Más de 70 temblores de tierra en Albacete

/Llanos Esmeralda García/

Los sismólogos no vaticinan lo que la naturaleza dispone y es que actualmente no existe ningún método capaz de predecir el lugar o la magnitud de un terremoto ya que su comportamiento es inesperado. Lo normal en España es que entre terremoto y terremoto pase mucho tiempo, “la sismología no puede predecir terremotos, lo que sí que podemos decir es que donde ha habido terremotos los seguirá habiendo”, especifica José Manuel Martínez Solares, jefe del Área de Geofísica del Instituto Geográfico Nacional, Ministerio de Fomento; lo que sí se puede desglosar son las zonas y los terremotos ocurridos con anterioridad con los que se elaboran los mapas de peligrosidad sísmica “en Albacete hay cierta peligrosidad, que determina cómo construir con ciertas garantías para que no haya problemas”.

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Mapa de peligrosidad sísmica de España, Instituto Geográfico Nacional.

Los terremotos que se han dado a lo largo de la historia en la provincia de Albacete no son de mucha intensidad, el más fuerte tuvo lugar en Hoya Gonzalo en 1958 con una intensidad VI (una intensidad que lo más que produce son daños muy ligeros en las paredes y algunas grietas pero no daños estructurales) y magnitud 4.3; o en Caudete de la misma intensidad en 1991, se refiere el experto del IGN.

Los terremotos pueden suceder en cualquier lugar del mundo, sin embargo la mayoría de ellos, y los más grandes, ocurren “en los bordes de las grandes placas tectónicas. Las placas tectónicas son las grandes placas que dividen la superficie de la tierra entre ellas dando lugar a los grandes terremotos, en el borde de las placas se han registrado terremotos como los ocurridos en Chile, Japón, California… Los terremotos también pueden originarse, aunque con menos frecuencia, en el interior de las placas, intraplacas, que son las que originan fallas más pequeñas o más grandes dependiendo de la zona”, detalla Martínez.

El IGN detalla que los terremotos en la Península Ibérica se deben a que “está situada en el borde sudoeste de la placa Euroasiática en su colisión con la placa Africana”, siendo la “parte más occidental de la conjunción entre dichas placas la fractura denominada de Azores-Gibraltar-Túnez, que es la que afecta a España”. Afortunadamente, la Península no representa un área de ocurrencia de grandes terremotos, pero “tiene una actividad sísmica relevante con sismos de magnitudes inferiores a 7”. La máxima virulencia que se ha tenido constancia en la provincia de Albacete ha sido un seísmo de intensidad VI (magnitud es una medida física que dice la energía liberada por un terremoto; por contra la intensidad señala la forma en que ha sido sentido un terremoto y el grado de daño que ha causado en un determinado lugar).

Dentro de la Península Ibérica a su vez hay un sistema de fallas, prácticamente en toda la península activas o no, en las que por ejemplo se registraron los terremotos de Ossa de Montiel de magnitud 5.2 en 2015- un temblor que fue calificado por el propio Instituto Geográfico Nacional de magnitud “moderada-fuerte” a pesar de haberse situado a unos 10 kilómetros de profundidad, incluso horas más tarde se llegaban a calcular hasta 45 réplicas por las que los vecinos “llegaron a pasar mucho miedo”-, el terremoto de 5.1 de magnitud que asoló Lorca (Murcia) en 2011 -provocando daños materiales y humanos donde la diferencia entre ambos fue la profundidad ya que el murciano estaba más cerca de la superficie-; o el de Pedro Muñoz (Ciudad Real) de 5.1 de magnitud el 12 de agosto de 2007. “Hay un sistema de fallas que pasa por la Península que dependiendo del tamaño de la falla y de las tensiones que hay acumuladas en la misma se producen terremotos más o menos grandes, más hacia el sureste de la Península los periodos de recurrencia son más pequeños. Los terremotos que se suelen suceder en España están más asociados a fallas pequeñas dentro de la placa que a los bordes de placa”, especifica el experto del IGN. Consecuencia de estos terremotos que son algo más grandes -los detallados con anterioridad por ejemplo- conlleva que posteriormente haya lugar a terremotos más pequeños, que en un principio son la serie de réplicas inmediatas del terremoto principal y que después se van ajustando y expandiendo más en el tiempo. “Cuando se observa la serie de Ossa de Montiel los terremotos no se distribuyen en el mismo punto, sino distribuidos espacialmente porque hay fallas adjuntas, apareciendo de cierta magnitud e intensidad”.

