La Catedral de Albacete y todos sus secretos

La Diócesis de Albacete celebra su 75 aniversario

La Catedral de San Juan de Albacete es uno de esos espacios únicos que forman parte del patrimonio cultural, histórico, religioso y arquitectónico de la ciudad y una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad. Un espacio que, además de acoger a la Virgen de Los Llanos, patrona de Diócesis de Albacete, será el templo que acoja la celebración del 75 aniversario de la misma.

Un aniversario muy especial, cuya celebración tendrá lugar el 3 de septiembre en la Catedral de Albacete con una misa a las 17:30 horas a la que están invitados todos los albaceteños para celebrar los 75 años de andadura de la Diócesis albaceteña.

Desde El Digital de Albacete, y con motivo del aniversario de la Diócesis, les ofrecemos un repaso por todas esas curiosidades que guarda la Catedral de San Juan, que hacen de este un espacio todavía más especial, donde la historia, la religión y el arte se dan la mano.

La construcción de la Catedral de Albacete, por entonces Iglesia de San Juan, data de finales del siglo XIII, cuando se comenzó a poner en marcha este proyecto que no se vio terminado hasta 1.949, ya que el templo iba siendo demolido y restaurado por el paso del tiempo y el peso de la historia. Simplemente, en su fachada, podemos observar cómo diferentes corrientes arquitectónicas conviven en un mismo espacio, símbolo del paso de los siglos. En su interior ocurre exactamente lo mismo, donde conviven diferentes estilos y numerosas curiosidades que hacen que la Catedral de Albacete tenga su sello de identidad propio.

Catedral de Albacete / Miguel Ángel Romero

De iglesia de San Juan a Catedral de Albacete

La Catedral de Albacete en un principio fue la Parroquia de San Juan Bautista, cuya actividad parroquial se mantiene en la actualidad, pero con el paso del tiempo se convirtió en la iglesia albaceteña principal. El comienzo de la construcción, sobre otra anterior, data hacia 1.515, aunque el proyecto a día de hoy no se ha completado al 100%, si tenemos en cuenta la intención original plasmada sobre el papel de los planos iniciales. Cabe destacar que hacia 1.414 ya se tenían datos de la iglesia de San Juan.

La construcción de este templo estuvo protagonizada por “grandes artesanos de la piedra, muchos de ellos venían de otras ciudades como Murcia, Valencia o Cuenca”, tal y como explica el sacerdote Diego Herrera a El Digital de Albacete. De hecho, una de las curiosidades de la Catedral reside en el cambio de color de las piedras, en el que se pueden vislumbrar cómo las diferentes ampliaciones que se han ido haciendo en la Catedral albaceteña, se han construido con diferentes materiales. “En la fachada vemos como las piedras de la cabecera del templo son más antiguas”, asegura el párroco Diego Herrera.

Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

Una de las curiosidades en el exterior de la fachada de la Catedral que se pueden apreciar desde la Plaza de la Plaza de la Virgen de Los Llanos es que el templo se empezó a construir “de la cabeza a los pies”, como manifiesta el sacerdote albaceteño. Es decir, el inicio de la construcción no fue a partir de la fachada principal que mira hacia el Museo de la Cuchillería, sino por la parte de atrás, que da a la Bajada de San Juan Evangelista. La Iglesia de San Juan de Albacete ha sufrido varias ampliaciones a lo largo de la historia. Como símbolo de ello, se puede apreciar desde el exterior el cambio de la piedra, debido a que se usaron diferentes materiales.

Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

Un trocito de Nueva York en Albacete

En cuanto a los infinitos murales pintados a mano por el artista Casimiro Escribá encontramos infinidad de detalles que, aunque pueden pasar desapercibidos en un primer momento, son una verdadera joya que dota de personalidad a la Catedral albaceteña. Así, las grandes dimensiones de los lienzos guardan un sinfín de secretos y curiosidades. Una curiosidad del artista, Casimiro Escribá, reside en estas pinturas aunó hechos históricos con la religión, por lo que entre las paredes de la Catedral de San Juan Bautista de Albacete conviven historia y religión en un mismo espacio.

