VÍDEO | Kiara, Tina y Greco, el terror de los que transportan droga por Albacete

/Llanos Esmeralda García/Fotos: María Guerrero/Vídeo:Jennifer Comuñas/

Marihuana, cocaína, hachís… Nada se escapa al hocico de Kiara, Tina y Greco, un pastor alemán cruzado con belga, un labrador y otro pastor alemán respectivamente, que junto a sus tres guías integran la Unidad Cinológica de Albacete, prestando servicio en toda la provincia así como allí donde se les requiera. La Unidad Cinológica es muy demandada además para realizar su trabajo habitual de detección de drogas y explosivos, para hacer demostraciones a sectores y asociaciones de la sociedad, principalmente a la comunidad educativa.

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Ángel Salas, guía de Kiara.

Con el paso de los años la Unidad ha ido extendiendo su servicio y así desde hace poco más de una década Albacete cuenta con la suya propia, ubicada en el cuartel de Aguas Nuevas. Dos de los tres perros están adiestrados para olfatear drogas y uno es experto en localizar explosivos, “cada perro tiene asignado a un guía”, detalla Ángel Salas, Guardia Civil y guía de Kiara. Pastor alemán, belga o labrador son las razas más idóneas para realizar estos trabajos aunque detalla Salas que “en la mayoría de los casos se suele utilizar el pastor alemán”, porque insiste en que son “todoterreno”. Unos perros que en muchas ocasiones son donados por sus características  especiales ya que “Kira, por ejemplo, tiene mucho carácter, es muy nerviosa y sus dueños nos la dieron para la Unidad por eso. Adiestrada realiza un trabajo magnífico a sus siete años”, indice Salas entrenada especialmente para olfatear droga.

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Al igual que las personas los perros también tienen unos años óptimos de trabajo, así, la vida útil de estos canes depende de sus aptitudes “de las ganas de jugar que tengan, incluso pueden durar hasta 10 o 12 años, dependiendo del perro”, llegado ese momento el guía puede quedárselo. Kiara, trabaja divirtiéndose, algo que muy pocos pueden decir ya que con su trabajo se convierte en un agente imprescindible para la Guardia Civil en la búsqueda de droga. Para los perros se trata solo de diversión, de jugar para recibir una recompensa. Un trabajo que puede parecer un juego para el perro, pero la realidad es que cuando encuentran la droga, la olfatean en cuestión de segundos, premiando al can con un juguete, “que no es otra cosa que un rodillo de felpa”, matiza Salas. Su adiestramiento se fundamenta en la “asociación de olores”, los guías se valen de un juguete, rodillo, impregnado con “sustancia”, que los perros “asocian cuando intervienen”. Una labor donde el grueso de las incautaciones está en autovías, aunque también trabajan en las carreteras convencionales de la provincia. Su misión consiste en rastrear para localizar droga que, al ojo y olfato de un ser humano, se convierte en una tarea imposible.

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La DGT destacaba el aumento en 2016 de las infracciones de los conductores por consumo de drogas, por ello la jornada de trabajo de los perros es diaria aunque “el día que no tienen servicio, que suele ser apoyo dos o tres veces a la semana, el resto del tiempo realizan prácticas de entrenamiento”, insiste Salas “les escondemos droga en desguaces, almacenes o domicilios, para mantenerlos entrenados”. No es necesario que sean grandes cantidades de droga las que se escondan, ya que estos perros con pocos gramos la detectan. Los portadores tratan de camuflar la droga lo mejor que pueden, aunque en ocasiones sus argucias topan con la nariz de los perros, como ha ocurrido con Kiara en uno de los controles que ha realizado en una carretera de la provincia hasta donde le ha acompañado el equipo de El Digital de Albacete -aunque se preveía una mañana tranquila- Kiara ha conseguido descubrir en un vehículo, al que previamente la Guardia Civil ha dado el alto, 6 gramos de marihuana, procediendo los agentes a su incautación.

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Unos perros que dice Salas “sorprenden a diario trabajar con ellos” porque la gente camufla la droga lo mejor que pueden. “En un control se dio un coche a la fuga y los individuos se ocultaron entre unos árboles, al día siguiente cuando fuimos a reconocer el paraje de cipreses el perro, Curro, marcó un ciprés y no sabíamos por qué. El resultado fue que habían escondido una escopeta envuelta en una bolsa a la que se le había pegado el olor de la droga que manejaban”.

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Kiara, Tina y Greco además de ser los mejores amigos del hombre y a pesar de que los ciudadanos no se lo ponen nada fácil, son unos trabajadores inmejorables con los que cuenta la Unidad Cinológica de Albacete.

Llanos Esmeralda Garcia

Periodista natural de Albacete. Licenciada en Periodismo en la Universidad de Murcia y Diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Murcia. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación, como La Verdad, CNC y El Pueblo de Albacete.
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