Un hospital muy peculiar en Albacete

/Texto: Llanos Esmeralda García/ Fotos: Pilar Felipe/

Rapaces nocturnas, diurnas, aves no rapaces, mamíferos o reptiles que viven en nuestra naturaleza sufren cada día el progreso tecnológico humano siendo en muchas ocasiones víctimas de electrocuciones o incluso de caídas y traumatismos. Procedentes del campo que nos rodea si no hubiesen sido encontrados y llevados al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Albacete (CRFS), los que aún vivían habrían muerto sin necesidad. “Si no existiera este centro sería un problema para la provincia y su fauna porque estos animales no se podrían atender y hay que tener presente que existen especies protegidas, como las águilas periceras o imperiales que, cogidas a tiempo y realizadas el tratamiento adecuado se pueden volver a poner en libertad sin perjuicio de la especie”, ha insistido el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural en Albacete, Manuel Miranda.

En un proceso en el que se ven inmersos agentes medioambientales, veterinarios, amantes de la naturaleza y los animales, unidos hacen que se recuperen muchos de los ejemplares e incluso vuelvan a su hábitat natural. “Durante 2015 han entrado al CRFS un total de 942 animales”, ha matizado Miranda, del desglose por grupos del número de ingresos el año pasado corresponden en su mayoría (362) a aves no rapaces, 336 a rapaces diurnas, 129 a rapaces nocturnas, 60 mamíferos, 26 reptiles, 18 restos óseos identificados y 11 estos inespecíficos. Una evolución anual que refleja un repunte desde que en 2012 se llegara a los 1.045 animales llevados al CRFS (710 en 2013, 797 en 2014). Además, “se han liberado 278 animales y hay 519 que son irrecuperables porque tienen lesiones y son incompatibles con su actividad en el medio natural y por tanto no se pueden poner en libertad porque morirían. Ingresan también cadáveres (327 en 2015), en tratamiento 803 e incluso hay algunos que hay que sacrificar porque tienen lesiones incompatibles con la vida (125)” ha matizado Miranda.

Causas

Hasta estas instalaciones llegan especies protegidas que por cualquier motivo se lesionan, bien por choques, por atropellamiento, por caídas del nido y sobre todo y lo que más preocupa por electrocuciones “en tendidos eléctricos por su envergadura y hábitos de caza, es especialmente incidente. Por ello es muy importante la adaptación de los tendidos eléctricos antiguos a la reglamentación de protección de la avifauna contra la electrocución”, ha matizado Miranda. Las causas generales de ingreso en el CRFS de Albacete durante el año pasado de los 942 ingresos correspondieron en 237 casos por caída del nido, 208 por electrocución o 151 por traumatismo, en el resto de los casos por colisión, accidente natural, venenos u otros.

Son muchas las personas que se encuentran con animales heridos y que rápidamente llaman a los agentes medioambientales para que los recojan o incluso ellos mismos los llevan al CRFS “normalmente es fauna salvaje la que encuentran y siempre hay que tener una precaución a este respecto. En la mayoría de los casos, los ciudadanos avisan a un agente medioambiental o se ponen en contacto con el CRFS más cercano”, detalla el director provincial de Agricultura. Y es que según donde esté o cómo esté el animal se deben de extremar las precauciones, es aconsejable que no se le aplique nada al animal, no se le de comer y nunca se entregue a una persona ajena a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Albacete es conocido por que es allí donde se han llevado ejemplares de animales exóticos como una serpiente encontrada en un contenedor en Albacete o los flamencos de la Laguna de Pétrola que desgraciadamente tuvieron que pasar por las instalaciones el pasado mes de septiembre pero, su labor va mucho más allá y atienden, sobre todo, a especies autóctonas. El verano fue la época en la que llegaron más ejemplares con problemas al centro “al coincidir con los primeros vuelos de los ejemplares juveniles, lo que denota una alta mortandad de los pollos nacidos este año y más inexpertos”, ha dicho el director provincial de Agricultura.

Instalaciones

Las instalaciones del CRFS cuentan con una clínica hospital dotada con los medios de diagnóstico y curación, botiquín básico, una sala de quirófano en la que la mayoría de intervenciones se realizan por procesos traumatológicos (dotada con material completo para atender las necesidades); como método de diagnóstico básico utilizan el radio diagnóstico mediante un aparato de rayos X, “radiografiamos tanto animales vivos como muertos porque es buen método, por ejemplo, para diagnosticar y ver disparos. Es importante en los casos que nos llegan determinar la causa de la muerte”, ha detallado María José Guardiola Flores, veterinaria del centro, “también acuden con enfermedades infecto contagiosas pero son las menos, solemos ver más incidencias por trauma”. Tras el examen clínico por parte de la veterinaria, tenido un diagnóstico y ya en fase hospitalaria, la UCI está dotada de estancias acondicionadas para la permanencia de los animales durante su proceso de recuperación y rehabilitación con sistemas individualizados, adaptados a los requerimientos de cada especie, “aquí van a estar los animales que necesitan un control diario, tanto para medicación, para alimentación, control de temperatura o manipulaciones”, entre ellos destaca un búho o un jabato.

