El centro de Albacete guarda auténticas reliquias arquitectónicas. En diferentes calles de la capital albaceteña se pueden encontrar fachadas muy curiosas con detalles especialmente minuciosos. En la conocida como calle Ancha de Albacete se pueden contemplar varios edificios con fachadas espectaculares de las que pueden disfrutar los albaceteños cada día. Estos edificios son en su mayoría de estilo Modernista y dan un aire muy señorial al centro de Albacete.
Siguiendo con los reportajes de los edificios más emblemáticos de la capital albaceteña, El Digital de Albacete dará a conocer algunas de las curiosidades que esconden dos edificios ubicados en la calle Tesifonte Gallego, el Val General y el Edificio Verona. Para saberlo todo acerca de estos emblemáticos edificios, El Digital de Albacete ha contactado con Amelia González Mena, guía turística oficial de Albacete, presidenta de la Asociación Provincial de Guías e Informadores Turísticos de Albacete (AGITUR) y miembro de la Asociación de Guías Oficiales de Turismo de Castilla-La Mancha (APIT CLM).
El edificio Val General
Según explica Amelia, el edificio del Val General fue obra del arquitecto Francisco Manuel Martínez Villena, quien fuera en su día arquitecto municipal. “Este edificio fue un encargo de Jacobo Serra que mandó construir viviendas de alquiler, en el año 1902, ya que se trataba de un solar bastante grande”, explica esta guía. Una de las características de los trabajos de este arquitecto es que siempre realiza las fachadas como trípticos, es decir, la fachada se divide en tres partes.
“En el Val General se puede ver muy bien la zona donde está la entrada. En la parte de arriba se pueden apreciar unos balcones grandes y las zonas laterales los balcones son más pequeños. Casi siempre intenta dar mayor énfasis a la parte central”, destaca.
En el año 1986 se abrió el centro comercial y muchos albaceteños conocen qué se hizo con esta construcción. “Se tiró lo de dentro y se mantiene la fachada. Fue el primer centro comercial que hubo en la ciudad, era urbano y cómodo, para la gente que visitaba el centro”, comenta esta guía. “Además de las tiendas, se abrieron diferentes locales de comida. Este centro comercial tiene tres entradas, por la calle Tesifonte Gallego, por la calle del tinte y por la calle Marqués de Villores”, detalla Amelia.
La fachada del edificio Val General
Se trata de un edificio Modernista, pero muy clásico, propio de la primera década del siglo XX. “Los detalles más destacados de la fachada del Val General pueden ser las piezas que sustentan los balcones, que se llaman modillones, son piezas diferentes dependiendo de las plantas que van estructurando la fachada. En la planta baja, esta pieza en la parte de la entrada es mucho más pequeña y da la sensación de que se han quedado metidos para dentro”, explica esta guía.
En esta época los edificios empezaban a ser llamativos, pero no los definía la exuberancia que se empezó a ver en la siguiente década. “Más adelante hay un boom económico, tras la Primera Guerra Mundial, y los edificios son mucho más ostentosos porque se quiere demostrar esa mayor economía”, comenta.
“El centro comercial recoge el nombre Val General, nombre que había tenido esta calle cuando se deseca el río Piojo que circulaba por lo que se conoce como calle Ancha. Antes de que se denominasen los tramos de esta vía, en los planos aparece como calle del Val General. A partir de 1911 este tramo de la calle se denominará calle Tesifonte Gallego”, detalla Amelia.
Según esta guía, la fachada del Val General es una de las más antiguas y de las que mejor se conservan de esta zona, ya que se restauró y se conservó adecuadamente. “El espacio de dentro ha cambiado muchísimo, pero se sabe que en su día cobijó a bastantes familias”, cuenta. Ahora en el centro comercial existen diferentes tiendas y locales de restauración.
Edificio Verona
El edificio Verona también se le atribuye al arquitecto Francisco Manuel Martínez Villena. La fecha exacta de esta obra arquitectónica no se conoce, pero la referencia es de los primeros años del siglo XX. “Igual que en otros trabajos de Martínez Villena, este edificio se estructura como un tríptico y termina en forma redondeada”, explica Amelia.
“Este edificio fue la vivienda particular de Don Enrique y Dña. Matilde Fernández Parras. Esta familia lo vendió en 1947 a la Falange Española y se convirtió en su sede”, detalla Amelia. Según cuenta esta guía, “durante el franquismo fue sede de la JONS, hasta que se trasladó a la calle Carcelén. Se sabe que el dictador Franco llegó a estar aquí y que el símbolo del partido falangista se mostraba en la fachada”, explica Amelia.
La fachada tiene un arco de medio punto en la puerta. Cabe destacar los detalles de las molduras que sujetan el balcón al lado del arco. Aunque su arquitectura es sencilla cuenta con bastantes detalles. Según explica esta guía, «el edificio intenta ser destacado, pero sobrio a la vez. Los balcones y ventanas están separados por vanos y cuenta con un ático en la parte superior».
“Al tratarse de una casa particular, la planta baja y la primera planta reunían las dependencias más de la familia. En los áticos, como solía pasar en estas viviendas y en estos años, eran para el servicio, ya que eran las peores zonas de la casa, más frío en invierno y más calor en verano”, destaca Amelia.
“El Edificio Verona fue una casa particular en la que ahora existen diferentes negocios, tiene unas oficinas centrales que dan acceso a las escaleras y se puede apreciar una cristalera en medio para darle luz a la casa”, comenta esta guía turística a El Digital de Albacete.
Un edificio igual en otra zona de Albacete
Amelia destaca como gran curiosidad que este edificio fue una réplica de otro que ya existía en la ciudad de Albacete. “Martínez Villena hizo un edificio prácticamente igual en la calle Feria unos años antes, pero ese no ha subsistido. El Edificio Verona parece ser una copia que se quiso hacer en la calle Tesifonte Gallego, según Elia Gutiérrez Mozo”, comenta Amelia.
“En 1976 fue adquirido por la Caja de Ahorros de Albacete y en 1986 por Juan Belmonte García, quien lo reforma en 1987, después ha habido varias reformas más, lo que explica su buena conservación, ya que ha sido un edificio usado en el tiempo”, explica Amelia.
Este edificio se ha ido restaurando con el paso de los años y en su arquitectura clásica se puede reconocer claramente la mano de Martínez Villena.
Galería del Val General
Galería del Edificio Verona
/Fotos: Miguel Ángel Romero/