La historia de la provincia albaceteña tiene cabida en el Museo de Albacete. Gracias al patrimonio cultural que conserva el Museo albaceteño podemos conocer y disfrutar del legado que nos han dejado nuestros antepasados así como las expresiones artísticas más recientes.
A través de las salas de exposición permanente del Museo de Albacete se ofrece la posibilidad de realizar una visita siguiendo una ordenación cronológica en el tiempo, comenzando por un valioso archivo de la arqueología provincial.
La arqueología es, según la Real Academia Española, la “Ciencia que estudia las artes, los monumentos y los objetos de la antigüedad, especialmente a través de sus restos”. Así, la arqueología es fiel reflejo de la historia de la humanidad, siendo una historia continua, una historia de aprendizajes, de seres humanos que sienten y que evolucionan.
“Las exposiciones de arqueología poco a poco las vamos renovando”, subraya la directora del Museo de Albacete, Rubí Sanz, a El Digital de Albacete porque señala que la arqueología es lo que “nos permite no solamente conocer grandes hechos históricos, sino cómo vivían, cómo pensaban, cómo trabajaban aquellas personas que nos han precedido en el espacio y en el tiempo”.
La exposición permanente del Museo está distribuida en 13 salas por las que el visitante puede recorrer libremente por cualquiera de ellas. Las nueve primeras salas se sitúan en el ala oeste del edificio, las salas 10 a la 13 se ubican en el ala este del edificio.
La sala uno está dedicada a la propia historia del Museo en la que se relata que fue abierto al público en la planta alta de la Diputación de Albacete el 22 de junio de 1927, trasladándose en 1943 a la planta baja del edificio, pasando a llamarse Museo Arqueológico Provincial. En 1967 fue trasladado al edificio anejo de la Casa de Cultura, donde permaneció hasta 1978 en que fue inaugurada la nueva sede situada en el Parque Abelardo Sánchez, obra del arquitecto Antonio Escario. El 27 de mayo de 1975 pasó a denominarse Museo de Albacete bajo la tutela del Estado, que en 1984 hizo efectivas la transferencia de gestión a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
En el desarrollo de la arqueología y el Museo de Albacete hubo dos figuras clave, Joaquín Sánchez Jiménez, su primer director entre 1927 y 1962, investigador incansable y gran protector del patrimonio albaceteño; y Samuel de los Santos Gallego quien dirigió el Museo entre 1962 y 1983.
Las restantes ocho salas están dedicadas a la arqueología de la provincia y en las que se descubren y conocen los elementos más sobresalientes de la Prehistoria a través de un recorrido por la evolución tecnológica, desde los cazadores y recolectores del Paleolítico a los agricultores y ganaderos del Neolítico hasta la Edad del Bronce; así como la cerámica y el desarrollo de la actividad metalúrgica, que sustituyó a la piedra.
También se aprecia la gran riqueza de la cultura ibérica en la provincia de Albacete gracias a objetos procedentes de poblados, necrópolis y santuarios, destacando un rico y magnífico conjunto escultórico fechado entre los siglos VI y I a.n.e.
De la antigua Roma se exhiben inscripciones conmemorativas y funerarias, esculturas, objetos de la vida cotidiana y mosaicos.
Además, para los amantes de la numismática una sala hace un recorrido por las monedas desde la griega al siglo XIX. Unas monedas que proceden de hallazgos casuales, otras han aparecido en excavaciones arqueológicas junto a cerámicas, objetos de metal… y otras procedentes de colecciones particulares.
La sala octava muestra la arqueología visigoda a través de elementos litúrgicos, enseres de las casas, y cerámicas usadas en los rituales funerarios; y la arqueología islámica está presente a través de cerámicas, arquitectura, y del excepcional ajuar califal hallado en Liétor.
El recorrido por las salas de arqueología lo cierran piezas de los siglos XIII al XVIII procedentes de intervenciones arqueológicas, así como la Cruz de término de Albacete como monumento escultórico más destacado fechado en el gótico final (último tercio del S. XV). Las cruces de término, detalla el Museo, funcionaron como hitos que indicaban las principales vías de acceso a la población y además presentaban un marcado uso devocional.
Salas de la 10 a la 13 en el Museo de Albacete
El recorrido por la historia de Albacete continúa en una pequeña sala con obras de arte realizadas entre los siglos XVI y XVIII, y manufacturas de la provincia como la cuchillería albaceteña y la loza hellinera. Cabe destacar aquí también las imágenes de culto como tallas de crucificados o bustos como el de La Dolorosa de Salzillo (depósito de la Diputación de Albacete).
Las tres últimas salas están dedicadas a exhibir obras de los siglos XIX y XX. Se muestra el retrato en el sXIX, siendo los burgueses los que mostraban su imagen como símbolo de estatus que iban desde el busto corto, el medio cuerpo, pasando por los tres cuartos hasta el cuerpo entero; ejemplo de ello es el busto del arquitecto Francisco Jareño.
Además se puede ver la colección de cuadros donada por Benjamín Palencia, que recogen la totalidad de su trayectoria artística. Las obras expuestas se articulan en torno a cinco recorridos: la inspiración en los clásicos, el Arte Nuevo, interiores, la figura humana y la renovación del paisaje.
Por último, se pueden ver lienzos, grabados y esculturas que ilustran algunos de los conceptos por los que se mueven las artes plásticas actuales: el paisajismo, el realismo, el informalismo, la abstracción, o la fotografía que ofrecen al espectador una visión global del arte contemporáneo.
Un paseo cultural, intenso y repleto de sorpresas escondidas que, en solitario o en familia, se van descubriendo por las salas del Museo de Albacete desde la Prehistoria hasta nuestros días. El horario del Museo de Albacete, ubicado en el pulmón de la ciudad, permanece abierto de martes a sábados de 10:00 a 14:00 horas y de 16:30 a 19:00 horas; domingos y festivos de 9:30 a 14:00 horas.
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