El CRFS es un hospital especialmente diseñado para atender cualquier especie protegida que se encuentre imposibilitada para continuar su actividad. Para diagnosticar, tratar y rehabilitar a cada animal, el centro cuenta a parte de las instalaciones propias con personal especializado, en este caso un funcionario encargado de la dirección, dos veterinarios, dos técnicos auxiliares de manejo y apoyo clínico, y siete trabajadores como personal auxiliar en el conjunto del complejo (Centro de formación y Centro de Educación Ambiental).

Cuando no se necesita que se haga un seguimiento tan diario, los animales salen de la UCI, y  se llevan a unas habitaciones en el exterior, caso de la joya del CRFS una perdicera macho “tiene un trauma en el ala derecha y la pata la ha recuperado muy bien”. Hay otra instalación de mudas de UCI más grandes donde se pueden albergar animales más grandes, desde buitres a flamencos, incluso tienen un insectario “visto el coste de la compra de alimentos estamos criando para consumo de animales insectívoros. Tenemos sistemas para colgarlos, para la higiene y de limpieza”, detalla la veterinaria.

La cocina también es un sitio muy curioso que visitar porque con tanto tipo de animales necesitan muchos tipos de alimentos y cada uno tiene una dieta determinada “tenemos varios tipos de congeladores con carne de caza, de conejo, codornices, roedores, verduras, así como los tipos de pienso de flamenco, de gato montés…todo tiene un tratamiento especial, una regulación determinada puesto que no es para consumo humano”, ha detallado la veterinaria. El centro cuenta además con producción de cebo porque hay animales a los que hay que motivar en la captura de presa, el “ratario” que alberga una producción importante. Además de la alimentación se vigila la limpieza o el estado de los animales durante todos los días para seguir un control “hay que destacar el carácter público que tienen las instalaciones porque si no asumiera la Administración esta competencia no sé quién lo haría”, ha manifestado el director provincial de Agricultura.

Son muchos los grupos de escolares que vienen hasta el centro para hacer visitas tanto botánicas como de fauna, incorporadas dentro del servicio de calidad ambiental de educación, puesto que las instalaciones cuentan con una colección de animales muy importante. Unas visitas en las que en la mayoría de los casos les llama la atención los flamencos, dos de ellos polluelos procedentes de la Laguna de Pétrola que conviven con otros dos, “éstos no pueden volar, tienen acortamiento de alas y se quedarán en las instalaciones en una naturalización de la laguna”, ha detallado la veterinaria. “Estamos en un centro para el tratamiento y recuperación de fauna salvaje muy conocido, hay otros centros en el resto de provincias pero no tienen tanta afluencia de animales como éste. Es un referente a nivel regional”, ha matizado Miranda. Cuentan además con la única unidad canina de detención de veneno que existe en España, adiestrados por Mariano Manzanares.

También el Centro es referente para Policía Local y Guardia Civil que, en ocasiones, incautan aves o pollos de pelea para que los cuiden hasta que resuelvan las incidencias administrativas.

Además se dispone de varios voladeros para la ejercitación muscular del animal, paso previo a su liberación. “En ellos se pueden ver varios búhos reales, son una joya”, ha detallado la veterinaria, “cuando pasan aquí tenemos mucha esperanza de que se puedan liberar”, además de otro voladero para rapaces más pequeñas como un esmerejón que habita en éste y que de aquí a 10 días se marchará “tenía una fractura en un ala, hay que liberarlo pronto porque son rapaces que en marzo se marchan al norte de Europa, vienen a pasar el invierno. En el voladero vemos si el vuelo es simétrico mediante la observación”, ha mostrado Guardiola. En otro de los voladeros hay buitres leonados y un negro, “este voladero es compartido, porque la época de llegada de los buitres los utilizamos con los recuperables” ha detallado la veterinaria.

Existe además un voladero más grande, con un milano negro que se electrocutó, un ratonero un lagunero éste es último paso para que salgan al campo, “son animales que han pasado meses sin volar por las fracturas o lesiones y llega un momento que para recuperarlos tienen que estar musculados”, detalla Manzanares.

Último caso

Cuidadores y amantes de los animales se encargan de atender a todas las especies, una de ellas llegó a las instalaciones de manos de los agentes medioambientales, un búho real que habían recogido en Alcozarejos.

Tras el examen y cura de la veterinaria, el majestuoso búho había sufrido una electrocución por un tendido eléctrico y tenía una de las alas quemada así como secuelas de la descarga eléctrica.

Ahora le queda una larga recuperación en las mejores manos. El CRFS, un hospital de animales que cumple una importante función todos los días del año para que nuestra fauna más desconocida pero más maravillosa llegue a las manos de expertos para evitar que mueran y nos sigan sorprendiendo con sus colores y sus formas de vivir en plena naturaleza.