En la mañana de este lunes se han iniciado las pruebas periciales en la cuarta de las sesiones del juicio del acusado de asesinar a María Isabel, trabajadora de la ONCE en Albacete, donde los forenses que levantaron el cadáver de la fallecida han señalado que el origen de la muerte es de “etiología indeterminada”.
Así, citados junto con la Comisión Judicial, en torno a las 6 de la tarde, en el domicilio del acusado dichos forenses han detallado que su labor dio comienzo para hacer la intervención conjunta con la unidad GOIT de Policía Nacional, que fue la encargada de derribar el muro tras el que se encontraba el cuerpo de la fallecida. “Entramos en el vivienda, vimos el muro de reciente construcción, donde en principio se pensaba que podía estar allí el cadáver de María Isabel. Como la casa era tan pequeña nosotros entrábamos y salíamos, la unidad del GOIT iba rompiendo poco a poco ese muro y conforme iban apareciendo prendas, utensilios o cualquier cosa que fuera relevante nos avisaban, entrábamos, lo veíamos y volvíamos a salir, hasta que terminaron de romper el muro y ya procedimos a sacar el cadáver para estudiarlo”, y es que señalan que “en la posición inicial en la que se encontraba no había forma de visualizarlo correctamente o de hacer el estudio”.
Antes del cadáver, se hallaron el chaleco de vendedora de la ONCE y su terminal de pago.
El fiscal ha señalado un informe que consta en las actuaciones, de 2022, en el que se explica que se realiza la toma de unas muestras para contrastar el ADN del acusado con los residuos que pudiera tener debajo de las uñas la fallecida, en concreto de la mano izquierda, y que dieron como resultado, matiza el forense, que “se coge una muestra bucal del sospechoso y se contrastaron con los residuos que pudieran haber debajo de las uñas de la fallecida. En el caso este fue negativo”, por si hubiera habido contacto entre ambos, como arañazos.
Una testifical en la que han dado los detalles del habitáculo donde se encontró el cadáver de María Isabel. “Había un tabique de mampostería enlucido con cemento, estaba hecho por capas”, han señalado los forenses. “El cadáver aparece en posición sedente con las piernas flexionadas porque el hueco era muy pequeño”, han matizado los forenses, “nosotros sacamos el cadáver, estaba cubierto por bolsas de plástico, de rigidez resuelta”, lo que permite asegurar por las declaraciones de los forenses, ha matizado el fiscal que “fue introducida inmediatamente o antes de pasar las 24 horas” y “no se movió una vez introducido en el habitáculo en función de las livideces”.
“Hicimos un primer reconocimiento en el lugar, donde no visualizamos a priori nada llamativo o con mucha sangre”, lo recogen en el sudario y lo trasladan al depósito judicial, han destacado además el avanzado estado de descomposición de la fallecida y la maceración de la piel de la misma.
Una sesión en la que además se ha hecho alusión a varios informes de autopsia -de 25 agosto, otro de 1 de septiembre y un informe definitivo de 14 junio de 2022-. Se analiza el cadáver, la ropa que llevaba puesta, resaltando los forenses los “signos de putrefacción bastante avanzados del mismo relacionados con el lugar donde apareció el cadáver”. En el examen externo del cuerpo se describen en ciertas zonas, lo que parecen lesiones, según los forenses, “zonas apergaminadas, puede hacernos pensar que ahí se hubiera producido un golpe”.
Entre las partes del cuerpo a analizar es el bloque cervical, que se envía al Instituto Nacional de Toxicología, “todo lo que es el esqueleto laríngeo, el cuello”, analizado porque se sospecha que puede haber una muerte traumática por esa zona. “No se reconocen lesiones ni en el cráneo, región torácica, no hay fracturas”, han informado los forenses.
Es en el informe definitivo de autopsia, de 14 de junio de 2022, en el que disponen del resultado de todas las muestras analizadas en los laboratorios de Madrid en el que descartan el consumo de tóxicos, “solo nos aparece de resultado alcohol en el hígado, puede estar relacionado con una producción post mortem”. Siguen sin aparecer lesiones externas que justifiquen la muerte de esta persona, “aparecen dos golpes uno en la rodilla izquierda y en el antebrazo derecho, compatible con un aplastamiento”, en todo caso han destacado los forenses que en cuanto al origen de la muerte esta es de “etiología indeterminada. Informamos a partir de las lesiones, no podemos llegar a una conclusión sobre la causa de la muerte, la hipótesis que se nos plantea en ese momento es compresión cervical porque puede no haber fracturación. Compatibles con compresión extrínseca del cuello». Así, establecen que el mecanismo de la muerte “es compatible con los hallazgos de la autopsia y las declaraciones del sospechoso”.
A preguntas de la acusación particular, detalla el abogado que el acusado ha dicho en la sesión del juicio que le dio un empujón, que cayó al suelo, la inmovilizó en la parte derecha al poner la rodilla y que después la cogió del cuello y que cesó cuando los ojos se quedaban en blanco, «¿es compatible con el informe que han hecho?». “Sí”, han contestado los forenses.
Además en la misma sesión han testificado y ratificado sus informes los peritos de los servicios de criminalística, biología, química, histopatología que analizaron en sus respectivas áreas distintas muestras que se tomaron de prendas de la víctima, sustancias debajo de las uñas, restos de sangre y biológicos, así como análisis químico toxicológico en el que “no se detectan drogas de abuso y fármacos de uso frecuente” en la víctima.
«El acusado no tiene ningún trastorno mental»
Peritos forenses han determinado tras un informe mental del acusado que “el acusado no tiene ningún trastorno mental en el momento de la exploración. Su estado es estable. Tenía una adaptación buena en su situación en el centro penitenciario. Nos cuenta que en el pasado había consumido cocaína con carácter lúdico. No refiere consumo, algún porro de hachís para dormir y alcohol con carácter lúdico, alguna cervecilla. Su conducta está encaminada a ocultar ese hecho delictivo, que él comprende que es delictivo y lo oculta para evitar las consecuencias de sus actos. Comprende la ilicitud y por eso intenta ocultar el cadáver. Actúa en función de ese conocimiento”.
Para terminar, se han podido escuchar diversas llamadas telefónicas del acusado con diferentes personas en las que decía “esto pinta mal” o “esto no tiene buena espina” y que a preguntas de la Fiscalía el propio acusado ha reconocido su voz: “Era yo. Sí”.
La magistrada presidenta del tribunal ha dicho que terminada la práctica de toda la prueba pericial mañana martes se reanudará el juicio aunque ya para el trámite de conclusiones, el momento en el que la Fiscalía, la acusación particular y la defensa exponen sus informes finales acerca de los hechos que consideren probados. Después, se redactará el objeto del veredicto, la relación de preguntas a las que debe dar respuesta el jurado popular que dictaminará la inocencia o culpabilidad del acusado.
Penas
Desde el Ministerio Fiscal, al igual que las acusaciones particulares, señalan que lo ocurrido el pasado 19 de agosto de 2021 es un caso constitutivo de un delito de asesinato, por el que piden la pena de prisión permanente revisable. El procesado está acusado también de un delito de hurto, por el que el fiscal le pide un año de prisión y se solicita que indemnice a los padres de la fallecida con 75.000 euros a cada uno y 20.000 euros más para cada uno de sus dos hermanos. Las acusaciones particulares elevan la indemnización a 150.000 euros para cada uno de sus progenitores y 50.000 euros para cada hermano.
La defensa pedía que fuera condenado por homicidio, a cuatro años de cárcel o, en caso contrario, por homicidio con dolo eventual, a diez años de prisión.
