Piden 50 años de cárcel para cuatro acusados de formar una red que obligaba a mujeres rumanas a prostituirse en un club de Tarazona de la Mancha

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete juzgará este jueves, día 20 de octubre, a tres hombres y una mujer acusados de conformar una trama que trajo a cinco mujeres de Rumanía con falsas ofertas de empleo y a quienes obligaron presuntamente a prostituirse en un club de alterne de Tarazona de La Mancha. Para cada uno de ellos pide el fiscal por haber realizado conjuntamente los acusados cinco delitos de trata de seres humanos y cinco delitos de prostitución coactiva, por cada uno de los cinco concursos delictivos mediales, las penas de 10 años y un día de prisión, además de la prohibición de aproximaciónn durante 12 años con las víctimas y al testigo protegido que le impida acercarse a ellas a una distancia inferior a 500 metros, de cualquier lugar donde pudieran encontrarse en cualquier momento, así como la prohibición de comunicación durante 12 años con las víctimas y con el testigo protegido que le impida establecer con ellas ningún tipo de contacto por cualquier medio.

Además, el principal acusado se enfrenta además por haber realizado por “sí solo la comisión del delito de desobediencia” un año de prisión. Los acusados indemnizarán conjunta y solidariamente a las cinco víctimas y testigo protegido en 6.000 euros a cada una de ellas. La situación cesó cuando una de las víctimas pudo denunciar los hechos y la Guardia Civil arrestó a los procesados, en febrero de 2015.

Acusación

El escrito de acusación de la Fiscalía al que ha tenido acceso El Digital de Albacete detalla que “los acusados se agruparon para montar una trama con la finalidad de traer a distintas mujeres jóvenes desde Rumania hasta España, para enriquecerse a costa de ellas, obligándolas para que trabajaran como prostitutas y quedarse de esta forma con el dinero que fueran a cobrar de los clientes”, así explica que los acusados son un matrimonio de nacionalidad rumana, además del hermano del anterior y un hombre de nacionalidad polaca.

“A estas chicas las convencerían para que aceptasen venir a nuestro país, pensando en que aquí conseguirían un puesto de trabajo bien remunerado. Los acusados favorecerían el desplazamiento geográfico de estas mujeres (controlando su inmigración mediante el abono del precio del viaje hasta el territorio español) y culminarían su movilización transfronteriza con un insospechado (para ellas) confinamiento prostibulario (trasladándolas hasta un club de alterne, del cual no podrían salir y en el que serían obligadas a prostituirse)”.

Cada acusado, detalla el fiscal “tenía su misión en el plan trazado para engañar a las que ejercerían la prostitución, y así lo hicieron, contactando con mujeres a las que ofertaban venir a trabajar en tareas de limpieza, con hospedaje y manutención gratuitos”.

El matrimonio tenía un especial protagonismo. El viaje desde Rumanía a Albacete se hacía en autobús, “y el acusado casado controlaba el traslado, quien controlaba el traslado desde Rumania hasta España ya que él mismo se encargaba de reservar y comprar el billete respectivo desde Albacete y de facilitar los datos de la reserva a las correspondientes chicas, a quienes recogían hasta llevar a Tarazona”, dicta el fiscal además que  “eran los acusados quienes pagaban el importe de los billetes. De esta manera, ya desde el mismo inicio del traslado las viajeras se convertían en deudoras de aquéllos, de modo que deberían de pagar un alto precio por ese adelanto económico. Era el anticipo de la explotación”.

Dicho prostíbulo estaba situado en las afueras de Tarazona de la Mancha y ubicado entre terrenos de labrantío. “Era una construcción de tipo industrial, con dos plantas y una parte lateral contigua y cerrada por un vallado. En la planta baja (la dedicada al bar) había dos aseos, una sala en forma de ele con la barra para atención a los clientes, una cocina, una trastienda, un pasillo y tres cuartos desusados. Por la escalera se ascendía a la planta superior, donde desde el pasillo distribuidor se accedía a nueve habitaciones, un almacén y un baño. Todas las ventanas estaban protegidas por rejas”.

La Fiscalía explica que “desde el principio de su estancia en Tarazona de la Mancha, los acusados agobiaron a las mujeres a las que presionaron, asustaron y hostilizaron para que cumplieran sus órdenes y, así, de este modo, los acusados configuraron un ambiente de dominación para atrapar a unas chicas que, al no hablar el español, al no conocer a nadie, al carecer de dinero para marcharse y mantenerse por su cuenta y al pensar que la Policía española no sólo las ayudaría sino que las capturaría, quedaron apocadas en una situación de sumisión, quedaron abatidas, dada su inferioridad física, a la vista de su endeblez psíquica y su fragilidad emocional, en una situación de indefensión y constreñidas a ejercer la prostitución. No había escapatoria”, dice el fiscal que “las mujeres permanecían confinadas en el club de Tarazona, con episodios en los que los acusados agredieron y golpearon a quien se negaba a mantener relaciones sexuales”.

Las víctimas perdieron su documentación, explica el fiscal, “que quedó custodiada por los procesados, para que no se pudieran alejar. De esta manera, al coger, retener y no devolverles su documentación, conseguían que las chicas contemplasen como muy remota la posibilidad de escapar y solicitar la ayuda policial”.

“Extremando su poder en la abusiva situación que con sus mentiras (primero) y con sus golpes (después), los acusados prostituyeron a las chicas, así un episodio cuando una mujer intentó salir del club fue arrastrada por los pelos y señala que una de las jóvenes amenazó a sus captores con suicidarse con un cuchillo si no la dejaban marcharse, de forma que la dejaron irse pero la advirtieron de que sería mejor para ella si no contaba nada de lo que había pasado”.

Por otro lado, el Ayuntamiento, en tercer requerimiento, “mediante resolución de 17 de septiembre, al tiempo que desestimaba el recurso de reposición interpuesto por el acusado contra con su resolución de 9 de junio, y reconocer que el local había obtenido la licencia el día 26 de marzo de 2002, y constatar que la misma había sido dado de baja el día 9 de enero de 2013, ordenó al acusado que cesara inmediatamente de ejercer la actividad destinada a café bar club de alterne por carecer de la preceptivalicencia municipal de apertura y de funcionamiento, y a la Policía Local para que precintase inmediatamente el establecimiento, precinto que fue realizado el día 19 de septiembre de 2014”.

Pero el principal acusado, detalla Fiscalía, “incumplió reiteradamente todos los mandatos municipales pues el establecimiento mencionado siempre permaneció abierto hasta que se produjo la intervención policial”.

El matrimonio acusado fueron detenidos el día 4 de febrero de 2015 y desde entonces permanecen privados de libertad.

Llanos Esmeralda Garcia

Periodista natural de Albacete. Licenciada en Periodismo en la Universidad de Murcia y Diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Murcia. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación, como La Verdad, CNC y El Pueblo de Albacete.
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