/Sandra Manzanares/
Nuestra región cuenta con una Ley pionera en la lucha contra la violencia de género y el machismo que entraba en vigor este mismo mes y que supone una normativa a la vanguardia para combatir un “terrorismo” que todavía está muy presente en nuestra sociedad, a pesar de la lucha de diferentes colectivos por su erradicación absoluta.
Una Ley que pretende “blindar” los derechos de la mujer, que reconoce el convenio de Estambul, y en la que se amplía el término de violencia de género abarcando sus diferentes manifestaciones, y también las personas que la sufren. Y es que la violencia de género se manifiesta en muchas vertientes, entre ellas, la económica, la sexual, la simbólica o la institucional, pues el agresor busca herir a su víctima de múltiples maneras, no solo físicamente.
Por ello, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha sacado a la luz la normativa más novedosa del país en este ámbito, que no es otra que la Ley por una Sociedad Libre de Violencia de Género, poniendo así de relieve que esta lacra “constituye una grave y dramática expresión de las desigualdades entre mujeres y hombres que siguen existiendo en todo el mundo”, y que hay que combatir por todos los medios posibles.
Como explica la directora del Instituto de la Mujer en Albacete, Mercedes Márquez, que se muestra orgullosa de haber participado en la elaboración de esta normativa; la nueva Ley nace con la vocación de romper barreras y obstáculos como los techos de cristal, fomentando para ello las Unidades de Igualdad y profundizando en la importancia de la educación para la prevención para contribuir a un “cambio social necesario”, decía Márquez.
Especial hincapié hace la directora del Instituto de la Mujer en la Educación, como base de la igualdad real, por lo que la Ley desarrolla dentro de esta competencia una asignatura con contenidos de igualdad, educación afectivo-sexual, prevención de la violencia y atención a la diversidad. Ley que deberá estar implementada en todos los centros educativos de la región en dos años, aunque en Albacete ya se imparte de manera experimental, no circunscribiéndose esta formación al alumnado, sino también al personal que trabaja en este área.
La Ley por una Sociedad Libre de Violencia de Género incide también en la sensibilización, para lo que existen convenios con diferentes agentes sociales y empresariales con el objetivo de concienciar a los hombres sobre esta problemática y empoderar a la mujer. Convenios puntuales y campañas estivales, ya que existe un repunte de violencia de género en Navidad, Semana Santa o verano, cuando se pasa más tiempo con las familias y pueden surgir más disputas, así como campañas fijas en redes sociales como la de la prevención de la violación en cita, que son cometidas por personas conocidas.
Víctimas de violencia
La Ley recoge, entre otros aspectos, medidas como el reconocimiento de una ayuda económica a los menores huérfanos por actos de violencia de género, que son considerados en situación de orfandad absoluta aunque el padre agresor esté vivo. La norma determina que los hijos serán considerados a todos los efectos como víctimas de violencia machista y tendrán, además de atención psicológica y jurídica, una ayuda anual de 4.000 euros. Con ello, la norma busca garantizar que la pérdida de la madre no suponga perjuicios económicos ni para los hijos ni para sus familias de acogida.
Asimismo, la Ley recoge que, en el ejercicio de la acción popular, la Junta de Comunidades pedirá la retirada de la patria potestad de los menores comunes cuando la madre sea asesinada. De igual modo, la norma permitirá también que los familiares que se queden con la custodia de los menores huérfanos por violencia de género tengan acceso preferente a la vivienda.
Una Ley que sentará precedentes en la historia de España y que se suma a otra normativa pionera de en la región, en el país y en Europa, llevada a cabo en 2001 también por gobierno socialista, en aquel caso, el de José Bono, bajo el título de Ley de Protección y Atención a Víctimas de Violencia de Género.
