El pan es uno de los productos imprescindibles en cualquier mesa, habiendo una amplia variedad. Así, en Ciudad Real es tradicional el Pan de Cruz, un pan de elaboración artesana formado por una pieza compacta y densa de trigo candeal, bregado de miga consistente y blanca, en forma de hogaza abombada, con corteza lisa, en cuya cara anterior lleva dos profundos cortes perpendiculares en forma de cruz, de la que toma su nombre.
Las características de este pan es que se obtiene y elabora a partir de una masa dura elaborada con harina candeal, además la miga con aroma intenso a cereales, ofrece un sabor agradable y ligeramente dulce, la corteza suave y crujiente en boca y sabor a cereal tostado.
La producción la realizan los hornos de panadería familiares que han pasado la receta de generación en generación, a la vez que unen tradición con modernidad.
Así, se ha premiado con el máximo galardón al pan de cruz ‘Mi niño’, de Panificadora ‘Pedro Mateos Aparicio’, de La Solana (Ciudad Real) en los premios ‘Gran Selección 2018’.
El producto amparado por la IGP Pan de Cruz de Ciudad Real, se define como el pan formado por una pieza compacta y densa, de trigo candeal, bregado, de miga consistente y blanca, en forma de hogaza abombada, con corteza lisa, en cuya cara anterior lleva dos profundos cortes perpendiculares en forma de cruz, de la que toma su nombre y en su cara posterior toma el anagrama o logo de la IGP.
Estos galardones se celebran anualmente y reconocen la excelencia en la calidad de los productos agroalimentarios manchegos en las categorías de vino, queso, aceite, miel, azafrán, jamón, berenjena, melón, ajo, cordero, pan de cruz y elaborados de caza.
