por lo que estos edificios eran de particulares. Durante esos años se estaba terminando un proyecto para ensanchar la calle porque era mucho más estrecha, se trataba del cauce del río Piojo. Se piensa que de ahí puede venir que se le denomine ‘calle Ancha’.
En concreto, esta casa se encuentra muy cerca del Gran Hotel y tiene una curiosa fachada con un característico esgrafiado. Se denomina edificio Buendía, porque se realizó para Ángel Buendía, era una casa particular. “La fachada es muy curiosa y diferente a cualquier otro edificio que se pueda ver en Albacete, porque se trata de una fachada de inspiración levantina”, explica esta guía.
Además de la fachada, es curioso el plano de la vivienda, según cuenta Amelia. “El dueño se quedó con un solar muy raro, lo que se ve detrás de la fachada no era un espacio recto. La casa se va metiendo hacia la izquierda y luego hay como una unión con otro trozo de solar que está más a la izquierda. Es una casa super curiosa, yo la llamo la ‘casa pasillo’ porque llega a la calle de detrás, la calle Gaona, y atravesaría toda la manzana”. La guía explica que esto se puede notar cuando entras a la librería que está abajo, “no vas recto, te vas yendo hacia la izquierda y también hay un punto al fondo en el que sigues metiéndote hacia la izquierda. La forma de los edificios era bastante peculiar, ya que “muchos compradores se quedaban con huecos muy pequeños en edificios ya construidos o en proceso de realización porque eran más económicos”. Además destaca que “es uno de los primeros proyectos de Julio Carrilero, aunque firmó los planos no firmó la obra porque él era muy joven”.
Se sabe que había una casa con un negocio por una fotografía antigua, con el paso del tiempo los usos cambiaron, pero el bajo se siguió utilizando para diferentes negocios. “En el proyecto original se pudo ver que también estaba prensado crear una especie de templete o cúpula en el lado de la puerta que no se llegó a realizar. En muchas ocasiones, del proyecto a la realización final había cambios de por medio, cambios económicos, cambios de gustos, o que el cliente no dispone de tanto dinero y pide quitar algo en el último momento, y así se quedó la balaustrada que hay ahora. También llama mucho la atención que la puerta no esta en el centro, esto era una solución muy frecuente a la hora de colocar escaleras”, explica Amelia.
Un rincón para los fanáticos del cine fantástico
En la parte de abajo del edificio, donde está la marquesina roja pintada, hubo, durante un tiempo, un espacio dedicado a los fanáticos del cine fantástico. “Puede que más de uno recuerde que llevaron allí merchandising de ‘El señor de los anillos’, después adoptaron más del mundo de Marvel y este tipo de películas. En su día tenían el anillo de ‘El señor de los anillos’, la espada de Frodo o los pendientes de Arwen. Era el portal de la casa, entrabas y a la izquierda había un minúsculo hueco a la izquierda”, explica Amelia. Esta guía cuenta que ella misma se compró los pendientes de Arwen en esta tienda cuando salieron estas películas.
LA CASA DE ALBERTO SANZ
La Casa de Alberto Sanz se encuentra junto al edificio del Colegio Notarial de Castilla-La Mancha, ubicado en la calle Marqués de Molins, en Albacete. El propietario de la vivienda fue Alberto Sanz y fue obra del arquitecto Miguel Ortiz. En esta época, aquellas personalidades que se construían una vivienda en esta zona solían poner su nombre al edificio que sería su hogar. Amelia recuerda que, en la parte baja, había una tienda de paños, lo que “se conocía como una pañería”.
Como varios edificios del centro de la capital albaceteña, lo más curioso es la fachada. En este caso, la fachada de la Casa Sanz, como se conoce al edificio, “parece que está encajonada entre otras dos y es porque el dueño se quedó con un solar muy pequeño y tenía que igualar la altura de los laterales. De esta forma, la altura de la fachada tenía que subir hacia arriba, por eso parece que la hemos aplastado y se está yendo hacia arriba”.
Otra de las curiosidades que relata Amelia es que la fachada se ha mantenido. “El edificio esta rehabilitado, en la primera planta hay como tres balconcitos, y por dentro han cambiado cosas, pero la fachada se ha conservado. En la ventana de en medio no había balcón, es una forja que le han puesto delante, no hay sitio para asomarse, resultó extraño ese hueco ahí. Después, lo solventaron poniéndole esa forja que se puede ver ahora e hicieron un balcón, pero se nota que es un añadido posterior”.
Según relata Amelia, en la primera planta, justo el piso que se encuentra encima de la tienda, no era la planta principal de la vivienda. “Donde vivían los señores era en la segunda planta, la que tiene el balcón más destacado y más grande que se puede ver desde la calle. Esto y su estrechez llama mucho la atención”, explica esta guía.
100 años de vida de la ‘Casa Sanz’
Amelia cuenta que el pasado 2022, este edificio cumplió 100 años de vida en el corazón de Albacete, ya que data de 1922. Durante varios meses, los balcones de la ‘Casa Sanz’ lucían una lona para conmemorar el centenario de este edificio.
Según explica esta guía, el edificio Sanz sí está en uso, mientras que la parte de arriba del edificio Buendía hace tiempo que no. Amelia espera que se le pueda dar una segunda vida y que no acabe tan deteriorado como ha ocurrido con otros ubicados en esta zona.
/Fotos: Miguel Ángel Romero/