/ Llanos Esmeralda García /
-
En el Servicio de Alergología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete se atendieron el año pasado un total de 9.383 consultas de afectados por algún tipo de alérgeno, de los cuales 4.145 consultas fueron nuevas y el resto eran alérgicos que acuden a revisiones o a tratamientos.
-
“Respecto al año pasado el total de consultas hemos visto un 6% más, y un 17% más de nuevas”, matiza el doctor Miguel Torrecillas, jefe del servicio de alergología.
-
En la provincia de Albacete, la principal causa de alergia son los pólenes siendo el más común la gramínea, aunque también hay una gran incidencia al olivo, al plátano de sombra o a las malezas.
-
Algunos de los síntomas más característicos de las alergias y que diferencian a un catarro común son: picor de nariz y ojos, estornudos, mucosidad acuosa abundante, picores en el paladar, oídos y piel, así como su duración, que puede durar semanas.
-
La alergia no entiende de edades, aunque lo típico se está dando en debutar entre los cuatro y los 15 años de edad “el pico de la alergia se adelanta y abarca más población, se ha convertido en una enfermedad crónica que padecen todas las edades”
-
“Pueden aparecer en cualquier momento de la vida, dado que se trata de un proceso inmunológico anormal que siempre se encuentra activo”.
-
“Hasta las consultas están llegando usuarios alérgicos al polen que ahora han desarrollado reacciones alimenticias. Esto se debe a que en las alergias de polen de tipo vegetal están apareciendo unas proteínas llamadas panalérgenos”.
El comienzo del mes de mayo y junio es la peor época del año para los albaceteños que han desarrollado alergia a algún tipo de polen, especialmente a la gramínea y al olivo. Estas reacciones suponen el principal motivo de consulta en Atención Primaria “donde se atienden más casos que en el Servicio de Alergología del Complejo Hospitalario Universitario”, según detalla a El Digital de Albacete el jefe del servicio de alergología, Miguel Torrecillas.

En dicho servicio hospitalario se atendieron el año pasado un total de 9.383 consultas de afectados por algún tipo de alérgeno, de los cuales 4.145 consultas fueron nuevas y el resto eran alérgicos que acuden a revisiones o a tratamientos. “Respecto al año pasado el total de consultas hemos visto un 6% más, y un 17% más de nuevas”, matiza el doctor, y es que si bien es cierto el problema de la alergia conlleva a que es una enfermedad que no tiene cura, “ponemos un tratamiento para disminuir los síntomas o controlarlos pero no quitarlos”, así todos los alérgicos que diagnostican siguen siendo alérgicos. En las consultas hospitalarias ven a los pacientes nuevos, los diagnostican y siguen con detenimiento aquellos casos en los que los pacientes requieren de un seguimiento más especial; el resto vuelven a Atención Primaria quienes absorben a muchos afectados con reacciones estables, alergias primaverales o rinitis.
En la provincia de Albacete, la principal causa de alergia son los pólenes siendo el más común la gramínea, aunque también hay una gran incidencia al olivo, al plátano de sombra o a las malezas. Los Servicios de Alergología del hospital atienden, en tres bloques diferenciados, según precisa Torrecillas: El primer bloque son los pacientes nuevos, «los que nos derivan de Atención Primaria»; un segundo bloque de pacientes que esperan resultados o la realización de pruebas; y un tercer bloque, de pacientes con patologías más crónicas además de aquellas revisiones de personas que tienen una patología alérgica de suficiente intensidad para verla en el hospital en las que en muchos casos se les ha suministrado la vacuna para ver su evolución.
Algunos de los síntomas más característicos de las alergias y que diferencian a un catarro común son: picor de nariz y ojos, estornudos, mucosidad acuosa abundante, picores en el paladar, oídos y piel, así como su duración, que puede durar semanas.
Edad debut
La alergia no entiende de edades, aunque lo típico se está dando en debutar entre los cuatro y los 15 años de edad “el pico de la alergia se adelanta y abarca más población, se ha convertido en una enfermedad crónica que padecen todas las edades”, así matiza Torrecillas que este tipo de reacciones hacia ciertas sustancias “pueden aparecer en cualquier momento de la vida, dado que se trata de un proceso inmunológico anormal que siempre se encuentra activo”.
Lo que se encuentran ahora más los médicos son personas alérgicas a los pólenes en los alimentos, que según el jefe del Servicio de Alergología del CHUA, “hasta las consultas están llegando usuarios alérgicos al polen que ahora han desarrollado reacciones alimenticias. Esto se debe a que en las alergias de polen de tipo vegetal están apareciendo unas proteínas llamadas panalérgenos”.
Tratamientos
Los tratamientos enfocados a minimizar los síntomas están basados en tres pilares fundamentales: Evitar las sustancias que producen la alergia, “diagnosticar la alergia y en función de la reacción, por ejemplo a un medicamento no se le va a suministrar o de un alimento no lo va a ingerir; aunque a nivel ambiental cuesta más trabajo dar con la solución”matiza Torrecillas; en segundo lugar está el tratamiento de los síntomas, se trata especialmente con antihistamínicos para paliar estornudos y picores, también se recetan corticoides a nivel intranasal para combatir la obstrucción, colirios contra las conjuntivitis, corticoides antiinflamatorios en caso de tener síntomas asmáticos o broncodilatadores en casos de crisis, entre otros.
El tercer tratamiento, «es el único que puede alterar el curso natural de la alergia», detalla Torrecillas, son las vacunas específicas, «soluciones que no se utilizan para la época de los brotes alérgicos, sino que se administran para que el afectado tolere la causa que da la alergia, es decir, es un tratamiento a largo plazo que se aplica después de un estudio alergológico para que durante los años siguientes no presente síntomas o los menos posibles; por ejemplo en animales hay vacunas buenas de perro, gato o caballo pero si la alergia es a otro animal ya no hay vacuna, o si la reacción es a un polen muy raro tampoco la vacuna es adecuada; y en función de los síntomas, vacunamos la rinitis que son fuertes y no se controlan bien con tratamientos».