En una de sus pinturas, Escribá expuso de esta manera algunas de las ciudades que había visitado como misionero. Por eso, en uno de los murales, concretamente el último de la pared derecha del templo, el artista “quiso plasmar algunos detalles para explicar cómo Cristo reina en el mundo”, tal y como explica Diego Herrera, sacerdote de la Catedral de San Juan a El Digital de Albacete. 

Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

En la parte superior de esta pintura, en un pequeño rincón a la izquierda, se pueden observar las montañas que coronan la famosa coordillera de Los Andes en Argentina. “Esto se debe a que el pintor estuvo de misionero en Argentina”, apunta Diego Herrera. De esta manera, Casimiro Escribá dejó un pequeño trocito de su experiencia en el país de los tangos. En la parte superior izquierda, se puede observar los picos nevados de Los Andes argentinos, mientras que en el centro-izquierda de la siguiente imagen, se pueden apreciar los altos rascacielos que hacen referencia a Nueva York.

Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

El Polo Norte y las Pirámides de Egipto, presentes en Albacete

Continuando en el mural y siguiendo la misma línea, se pueden ver los rascacielos característicos de la ciudad neoyorquina, donde también viajó el pintor y sacerdote. De esta peculiar forma, un trocito de Nueva York y Argentina se encuentran en la Catedral de Albacete. Pero no queda aquí, sino que también se pueden observar otras de las maravillas del mundo como el Polo Norte, representado en la parte más alta de uno de los murales de la izquierda, cercano al altar, donde el autor, Casimiro Escribá, representa esta parte de la Tierra con sus famosos iglús. Una de las siete maravillas del mundo, las Pirámides de Egipto, que cuentan con siglos de historia, también se pueden ver reflejadas en este mismo mural.

Pirámides de Egipto en la Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

Uno de los grandes atractivos del templo son sus pinturas de grandes dimensiones, que se encuentran repartidas en cada rincón de las paredes del templo, en las que se pueden observar diferentes pasajes de la Biblia, pero también acontecimientos históricos. Historia y religión conviven en las paredes de la Catedral de Albacete, dando lugar a cientos de curiosidades en cada pequeño detalle.

Polo Norte en la Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

El Taj Mahal forma parte del Patrimonio de la Humanidad y también está presente en la Catedral de Albacete. Este palacio considerado uno de los más bonitos del mundo se encuentra en la India y es una de las siete maravillas del mundo. El pintor Casimiro Escribá decidió acercar una de estas maravillas y dejarla plasmada para siempre en el templo albaceteño.

Taj Mahal en la Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

La bomba atómica, en Albacete

Lo cierto es que a lo largo y ancho de estos sobrecogedores murales también se pueden observar algunos hechos históricos. Entre ellos, destaca la representación de la catástrofe de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima y Nagasaki que conmocionó al mundo. Un hecho que ha pasado a la historia de la humanidad y que ha calado en ella, y también lo ha hecho sobre las paredes del templo albaceteño, donde ha quedado retratado para la posterioridad.

Representación de la Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

Al entrar a la Catedral de San Juan Bautista por su entrada principal, en uno de los primeros murales de la pared de la derecha, podemos encontrar este acontecimiento histórico representado en la esquina de uno de los murales. La bomba atómica se lanzó en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, en las ciudades japonesas Hiroshima y Nagasaki, quedando totalmente arrasadas debido a la potencia de este artefacto. Sin duda un hecho presente en los libros de historia, que conmocionó a la sociedad y que todos conocemos, que ha quedado retratado a miles de kilómetros de su lugar de impacto, ya que Casimiro Escribá decidió pintarlo entre los cientos de detalles de sus precisas pinceladas.

Un especial autorretrato en la Catedral de Albacete

Entre todos estos detalles, Casimiro Escribá decidió dejar un pequeño recuerdo de él mismo, como autor de la obra. Si entramos al templo por la puerta principal, en la primera pared de la izquierda, podemos encontrar un autorretrato del artista, en el que se encuentra pintando como parte de los lienzos. En este curioso autorretrato, situado en la Catedral albaceteña, se puede ver al artista “pintando la misma imagen que tiene delante”, tal y como explica Diego Herreros, párroco de la Catedral de San Juan a El Digital de Albacete.

