Corría el mes de agosto del año pasado y, de buenas a primeras, las calles de Campollano comenzaron a llenarse de coches judicializados que, con el paso de los días y la intervención de los amigos de lo ajeno, comenzaron a convertirse en chatarra y a convertir las calles de Albacete en un improvisado desguace. La inacción durante varios meses del Ministro Bolaños, pues de él dependía poner la solución, hizo que el problema fuera a más y a más, hasta tal punto que ya daba vergüenza ver la degradación visual que generaban tales hechos en el entorno. El detonante de la situación fue el hecho de que Albacete no tuviera un depósito judicial de vehículos y que dichos coches se dejasen de almacenar en el solar cercano al cuartel de la Guardia Civil de Albacete en el que hasta entonces reposaban, pues los dueños de dicho solar expusieron que la acumulación de coches que se estaba produciendo, en un momento dado, podría llegar a generarles problemas, pues si por ejemplo, y tal y como indicaban entonces fuentes oficiales, “se hubiese generado un incendio espontáneo de cualquiera de esos vehículos, se podría haber provocado unas consecuencias que luego a ver quien era quien se tendría que hacer cargo de aquello, porque el dueño del solar, como es lógico, diría que los coches no son suyos”. Dicho solar no es otro que el de Layesa, solar que hoy, martes 21 de octubre, vuelve a estar de actualidad.

Y es que, el concejal de Urbanismo, Julián Garijo, ha anunciado que el Ayuntamiento de Albacete autorizará próximamente la construcción de nuevas viviendas en el conocido solar de “Layesa”, un espacio en desuso desde hace años situado en el barrio de Industria, entre los números 4 y 8 de la avenida de la Guardia Civil y los números 29 y 31 de la calle Padre Romano.
Garijo, acompañado por la concejala de Barrios, Llanos Navarro, y el presidente de la Asociación de Vecinos del barrio de Industria, Mateo Guzmán, explicó que el solar cuenta con 50,67 metros de fachada a la avenida de la Guardia Civil y 28,5 metros a la calle Padre Romano.

El edil detalló que el terreno está compuesto por dos parcelas de 3.720 y 722 metros cuadrados, respectivamente, que serán agrupadas en un único solar de 4.442 metros cuadrados. En la zona existen varias edificaciones industriales en estado precario que serán demolidas en las próximas semanas, una vez concluya la tramitación de la licencia de derribo, actualmente en su fase final.
Según precisó Garijo, el Consejo Rector de la Gerencia de Urbanismo, que se reunirá el miércoles 22 de octubre, abordará la aprobación del estudio de detalle correspondiente a estos terrenos. Este instrumento urbanístico, previsto en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), tiene como finalidad reordenar los volúmenes edificatorios para armonizar las alturas con los inmuebles colindantes, reducir el impacto visual de las medianeras y mejorar la integración estética del entorno, sin que ello suponga incremento de la edificabilidad ni de la densidad residencial. En este caso, la edificabilidad total será de 4.825 metros cuadrados de techo.

Garijo subrayó que el estudio de detalle contempla criterios de armonización arquitectónica y eficiencia ambiental, teniendo en cuenta factores como el soleamiento y la iluminación natural. “Los técnicos municipales han informado favorablemente la propuesta, al comprobar que en invierno se garantiza el soleamiento y en verano la sombra resulta beneficiosa”, señaló.
Una vez aprobado el estudio, se redactará el proyecto de nueva planta para un edificio de uso mayoritariamente residencial. Tras la obtención de la licencia correspondiente, se procederá a su construcción. El concejal de Urbanismo destacó que esta actuación permitirá recuperar un espacio degradado y mejorar la estética urbana del barrio, además de contribuir al aumento de la oferta de vivienda en la ciudad.
¿Y qué pasó con los coches convertidos en chatarra que degradaban las calles de Albacete por la inacción del Ministro Bolaños?
Tras desvelar El Digital de Albacete en primicia lo que estaba pasando y el motivo, las gestiones se aceleraron en las oficinas de la Subdelegación del Gobierno de España en Albacete y desde ahí dieron el salto al Ministerio correspondiente, el de Justicia en este caso, con Félix Bolaños al frente, no siendo hasta el 10 de octubre, dos meses después, cuando se le puso solución a los hechos.
Así las cosas, los coches pasaron de estar desperdigados por la ciudad convertidos en auténtica chatarra a hacerlo en un solar junto a Campollano.

En el asunto de los coches de Bolaños tomó cartas también Manuel Serrano, alcalde de Albacete, pues a fin de cuentas estos coches se habían estacionado en la vía pública y las calles son ‘propiedad’ del Ayuntamiento de Albacete, quien “envió una carta” al subdelegado del Gobierno de España en Albacete, Miguel Juan Espinosa, “informándole de esta situación y pidiéndole una solución urgente”. En dicha carta, además, Manuel Serrano pedía también “la adopción de medidas urgentes y necesarias para revertir esta situación, evitar el riesgo actual y buscar para el presente y futuro otra ubicación donde custodiar los vehículos intervenidos y puestos a disposición judicial, ya que el estado de estos coches y su alarmante deterioro están generando alarma y preocupación ciudadana”.

A dicha misiva del primer edil respondió Miguel Juan Espinosa, argumentando el subdelegado del Gobierno de España en Albacete que “el Ministerio había iniciado la tramitación de un contrato centralizado para gestionar estos activos y poder depositar los vehículos en un espacio habilitado al efecto”. Por fin, el 10 de octubre de 2024 llegó la solución. Eso sí, solución provisional, como ya pasaba con el solar de Layesa, pues la solución definitiva sólo llegará cuando el Ministerio de Justicia provea a la ciudad de Albacete de un depósito judicial de vehículos y todos los que sean intervenidos por la Guardia Civil y la Policía Nacional, pasen a custodiarse en dicho lugar hasta que los jueces lo necesiten. Mientras no haya este depósito judicial, que este tipo de vehículos vuelvan a las calles de Albacete estará pendiente de un hilo y de cualquier problema que pueda surgir con los dueños de los recintos privados por los que van pasando.