La mayoría de los movimientos sísmicos registrados en la provincia de Albacete son de intensidad I-II, prácticamente no se han sentido por la población, “generalmente cuando se produce un terremoto de cierta magnitud suele tener réplicas, por ejemplo en 2015 el terremoto que se da con mayor magnitud es de 4.7 en Ossa de Montiel, aunque hay uno previo, del que se sucede una serie de réplicas distribuidas en el tiempo, muy próximas. Al principio son muy numerosas y luego se van separando en el tiempo”, aunque matiza Martínez que en este caso concreto “de forma inesperada se vuelve a reactivar la serie y dura todo el año. Unos datos que se pueden apreciar porque en esta serie pusimos estaciones temporales con las que aumentamos el nivel de detección, con lo cual detectamos más pero fueron muy pequeños”.

El registro sismológico más significativo en la provincia de Albacete especifica que durante todo este año, que ya casi culmina, contabilizó un total de 6 temblores de tierra que superaron el 2.3 de magnitud en la escala de Richter. La tierra de Ossa de Montiel tembló en tres ocasiones (el 2 de febrero, el 28 de julio y el 31 de agosto) de intensidad entre I-II; el temblor registrado en Villarrobledo el 9 de enero; el sentido en Munera el 11 de enero y el último registrado este año en Caudete el pasado 6 de septiembre con una intensidad de III.

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Terremotos más significativos por provincias. IGN.

En la provincia de Albacete se han registrado 72 movimientos de tierra en los últimos diez años con una intensidad de I a III, solo superada el día 23 de febrero de 2015 en Ossa de Montiel. Así, el catálogo de terremotos del Instituto Geográfico Nacional refleja que las localidades albaceteñas de Munera, Caudete, Férez, El Bonillo y Ossa de Montiel son los municipios de la provincia donde se han producido con más asiduidad movimientos de tierra en esta última década.

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Terremotos más significativos por provincias. IGN

Munera ha sufrido desde 2006 39 terremotos registrando magnitudes que han oscilado desde el 1.5 al 3.1 en la escala de Richter. Caudete, ha sufrido terremotos en abril de 2007, junio de 2011, febrero de 2012, el último día del año de 2013, y el pasado 9 de septiembre, aunque todos ellos de intensidad inferior a III. Férez, el 4 de mayo de 2010, también experimentó movimientos sísmicos de baja intensidad y El Bonillo los ha registrado los días 25, 26 y 27 de febrero, 14, 15, 21 y 23 de marzo, 28 de abril y 12 de mayo de 2015, aunque de poca intensidad. Así como Villarrobledo el pasado 9 de enero de 2016 con una magnitud de 2.2.

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Terremotos más significativos por provincias. IGN

Los anales sismográficos de la provincia también registran otros grandes terremotos de magnitud como el 4.1 el 8 de octubre de 1965 en Hellín y Liétor; de magnitud 4.1 el 11 de marzo de 1973 en Liétor -aunque no especifican intensidad-. En 1930 y 1933 los registros del Instituto Geográfico Nacional hacen mención a dos terremotos de intensidad V en Ossa de Montiel y Chinchilla de Montearagon; o en Casas Ibáñez en 1943 antes de que se produjera el de Hoya Gonzalo de intensidad VI. Por contra, la capital albaceteña, según los mismos registros, ha tenido un temblor de tierra de intensidad IV el 26 de abril de 1860.

Análisis de riesgo sísmico

La Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas anunciaba el proceso de elaboración del Plan de Emergencias ante el Riesgo Sísmico en Castilla-La Mancha (SISMICAM) poniendo sobre la mesa la planificación en materia de riesgo sísmico obligatoria para Castilla-La Mancha, según establece la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil de la Secretaria de Estado de Interior. Ante esta circunstancia, la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas publicaba la resolución por la que se anunciaba la licitación del contrato del servicio para la realización del análisis de riesgo sísmico, primer paso para elaborar el SISMICAM.

Formalizada la contratación de la empresa para la realización del análisis de riesgo sísmico, ésta tendrá que realizar los trabajos de análisis, que comprenden cuatro fases: la estimación de la peligrosidad sísmica, la asignación y distribución de la vulnerabilidad, la estimación del riesgo sísmico y la presentación y comunicación de los resultados de riesgo sísmico en Castilla-La Mancha.

La provincia de Albacete es una zona que se ve afectada por temblores de tierra que muestran que aunque a lo largo del registro histórico han sido de baja intensidad no por ello no haya que tenerlos en cuenta de cara al futuro.

Llanos Esmeralda Garcia

Periodista natural de Albacete. Licenciada en Periodismo en la Universidad de Murcia y Diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Murcia. Más de 15 años de experiencia en medios de comunicación, como La Verdad, CNC y El Pueblo de Albacete.
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