Autorretrato / Foto: Miguel Ángel Romero

De esta manera, se puede decir que Escribá estaba haciendo “un autorretrato de esta misma obra”, como indica Diego Herreros. Una peculiaridad más de las cientos que guarda la Catedral albaceteña, en la que Escribá decidió dejar un trocito de aquellos tiempos en los que con su pincel realizó esta gran obra.

Foto: Miguel Ángel Romero

Vecinos de Ayora en las pinturas de la Catedral de Albacete

Continuando con las curiosidades de las pinturas de la Catedral de Albacete, encontramos cientos de rostros de las diferentes personas que están retratadas en las paredes. Lo cierto es que muchas de estas personas son reales, ya que el artista encargado de realizar las pinturas, Casimiro Escribá, se inspiró en paisanos de su pueblo, Ayora (Valencia), y los usó como modelos para representar algunas de estas pinturas.

Pinturas Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

De esta manera, este pueblo valenciano ha quedado reflejado en las pinturas de la Catedral albaceteña, en la que “don Casimiro utilizó a muchos de sus paisanos como modelos en las pinturas”, como explica Diego Herreros, párroco dela Catedral de San Juan a El Digital de Albacete. Por este motivo, los vecinos de este pueblo valenciano incluso se han podido reconocer con alguna que otra visita a la Catedral de San Juan para ver el retrato que Escribá dejó como legado en la ciudad.

Concretamente, este es el caso de “uno de los niños, que ya tiene muchos años, que va vestido de Primera Comunión en la pintura”, asegura el párroco Diego Herreros, que manifiesta que “este niño, que tiene alrededor de 80 años alguna vez ha venido a ver la pintura”.

Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

Representación del diablo en la Catedral de Albacete

Entre la multitud de secretos bien guardados que viven en la Catedral de Albacete, se encuentra una curiosa representación del ‘mal’, colocada estratégicamente en un singular espacio.

Una de estas pequeñas curiosidades que saltan a la vista, aunque no siempre somos capaces de ver, es la pequeña talla de la cabeza del diablo tallada en la Cátedra de Obispo. Bajo esa misma silla de madera, que ocupa el máximo responsable de la Diócesis de la provincia de Albacete, se encuentra tallada la cara del diablo. Un símbolo que hace referencia al bien y al mal, y como éste último estará siempre por debajo del bien. Una especie de metáfora, cargada de simbolismo, en la que el bien está representado en la figura del obispo.

Cara del diablo tallada en la Cátedra reservada al Obispo de Albacete

Vestigio y leyenda

En el exterior, en una de las fachadas laterales que da a la Bajada de San Juan Evangelista. En este muro exterior, a unos metros de altura sobre el suelo, se encuentra un vestigio que encarna una leyenda. Un hecho que sucedió durante el proceso de construcción de la Catedral de San Juan, que colocó sus primeros cimientos sobre 1315, aunque los datos no son exactos.

“En la fachada existe una curiosidad que pasa desapercibida”, indica el párroco de la Catedral albaceteña, Diego Herrera, a El Digital de Albacete. Y es que, en este lugar, ocurrieron unos hechos que se han transmitido a lo largo de los siglos. Según cuenta esta leyenda, “cuando estaban construyendo la Catedral trabajaba aquí un obrero musulmán”, explica Diego Herrera, sacerdote de la Catedral de San Juan, que manifiesta que “se dice que él estaba trabajando y que se cayó del andamio o este se rompió. El hombre cayó al suelo, pero se salvó y no le pasó nada”. De esta manera, “este hecho se atribuye a que la Virgen María le salvó la vida y el musulmán se convirtió”, tal y como explica Diego Herrera a El Digital de Albacete.

Foto: Miguel Ángel Romero

En recuerdo de ello, en la fachada lateral hay una piedra tallada, que además es “una de las más antiguas de la Catedral”, como indica Herrera. “Este obrero, por el hecho de haber salvado su vida talló esa Virgen en piedra”, manifiesta el párroco albaceteño.

