Se acaba de cumplir el décimo octavo aniversario de la desaparición de Mari Cielo Cañavate en Hellín (Albacete). Su familia, rota y sin un lugar donde llorarla pues su cuerpo no ha aparecido todavía, mantiene vivo un duelo que no termina. Ahora, su hermana Sara Lucía, a través de redes sociales, ha lanzado un desgarrador mensaje. «Un maldito decidió acabar no sólo contigo, sino con una familia entera».
Desaparecida en la provincia de Albacete el 10 de octubre de 2007
A Mari Cielo Cañavate Valverde la vieron por última vez la mañana del 10 de octubre de 2007. Tenía 36 años y dos hijos menores. Acompañó a su hermana Rosa a llevar al pequeño al colegio y le dijo que más tarde vería a su pareja, un vecino de Pozohondo (Albacete). Desde entonces, nada. Dieciocho años después, el cuerpo no ha aparecido y el caso —rodeado de indicios, contradicciones y una instrucción con sombras— permanece sin resolución judicial. Las primeras horas marcaron el devenir de todo lo que llegó después.
“Tras la decisión del Tribunal Supremo dejé de creer en la justicia”, confiesa Antonio Cañavate, padre de la desaparecida. “Lo único que deseo en esta vida es encontrar el cuerpo de mi hija y poder darle sepultura. Necesitamos saber dónde está y que mis nietos puedan llevar flores a su madre”.
Una investigación marcada por las primeras horas… que no llegaron
La desaparición activó pesquisas desde los primeros días. Testigos situaron supuestamente a Mari Cielo aquella mañana en el vehículo del entonces principal sospechoso, en Hellín (Albacete) y en la rotonda de acceso a Pozohondo (Albacete), camino de una finca vinculada a él. Dos años después, en 2009, la Policía Nacional lo detuvo y lo puso a disposición judicial por las contradicciones que, según la investigación, habría acumulado.
El caso llegó a juicio con jurado en la Audiencia Provincial de Albacete en noviembre de 2011: veredicto de culpabilidad y condena a 15 años de prisión por homicidio sin aparición del cadáver. Pero en marzo de 2012 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha revocó la sentencia al no hallar pruebas de cargo que acreditaran ni la muerte de Mari Cielo ni la autoría del acusado. En enero de 2013, el Tribunal Supremo confirmó la absolución y, además, impuso costas a la Junta de Comunidades y a la familia de la desaparecida.
Fallo crítico tras la desaparición de Mari Cielo en Hellín (Albacete)
Para Joaquín Amills, presidente de la asociación SOS Desaparecidos, el caso evidencia un fallo crítico: “fallaron las primeras horas”. Recuerda que entonces era habitual esperar 48 horas para actuar tras una denuncia; hoy, subraya, la reacción es inmediata y existen protocolos específicos —elaborados, dice, con participación de SOS Desaparecidos— que ponen el acento en la intervención temprana. En el expediente de Hellín (Albacete), añade, el grupo de homicidios de Madrid “tardó casi un año en entrar”, un retraso que habría lastrado la investigación.
Voces de una familia sostenidas en el tiempo tras la desaparición de Mari Cielo en Hellín (Albacete)
Rosa Cañavate, hermana y portavoz de la familia, rechaza “al cien por cien” que se tratara de una desaparición voluntaria y sostiene que existen indicios de violencia de género. Lamenta, además, la frialdad institucional que percibieron en los inicios y la falta de respaldo social en su propia ciudad: “Siempre nos hemos sentido solos y es muy triste siendo un pueblo grande”.
Su hermana Sara Lucía, en un mensaje reciente difundido en redes, condensó el desgarro: “Hoy hace 18 años que todavía no sabemos dónde estás, hermana mía… Un maldito decidió acabar no solo contigo, sino con una familia entera… Hermana, tu ausencia no fue casual. Hay un nombre, hay un rostro, pero aún no hay justicia. Yo no olvido, yo no me detengo”.
La familia pide algo elemental: recuperar los restos de Mari Cielo para cerrar el duelo que pesa desde hace 18 años. “Ya ni nos importaría si va a la cárcel o no”, admitía Rosa. “Lo único que nos interesa es recuperar algo de mi hermana para darle sepultura”.
En Hellín, cada aniversario vuelve a abrir la misma herida. Entre expedientes archivados, protocolos que llegaron tarde y vidas detenidas, la de Mari Cielo es la ausencia que sigue preguntando. La respuesta, de momento, continúa en silencio.
