Los problemas de espalda pueden ser algo muy incómodo y que interfiera enormemente en las actividades del día a día. Entre ellos, uno de los más comunes es la lumbalgia. De hecho, los estudios indican que entre el 70% y el 80% de la población general va a padecer dolor lumbar en algún momento de su vida. En este contexto, una de las grandes preguntas es si es bueno andar para el lumbago o, por el contrario, lo mejor es guardar el máximo reposo posible, y en este artículo pretendemos despejar todas tus dudas al respecto.
Síntomas del lumbago
Antes de entrar a ver soluciones y otras cuestiones relacionadas con el lumbago es necesario aclarar bien qué es el lumbago y cuáles son sus síntomas. La lumbalgia se caracteriza por un dolor continuo en la zona baja de la espalda que, en ocasiones, puede incluso extenderse a los glúteos o a los muslos. Suele ser común, además, que el dolor vaya incrementándose a lo largo del día, más aún si adoptamos malas posturas al sentarnos o si hemos estado durmiendo de manera incorrecta.
Las malas posturas provocan que aumente la curvatura de la zona lumbar y que se tense su musculatura, pues el cuerpo trata de encontrar y mantener un equilibrio. Si notas estos dolores y además sientes debilidad o un hormigueo en la zona, será importante que acudas al médico, dado que estos síntomas también podrían indicar la existencia de una hernia discal.
A su vez, es importante que en estos momentos de dolor u hormigueo limites mucho las actividades que incluyan levantar peso y, en caso de que sea algo necesario, recuerda usar las piernas y no la espalda para levantarlo.
¿Es bueno andar con lumbago?
Si estás preguntándote si es bueno andar con lumbalgia, la respuesta en este caso es clara. Sí, es bueno andar para el lumbago o para cualquier dolor de espalda en general. Ello es debido a que un estilo de vida activo que incluya el ejercicio, fortalecerá tu músculo esquelético y te hará más resistente a este tipo de dolores. Es más, no es solo una buena solución, sino que es algo imprescindible si quieres prevenir estas dolencias.
El objetivo es fortalecer tu musculatura y una muy buena manera de hacerlo será caminando. Puede que si te encuentras en una fase muy aguda se te haga más complicado salir a pasear. En estos momentos puntuales en los que sientas que tu pico de dolor es muy elevado, puedes descansar. Pero, pasados esos momentos y aunque sigas notando molestias, deberías incluir los paseos en tu rutina diaria.
Si estás muy acostumbrado a la vida sedentaria y te cuesta salir a caminar con lumbago no solo por el dolor, sino por la falta de costumbre, una buena idea es que camines con amigos o familiares. De esta manera, podrás charlar y no solo se te hará más amena la salida, sino que tendrás una motivación extra para caminar.
¿Cómo caminar con lumbago?
Aunque con lumbago es bueno andar, también es importante la manera en la que lo hagas. Ya hemos hecho mención a la importancia de las posturas y a cómo estas figuran como una causa bastante habitual en el desarrollo de este problema. Por ello, a la hora de andar debes aprender a hacerlo correctamente o, de lo contrario, puede que no te ayude. Al principio tendrás que estar atento a la postura que tiene tu cuerpo para ir corrigiéndola, pero con el tiempo la pondrás bien de manera automática sin tener que estar constantemente pendiente de ella.
Para que caminar se presente como una solución al lumbago, durante el trayecto, aprieta ligeramente el abdomen cuando camines y mantén la espalda recta echando los hombros hacia atrás. De esta manera lograrás que el peso de tu cuerpo quede bien equilibrado al caminar. Asimismo, es importante dedicarle algo de tiempo a la actividad, una vuelta rápida a la manzana no tendrá los mismos resultados que un paseo más largo.
Además, para hacértelo más fácil, es importante que uses ropa cómoda, siendo las zapatillas un elemento al que prestar especial atención, pues influirán en el hecho de mantener una buena postura.
¿Cuándo ir al médico por lumbago?
En ocasiones no bastará con saber que es bueno andar para el lumbago, sino que tendrás que pedir la opinión de un profesional para comprobar que, en efecto, te está ayudando y no necesitas ejercicios adicionales. Profesionales como los fisioterapeutas o los osteópatas podrán ayudarte no solo con consejos e indicaciones adicionales, sino que podrán comprobar que todo avanza como debería con respecto a tu lumbalgia. Incluso, si lo ven conveniente, aplicarán técnicas como los masajes en la zona baja de la espalda que te ayudarán enormemente con los dolores asociados a este problema.
En muchas ocasiones, estos profesionales conseguirán corregir posturas que hayas ido adquiriendo con los años y que son causa habitual de la lumbalgia.