Foto: Miguel Ángel Romero

Criptas en la Catedral de San Juan de Albacete

La Catedral de San Juan de Albacete cuenta con siglos de historia, por lo que el paso del tiempo ha ido trazando numerosas peculiaridades en ella, guardando cientos de secretos de diferentes épocas entre sus muros. Entre ellos, la Catedral albaceteña cuenta con dos criptas en el subsuelo, que quizá pueden pasar desapercibidas a la vista de los albaceteños, ya que se encuentran cerradas y perfectamente camufladas en el suelo del templo.

Una de ellas está situada en la capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, dentro de la Catedral de San Juan Bautista. Un zona que ocupa casi todo el subsuelo de la capilla, “en un espacio similar, con casi dos metros de alto y que prácticamente es casi todo lo que es la capilla en sí”, tal y como manifiesta el párroco Diego Herreros a El Digital de Albacete.

Cripta / Foto: Miguel Ángel Romero

Diego Herreros indica una curiosidad sobre las criptas, y es que a raíz de la pandemia “se dispusieron para todas aquellas personas que quisieran enterrarse aquí”. Desde ese momento, se ofrece esta opción a los albaceteños que lo deseen y que “quieran ser enterrados en la Catedral”, tal y como señala el párroco, que añade que “hay personas que deciden enterrar aquí a sus familiares. Cada año, en el día de los difuntos se entierran las cenizas aquí”. Una opción “distinta al columbario”, como indica el párroco albaceteño.

Esta no es la única cripta que existe en la Catedral de San Juan, ya que dentro de la Capilla de la Virgen de Los Llanos, patrona de la ciudad, el templo alberga una segunda cripta. A diferencia de la cripta situada bajo el Nazareno, que es más antigua, “esta la dispusieron después de las obras, que terminaron en el año 2010”, tal y como manifiesta el párroco albaceteño, Diego Herreros, que aclara que esta cripta está preparada “para enterrar a los obispos”. De hecho, es conocida como ‘la cripta de los obispos’. En esta segunda cripta se encuentra enterrado únicamente Ireneo García Alonso, quien fue obispo de Albacete. Aquí solamente se encuentra enterrado este sacerdote ya que “Albacete es una diócesis nueva, solo ha contado con cinco obispos”, como explica el párroco de la Catedral albaceteña.

Cripta / Foto: Miguel Ángel Romero

El libro cerrado de la Catedral de Albacete

En la Catedral de Albacete hay un libro que nunca se abre y que siempre ha permanecido cerrado. Una curiosidad que se ha convertido en un atractivo más del templo albaceteño. Muchos vecinos de Albacete han buscado con la mirada en numerosas ocasiones ese libro que jamás se abre, y es que este objeto tiende a pasar desapercibido por los ojos de los albaceteños.

Altar Mayor de la Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

El libro cerrado de la Catedral San Juan Bautista “es el propio altar mayor”, tal y como confirma el párroco Diego Herreros a El Digital de Albacete, ya que cuenta con unos detalles que simulan las páginas y la encuadernación propia de un libro. Un detalle difícil de admirar, ya que además de estar curiosamente escondido, generalmente el altar se cubre cuidadosamente para misas y eventos, por lo que no queda visible.

Altar Mayor de la Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

El enigma de la lámpara

La Catedral de Albacete esconde un misterio desde tiempos inmemorables. Un enigma que ha dado y sigue dando mucho que hablar, sobre el que existen varias teorías, aunque tiene una respuesta más sencilla de lo que parece. La clave de este curioso misterio se encuentra en un elemento del techo de la Catedral de San Juan. Concretamente se trata de la lámpara de araña que lleva siglos iluminando el templo albaceteño.

Lámpara Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

Estos movimientos se deben a las corrientes de aire que se producen cuando el templo abre la puerta principal y lateral al mismo tiempo. Por este motivo, se producen corrientes de aire que dotan de movimiento a la antigua lámpara de araña que adorna el techo de la Catedral albaceteña. Este fenómeno se produce principalmente en verano, cuando las puertas de la Catedral de San Juan permanecen abiertas debido a las altas temperaturas que se registran Albacete en los meses estivales.

