Para muchos, la Feria de Albacete es alegría, gastronomía y reencuentros. Para otros, es también un escenario de responsabilidad. Y así la vive el torero Rubén Pinar, que cada mes de septiembre se juega algo más que una faena: la vida para seguir teniendo un importante hueco en una profesión tan dura como bonita.
Nacido en Tobarra (Albacete) en 1990, Rubén Pinar no necesita presentación para la afición. Es serio, constante y un referente en su tierra. Hablamos con él para conocer cómo vive esta festividad tan esperada por todos los albaceteños.
«Me emociona muchísimo»
«La Feria de Albacete para mí significa mucho. Es la Feria de mi tierra y, con el paso del tiempo, me pesa y me responsabiliza, pero también me emociona muchísimo», confiesa.
Para el torero, esta cita anual no es solo una fecha marcada en el calendario, sino una gran oportunidad profesional. «Gracias a ella, en muchas ocasiones me han vuelto a poner en el sitio para que sigan hablando de mí y para no bajar un escalón. Así que estoy muy agradecido», explica.
Ese vínculo tan profundo hace que, aunque le gustaría vivirla como un albaceteño más, siempre la experimente desde la concentración y el compromiso. «No conozco mucho lo que es la Feria porque siempre he estado preparando la corrida, desde muy jovencito. La vivo a mi manera», señala el diestro. «Cuando llegue el momento de la retirada, me atreveré a soltarme un poquito la melena», añade.
Un día de Feria desde los toros
A diferencia de otras personas, el torero no pasea por el Recinto ni entra a las casetas. Su Feria gira en torno al ruedo. «Siempre estoy muy centrado en el día de mi corrida», afirma. Aunque también acude a algún festejo como espectador. «Lo que más me gusta es eso, y más con la afición que hay en Albacete y la importancia que tiene esta Feria».
A pesar de que su rutina es distinta, tiene su propia forma de pasarlo bien. «Intento disfrutar con el triunfo del día en que se torea. Ha habido días mejores y otros no tanto, pero sí muchos de triunfo y de grandes esfuerzos. Yo creo que esa es la mejor manera de vivir la Feria para un torero de Albacete», destaca.
Recuerdos grabados
Al mirar atrás, Rubén Pinar tiene claro que sus recuerdos más especiales están ligados al toro. «Tengo muy buenos recuerdos de tardes muy importantes, de tardes clave en mi carrera», cuenta.
Por último, cuando le pedimos que defina en pocas palabras qué hace especial a esta Feria, su respuesta es tan sencilla como rotunda: «Es única».
Para Rubén Pinar, la Feria no es solo una fiesta, es una parte esencial de su vida profesional y personal. Este año, volverá a vestirse de luces en su plaza el 17 de septiembre, compartiendo cartel con David Galván y Ginés Marín y lidiando una imponente corrida de Victorino Martín.
