Muchos albaceteños han prestado su nombre al callejero de la ciudad, que también ha servido para homenajear la labor de diferentes vecinos de Albacete que han destacado en diferentes áreas como la Abogacía, la Arquitectura, las Letras, o en este caso, la Medicina.
Desde El Digital de Albacete continuamos recorriendo las calles de la ciudad con nombre de albaceteños ilustres que han quedado perpetuados en el callejero, como un pequeño homenaje a sus trayectorias y aportaciones a la capital y a sus vecinos. La calle Doctor Galiacho, situada en el barrio Pedro Lamata al suroeste de la ciudad, rinde homenaje a este albaceteño. Pero, ¿quién fue Emilio López-Galiacho?
El Doctor Galiacho en Albacete
Es el caso del doctor Emilio López-Galiacho, quien destacó en Albacete e impulsó la creación del Hospital Provincial. Además, el médico estuvo destinado en la región marroquí del Rif, donde miles de españoles perdieron la vida, entre ellos, cientos de albaceteños que participaron en el conflicto. Emilio López-Galiacho, teniente médico de la Compañía Mixta de Sanidad Militar estuvo destinado en el puesto de Annual en julio de 1921, ya que López-Galiacho en aquel momento se dedicaba a la rama de la Medicina Militar.
En Melilla, fue destinado al puesto de Annual, situado en el conflicto que tuvo lugar en 1921, con el propósito de que el Ejército español tomase la Bahía de Alhucemas. López-Galiacho fue uno de los últimos en abandonar el puesto en la madrugada del 22 de julio, ante el acoso de las tropas de Abd el-Krim. El doctor se quedó de los últimos tratando de trasladar a los heridos con las mulas y atendiéndolos. Tras este dramático episodio, López-Galiacho logró sobrevivir y regresar a casa. Finalmente, abandonó el Ejército unos años más tarde y aprobó las oposiciones de Médico Nacional, lo que le trajo hasta Albacete.
Raíces en Albacete
Natural de Valladolid y criado en tierras madrileñas, el doctor finalmente echó raíces en Albacete, donde conoció a Jacinta, que acabó por convertirse en su mujer.
En Albacete fue médico en algunas zonas rurales como Valdeganga o Peñascosa, y finalmente formó parte del equipo médico del Hospital Provincial, el que llegó a dirigir. El doctor también fue conocido en Albacete como ‘el médico de los pobres’, ya que atendía a todo el mundo con independencia de su estatus social.
Con el estallido de la Guerra Civil, fue sacado de su casa pero finalmente no fue fusilado. Protegido por los propios milicianos durante el conflicto, tras la victoria franquista, el ejército le abrió un expediente precisamente por la protección por parte de las fuerzas republicanas.
Este albaceteño de adopción recibió un pequeño homenaje con esta calle de la ciudad que lleva su nombre. Además de otros como el homenaje frente al lugar en el que se encuentra enterrado en el Cementerio de Albacete, en conmemoración del centenario del desastre de Annual.
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// Fotos: Miguel Ángel Romero //
