El uso de las nuevas tecnologías en la educación tras la pandemia

Hoy por hoy, la tecnología forma parte ya del ADN del sistema educativo. Tras una pandemia que ha acelerado el uso de Internet en el campo formativo, el futuro de la educación es más tecnológico que nunca. Desde la robótica y la Realidad Virtual, un cambio para el que toda institución educativa deberá prepararse. 

Una sinergia insospechada, pero lógica

Ha pasado ya mucho desde que los ordenadores irrumpieron por primera vez en el aula de la escuela. Sin embargo, aquello que parecía un privilegio reservado para algunas clases específicas es hoy tan sólo un vestigio de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación. En un primer momento, la informática —en concreto, los ordenadores— fue concebida para hacer que el ser humano pudiera augmentar la productividad en cada una de sus tareas. Y, aunque avances como Internet hayan traído también consigo una fuente inagotable de entretenimiento, la beneficiosa sinergia entre ambos estadios parece haber encontrado en la pandemia su catalizador perfecto.

No obstante, antes de abordar esta cuestión, es preciso entender qué es la tecnología y cómo puede llegar a crear una experiencia educativa mucho más inmersiva. En un primer lugar, cabe decir que, pese a sus semillas de cambio, la evolución y el progreso no son —ni deben ser— elementos ajenos a la educación. Por todos es sabido que la educación debe adaptarse a cada tiempo para que su objetivo se amolde bien tanto al pensamiento como al contexto de cada generación. Aquella manida frase de que “la letra, con sangre entra” hace mucho que dejó de ser una realidad. Y es que, hoy en día, el alumno sabe más que nunca que la tecnología es una herramienta y no un atajo.  

¿Qué tiene que ver la tecnología con la educación?

El objetivo principal de la tecnología, según lo definen plataformas de divulgación como Economipedia, es sumamente claro: transformar el medio para mejorar la calidad de vida del ser humano. De este modo, la tecnología se desarrolla en todas sus formas como un conjunto de técnicas y conocimientos mediante los que alcanzar una meta. En el ámbito educativo, dichos recursos son, en su más primitiva base, una vía mediante la que universalizar el acceso a la información. Y, con ello, además de las posibilidades que nos ofrece la conexión a Internet, la aparición de nuevas técnicas educativas que permiten mejorar e incentivar el aprendizaje dinamizando su consumo.

Además, el uso de tecnologías como Internet permite que el alumno sintonice mejor con la materia de estudio. Especialmente, dado que —y sin entrar en el juicio sobre si sería mejor o no estudiar sobre papel—, el 95% de los hogares españoles tiene acceso a Internet, según los datos de 2020 del Instituto Nacional de Estadística (INE). Hecho que, unido al apego a Internet y a las redes sociales de las generaciones más jóvenes, influye en la preferencia de aprendizaje del alumno, cuya tendencia es la modalidad online. Y, aunque algunos puedan acusar esta opción de poco dada a la sociabilización, la realidad es que sus ventajas son la principal razón de su intensa demanda.  

La pandemia acelera la digitalización educativa

Con la llegada de la pandemia y el confinamiento, muchos centros escolares optaron por seguir impartiendo sus clases a distancia sirviéndose de distintas aplicaciones de videoconferencias. Colateralmente, la pizarra se substituyó por el PowerPoint y toda la información pasó del libro al formato digital. Con ello, muchos se percataron de que, partiendo de una fuente de datos —siempre que fuera fiable— en Internet, la información no sólo podía ampliarse, sino también complementarse. Un enlace sobre un tema conduce a otro que afina más en su definición o incluso lo expande y, a su vez, una gran cantidad de contenido multimedia permite entender mejor los conceptos.

Pero no todo queda únicamente en el campo de Internet. En algunos centros escolares ya se experimenta con el uso didáctico de la Realidad Virtual (RV) y de la Realidad Augmentada (RA). Sea para mostrar a un estudiante de arquitectura el progreso de un edificio desde su diseño hasta su construcción, o bien para mostrar a un niño la fauna de un ecosistema físicamente restringido. Asimismo, disciplinas como la robótica y la programación ya se aplican en Infantil, dado que su práctica resulta beneficiosa para el pensamiento crítico y lógico y fomenta la capacidad de resolver problemas.

¿Cuál es el futuro de la educación?

Como se ha mencionado, y desde que los ordenadores comenzaron a aparecer en el aula, la pandemia simplemente ha acelerado una metamorfosis que se venía gestando ya hace tiempo. Por ahora, se habla de un futuro próximo donde exista una educación que personalice el contenido para cada alumno, mediante algoritmos, y según su propia capacidad de aprendizaje u opciones de mayor preferencia.

La realidad, sin embargo, es que el camino sólo acaba de empezar. Ya en la misma red podemos encontrar un infinito catálogode cursos y formaciones, por ejemplo, en YouTube —y aquí gratuitamente—, que van desde la física cuántica y las matemáticas hasta las bellas artes y la música. Sin lugar a dudas, lo único claro es que la educación deberá asumir y asimilar un cambio que ha llegado para quedarse.

Llanos Esmeralda Garcia

Periodista natural de Albacete. Licenciada en Periodismo en la Universidad de Murcia y Diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Murcia. Más de 15 años de experiencia en medios de comunicación, como La Verdad, CNC y El Pueblo de Albacete.
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