Amante de lo extremo y de los retos el chef de Albacete, Alberto Lozano, dirige un restaurante en Svalbard, un archipiélago en mitad del Océano Glacial Ártico. El ‘Huset Restaurant’ se encuentra en el interior de un histórico edificio de esta inhóspita isla que fue construido en 1948 y desde donde el albaceteño da vida sus originales creaciones culinarias.
Este albaceteño cocina para Tom Cruise
Unas elaboraciones que han cautivado hasta al conocido actor Tom Cruise, quien en su estancia en este frío punto del Planeta Tierra visitó el restaurante que dirige Alberto Lozano. El propio chef confesaba en el programa ‘Zapeando’ que Tom Cruise “es muy afable, un tío muy normal y llano”.
Sobre la visita del actor, trasladaba el albaceteño que “se interesó mucho por nuestro edificio”, recordando que antaño “esta era la casa de los mineros y tenían un pequeño cine”. Así, explicaba que Tom Cruise “era conocedor de la historia del edificio, pasó, vio todo y se quedó a cenar”.
Restaurante con visas al Muro de ‘Juego de Tronos’
Pero además, más allá de la historia que se respira en este emblemático restaurante, desde sus ventanas se puede contemplar otras de las peculiaridades que lo hace único. Y es que los comensales del ‘Huset Restaurant’ pueden contemplar el conocido Muro de la famosa serie ‘Juego de Tronos’.
Cocina extrema con toque de Albacete
Se interesaba el presentador de ‘Zapeando’, Dani Mateo, por “¿cómo acabaste en las cocinas del restaurante de una isla del Ártico siendo de Albacete?”. Una cuestión que explicaba Lozano, indicando que “tengo un pasado en los Alpes franceses, tengo mucho arraigo a la nieve, he viajado y he estado trabajando fuera desde los 17 años y me encanta lo extremo”, reflexionando que “más extremo que esto hay poco”.
De este modo, se interesaban por las peculiaridades de cocinar en un lugar tan peculiar. Al respecto, reconocía el albaceteño que “intentamos ser sostenibles en todo lo que podemos”, pero confesaba que “tengo aceite de oliva español y hacemos un arroz ártico que, por supuesto, lleva arroz valenciano”. Sin embargo, remarcaba Alberto Lozano que “las proteínas que utilizamos en el restaurante proceden de productos locales o árticos, mientras que los vegetales intentamos que vengan de Noruega, por crear un poquito de preocupación de cara a la sostenibilidad porque aquí hace mucha falta”.
Sostenía que “tenemos un pequeño supermercado en el pueblo, pero a nivel de alta cocina no recurrimos mucho a este tipo de productos”. Por tanto, ponía de relieve que “tenemos otras muchas formas de preservar la comida como fermentaciones, salazones, o encurtidos”. Al respecto, explicaba el chef de Albacete que “en el restaurante estamos bastante orgullosos de que, por ejemplo, cuando llega la temporada de invierno el bacalao es de nuestro pescador y lo preservamos salado o congelado al vacío”.
Sobre la temporada de verano, reconocía el chef que “no es el verano de Albacete pero tenemos dos meses en los que no hay prácticamente nieve, se pone verde, salen setas y otras plantas que podemos recolectar”. Esta es también una época del año que “también aprovechamos para la caza”, añadiendo el albaceteño que “tenemos nuestros propios cazadores, pescadores y recolectores de fósiles”.
‘Atascaburras’ en el Ártico
Unas condiciones en las que el chef albaceteño ha tenido que agudizar el ingenio para dar vida a sus elaboraciones, un hecho ante el que Dani Mateo le preguntaba si se le ha pasado por la cabeza fusionar los platos más tradicionales de la cocina de Albacete como los ‘gazpachos’ o el ‘atascaburras’. “No eres el primero que me lo pregunta”, confesaba Alberto Lozano, y aseguraba que “acabaremos haciendo algún plato manchego, pero quiero salvaguardar la identidad del sitio”.
