Al suroeste de Albacete, en la Sierra del Segura, se encuentra Yeste, una villa que «normalmente pasa desapercibida para los turistas, pero que merece la pena descubrir», según cuenta National Geographic. Su historia es rica y variada, con una fuerte huella medieval marcada por su condición de encomienda de la Orden de Santiago, señala la publicación. Además, es «una base ideal para descubrir la gran cantidad de espacios naturales únicos que la abrazan».
Entre sus atractivos destaca la fiesta de ‘Llano Majo’, donde hasta 1.000 personas se lanzan sandías, vino y agua, usando las cáscaras como cascos improvisados, un detalle que aporta un aire surrealista, señala la revista.
La villa se identifica por dos grandes siluetas: el castillo, con la Torre del Homenaje y un patio de armas gótico diseñado por Rodrigo Manrique, y la iglesia de la Asunción, primera de estilo gótico en la comarca y considerada ‘iglesia-fortaleza’. Ambos espacios albergan museos y exposiciones que relatan la historia medieval de la localidad, y el castillo cuenta con un museo etnológico en sus antiguos calabozos.
Un bonito entorno natural
Pasear por Yeste permite descubrir también las ermitas de Santiaguico, San Bartolomé y de la Concepción; el Palacio de la Vicaría; el Ayuntamiento renacentista con su lonja porticada y escudos históricos; y el convento de los Franciscanos, con su claustro bien conservado y las inscripciones populares llamadas ‘ovillejos’.
Yeste destaca igualmente por su entorno natural. Como puerta del Parque Natural de Los Calares del Mundo y de la Sima, ofrece paisajes de ensueño, rutas senderistas, embalses como el de la Fuensanta para actividades deportivas y rincones espectaculares como el Hueco de Tus, las Juntas del Segura y la ‘Raja’ de Rivelte, «un auténtico espectáculo natural».
Con su historia, monumentos y entorno natural, Yeste se confirma como uno de los destinos más atractivos de Castilla-La Mancha, «el pueblo-fortaleza más bonito de este otoño», según cuenta la prestigiosa revista.

