/Llanos Esmeralda García/
El temporal de nieve que asoló Almansa el pasado jueves lejos de dejar una imagen idílica de una ciudad cubierta por un manto blanco supuso problemas importantes en las comunicaciones y suministros para vecinos y visitantes que perduraron hasta el fin de semana. El Ayuntamiento de Almansa ponía en marcha el dispositivo de seguridad y activación del plan territorial de emergencias de Almansa (PLATEALMANSA), Bomberos, Policía, Protección civil, Cáritas, Cruz Roja así como la propia UME ayudaron desde un primer momento a solucionar los problemas que se acontecían.
Ejemplo de altruismo es la labor de Julián I.F., Policía Nacional en Yecla y residente de Almansa, quien sin pensárselo dos veces y viendo que no sabía nada de su vecino Miguel, de 80 años de edad, más conocido como “el pintor”, a quien no había visto desde el jueves comenzó a buscarlo por la localidad.
“Es una persona mayor, que por circunstancias de la vida vive solo, en el campo” relata Julián que ante la intensa nevada caída “primero estuve mirando por si estaba en el asilo o se lo habían llevado a otro lugar”. Al no conseguir respuesta alguna de la ubicación de Miguel, el sábado por la mañana Julián se dirigió a su casa, donde no había huellas en la nieve y la chimenea estaba apagada, “lo llamé pero no contestaba y salté la valla de la parcela, rompí la puerta para entrar y ahí estaba Miguel en el interior de su vivienda”. «En malas condiciones», detalla Julián, “Miguel se había mareado y todo apuntaba a que le había dado algún amago de infarto porque le dolía mucho el pecho”. Seguidamente Julián dio la voz de alarma llamando al 112 y “rápidamente se personaron en el lugar”, relata que para llegar a Miguel tuvieron que entrar a la parcela con palas, un hecho que además le llamó la atención porque junto a la ambulancia llegaba el alcalde de la ciudad, Francisco Núñez, “vinieron muy rápido a pesar de las inclemencias. Junto al alcalde, quien dispuesto a ayudar en todo, organizaron para que la pala limpiase el camino de entrada a la vivienda y se pudiera asistir a Miguel”. Una actuación para atender a Miguel de la que hoy dice Julián “no hay que lamentar males mayores, y solo esperemos que esté bien”.
Casos como el de Julián, fuera de servicio en el momento de los hechos, demuestran que siempre hay personas buenas que están dispuestas a ayudar a los demás a cambio de esa satisfacción personal de saber que ha salvado una vida.