Al sur de la provincia de Albacete, casi rozando los límites de Castilla-La Mancha, se encuentra un rincón que se ha convertido en el secreto mejor guardado para quienes buscan huir del calor. Se trata de Nerpio, un pequeño municipio situado en plena Sierra del Segura que ofrece noches frescas incluso en pleno mes de agosto.
Mientras gran parte de la provincia soporta temperaturas que rozan los 40 ºC durante el día, esta localidad disfruta de un microclima privilegiado. Su altitud y su ubicación entre montañas hacen que el termómetro baje con rapidez al caer el sol.
De hecho, este mismo miércoles registró una de las temperaturas más bajas de la región, con 14,8 ºC a las 7:40 horas, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Bosques frondosos
Este contraste térmico, conocido como amplitud térmica diaria, se acentúa gracias a la vegetación, los bosques de pinos y nogales y los cursos de agua que rodean el término municipal, lo que contribuye a moderar el calor diurno y a refrescar las noches.
Pero Nerpio es mucho más que un clima amable. Sus paisajes combinan montañas, cañones, barrancos y bosques que atrapan al visitante.
Además, en el terreno cultural, el pueblo esconde un tesoro milenario: el arte rupestre levantino, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, con pinturas que narran escenas de caza y figuras humanas que han resistido el paso de los siglos.