La réplica de la Sábana Santa de Turín en Albacete

En la Catedral de Albacete se encuentra una copia fotográfica de la Sábana Santa de Turín (Italia). La original se encuentra en la ciudad italiana, pero en la Catedral de San Juan cuentan con esta especie de fotografía donde se pueden observar los detalles de la Sábana Santa, con la que se supone que se envolvió el cuerpo sin vida de Jesucristo tras su muerte en la cruz.

Una curiosidad que se puede observar en Albacete, a más de mil kilómetros de donde se encuentra la Sábana Santa. Sobre ella, el párroco del templo albaceteño, Diego Herreros explica que “se trata de una copia fotográfica a tamaño real”, y manifiesta que “no es algo indispensable para la fe, pero ayuda a constatar que Jesús murió en la cruz y que los signos que se pueden observar concuerdan con la historia y con el Evangelio”. 

Sábana Santa Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

En cuanto a la original, “se trata de una sábana de lino, que era con lo que se envolvía a las personas de posición en la época”, señala Herreros, y añade que “en ella se pueden observar los vestigios de la Pasión”.

Quinientos años de historia de la Catedral de Albacete 

La Catedral de Albacete guarda una lista infinita de curiosidades, gracias a que ha sido testigo del paso del tiempo en la ciudad. Es el caso del rosetón que llena de luz la fachada principal de la Catedral de San Juan Bautista y que da un toque colorido a través de sus reflejos en el interior del templo.

Este rosetón tiene una historia, que no es otra que la de la propia Catedral, ya que esta pieza conmemora el quinto centenario de la construcción del templo de San Juan. La artista de Albacete, Pilar Belmonte, fue la coordinadora de este proyecto tan especial, que se instauró en la Catedral de San Juan hace unos años.

Rosetón Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

En cuanto a lo relacionado con la temática, se pueden observar diferentes símbolos religiosos, entre los que existen algunas referencias al Cuerpo y a la Sangre de Cristo, a la Trinidad o a los Apóstoles.

El rosetón cuenta con 16 lóbulos decorados con todo tipo de detalle donde conviven símbolos religiosos y composiciones abstractas. Un detalle que conmemora el inicio de la construcción de la Catedral, que se sitúa cercano a 1440 y que recuerda la larga vida del templo albaceteño que ha visto ante sus ojos cómo la ciudad ha ido cambiando con el paso de los siglos.

Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

La Catedral de San Juan de Albacete, inacabada

Los primeros datos de la construcción de la Catedral de San Juan Bautista se sitúan cerca del año 1.414, aunque se conoce que debió iniciarse sobre otra iglesia anterior alrededor de un siglo más tarde.

En los siglos de vida del templo albaceteño, son muchas las ampliaciones y reformas que se han ejecutado sobre la Catedral con la intención de finalizar el proyecto original. Una construcción que nunca llegó a poner su punto y final, si tenemos en cuenta el plano original. “En sus inicios fue una pequeña iglesia mudéjar, que se fue enriqueciendo con el paso de los años”, apunta Diego Herreros, párroco de la Catedral de San Juan Bautista de Albacete.

Catedral de Albacete / Foto: Miguel Ángel Romero

De hecho, se puede observar en la torre principal de la Catedral de Albacete, cómo la parte superior de la misma está preparada para albergar otra altura más, que nunca se llegó a construir. “La fachada está inconclusa, a la torre le faltaría un cuerpo más”, señala, y añade que además “faltarían unos arcos sobre la puerta principal y en el techo de los laterales también faltaría el embellecimiento característico del estilo neogótico”.

Así, la Diócesis de Albacete celebrará su 75 aniversario en la Catedral de San Juan de Albacete con una misa especial junto a los vecinos de la ciudad.

// Fotos: Miguel Ángel Romero //

Noelia López

Natural de Albacete, Graduada en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández. Experiencia en medios de comunicación como VIsión6, Es Radio y Telemadrid
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