Poca gente sabe que en la provincia de Albacete se encuentra un volcán único en toda la península ibérica. No humea ni lanza lava, pero lo que esconde es incluso más sorprendente, ya que se trata del único volcán cuya chimenea ha quedado al descubierto por la erosión.
Hablamos del Pitón Volcánico de Cancarix, un fenómeno geológico extremadamente raro que se ha convertido en una joya para senderistas y amantes la naturaleza. Es, ni más ni menos, que una ventana abierta al interior de la Tierra.
Ubicado cerca de la pedanía de Agramón, en el término municipal de Hellín, este monumento natural es mucho más que un paisaje curioso. Es una aventura para los sentidos. Desde sus afiladas paredes rocosas -hogar del majestuoso búho real y de la chova piquirroja- hasta sus laderas habitadas por reptiles y aves, este rincón ofrece una experiencia que no se puede encontrar en ningún otro punto del país.
Dos rutas
El paisaje de Cancarix parece sacado de otro mundo. En apenas tres horas de caminata, el visitante puédenla ascender hasta la cima del volcán y disfrutar de unas vistas espectaculares sobre la llanura manchega. Dos rutas perfectamente señalizadas permiten conocer de cerca los secretos de este enclave.
La primera ruta, ideal para principiantes o familias con niños, son solo 700 metros entre pinares que llevan hasta un antiguo conducto lateral del volcán, donde puédenla observarse un fenómeno geológico llamado ‘disyunción en bolas’, resultado de la lenta solidificación del magma.
La segunda, más exigente pero igual de fascinante, cuenta con 4 kilómetros en los que se recorren las laderas del cuerpo volcánico principal, atravesándoos una antigua cantera de rocas ígneas y varias paradas interpretativas donde conocer la historia eruptiva del lugar. Todo ello acompañado por un desfile de fauna local.

Un ecosistema exclusivo
La vida en Cancarix es un ejemplo de adaptación extrema. El clima semiárido y las altas temperaturas han forjado un ecosistema exclusivo, donde habitan especies difíciles de ver en otros lugares de Castilla-La Mancha.
Allí, mamíferos como el erizo, el lirón o incluso el jabalí conviven con una comunidad de aves que incluye al mochuelo, la perdiz roja o la collalba negra. En cuanto a reptiles, la culebra bastarda y la de escalera son habitantes habituales de este entorno pedregoso.
Cómo llegar (y qué llevar)
Visitar este rincón volcánico es más fácil de lo que parece. Basta con tomar la salida 75 de la A-30 (Albacete-Murcia) y seguir la carretera CM-9320 en dirección Agramón. A 1,5 kilómetros se encuentra un panel informativo que marca el inicio de la aventura.
El acceso es libre durante todo el año, aunque se recomienda evitar las horas centrales del día en verano. No hay que olvidarse de llevar ropa de campo, calzado cómodo y agua, ya que el clima es seco y las sombras escasean. La buena noticia es que, con temperaturas suaves durante todo el año, nunca hace frío.
El volcán de Cancarix no lanza fuego, pero despierta pasiones. Es uno de esos lugares que muchos vecinos de la provincia aún no conocen, y que merece ocupar un lugar destacado en el imaginario local.


