/ Llanos Esmeralda García/
La Audiencia Provincial de Albacete tiene previsto celebrar este próximo miércoles un juicio por un presunto delito de exhibición pornográfica hacia la sobrina del que es acusado y que contaba en el momento de los hechos con 12 años de edad, delito por el que se enfrenta a un año de prisión y la prohibición de aproximarse a la niña a su domicilio, centro escolar o cualquier otro lugar en el que se encuentre o frecuente en un radio de 300 metros, y prohibición de comunicación con la misma por cualquier medio durante dos años; así como libertad vigilada durante dos años. Además, el acusado se enfrenta por un delito contra la libertad sexual a tres años de prisión, prohibición de aproximarse y comunicarse con la menor a su domicilio, centro escolar o cualquier otro lugar en el que se encuentre o frecuente en un radio de 300 metros en cuatro años, y prohibición de comunicarse con la misma por cualquier medio, y durante el mismo periodo de tiempo, así como libertad vigilada durante un periodo de cinco años. En vía de responsabilidad civil, el acusado indemnizará a la niña en 5.000 euros.
Acusación
Según ha podido conocer El Digital de Albacete, el escrito de acusación de la Fiscalía detalla que, en la mañana del 28 de abril de 2013, el acusado fue al domicilio de su hermana en Albacete, donde la misma residía junto a su marido y a sus tres hijas menores de edad, lugar donde se quedó a comer. Sobre las 17.00 horas, dicta el escrito, “dos de las sobrinas se fueron a su habitación junto con unos amigos momento en el que el acusado accedió también al cuarto y permaneció jugando con ellos hasta que en un momento determinado, el acusado mostró a una de las menores una foto que guardaba en el móvil en el que se veía una felación, pidiéndole la niña que no le enseñara este tipo de cosas puesto que le producía asco”.
Horas más tarde, y tras una discusión entre las dos hermanas, explica el escrito, “el padre pidió a los amigos de las mismas que se fueran a fin de hablar con ellas, el acusado permaneció en el domicilio sentándose a cenar con su hermana, cuñado y sobrinas, marchándose más tarde a dormir cada uno a su dormitorio, a excepción del padre de la menor que se quedó durmiendo un rato en el sofá”, momento en el que el acusado “aprovechó para acceder a la habitación de las niñas, y una vez que la más pequeña se quedó dormida y so pretexto de aconsejarle que no discutiera con su hermana se acercó con ánimo libidinoso a la mayor y después de dicho consejo le manifestó: “Me gustas mucho, me pones perro, llevo muchos meses sin liarme con nadie y necesito cariño, mañana te bajas a mi casa que no va a estar la tita ni los nenes y te voy a desnudar y nos vamos a duchar juntos, y si quieres experimentar algo yo te lo hago sin problema”, y al tiempo que profería dichas frases, detalla el escrito de acusación del fiscal, “le introducía la mano por la parte superior del pijama, tocándole el pecho mientras la misma intentaba apartarle sin éxito la mano, lo que no lograba por la fuerza que él hacía, intentando introducir asimismo la mano por el pantalón del pijama para tocarle, acariciándole la nalga sin que se produjera ningún otro tocamiento ante la resistencia de la menor, a quien el acusado manifestó que antes la veía como una sobrina, pero en ese momento la veía como a una novia, tras lo cual intentó besarla en los labios, no consiguiéndolo al retirarse, pidiéndole el acusado que le permitiera subir a la cama que necesitaba cariño, respondiéndole ella que en ese caso gritaría para que la oyera su padre, apareciendo éste instantes después, a quien el acusado le justificó su presencia en el dormitorio manifestándole que estaba hablando con ella”. Acto seguido el acusado abandonó “inmediatamente el domicilio”.
