El Digital de Albacete se ha hecho eco de un suceso que según ha relatado el presidente del Colectivo Abanico de Albacete, Álvaro Cuenca, tuvo lugar en la madrugada del pasado jueves cuando “un grupo de siete amigos nos informan que sufrieron una agresión. El suceso tuvo lugar cuando salieron de un conocido bar de la zona, conocieron a otro grupo de tres chicos con los que comenzaron a hablar interesados por dos de las chicas del grupo”. Relata Cuenca que en el transcurso de la conversación entre grupos “comenzó la agresión, una de las chicas dijo que su orientación sexual era bisexual y, de repente, la actitud de ligar que llevaban los tres chicos se convirtió en una actitud de agresión, comenzaron a insultarla, a decirle que era una guarra, una puta, la cogieron del cuello y la amenazaron”, incluso incide Cuenca “a dos de los chicos les llamaban maricones, a quienes dieron collejas, insultaron e intimidaron, siendo uno de ellos menor de edad”.
Pero el suceso no terminó ahí, detalla el presidente del Colectivo Abanico, sino que “los chicos se fueron del lugar entre las calles cuando los agresores, tenían entre 18 y 22 años, siguieron insultándoles y tirándoles piedras hasta que llegó la policía, quienes salieron corriendo al verlos. Finalmente lograron identificarles”. Los agentes insiste Cuenca “aconsejaron a los jóvenes agredidos a que denunciaran por estos hechos”, aunque “todavía no la han hecho, lo harán en breve”.
Según detalla Cuenca irán a acompañar a los jóvenes agredidos “estas cosas no se suelen denunciar por vergüenza, sobre todo en los más jóvenes”. Ha resaltado el hecho de que no se denuncien todos los casos de este tipo “o por el miedo a los agresores a que haya una repercusión o bien por el tema de la familia, de contarlo en casa. Lo importante es que se pongan en conocimiento de autoridades policiales”.
IMPORTANTE DENUNCIAR
La abogada y miembro del Colectivo Abanico de Albacete, Alba Fernández, ha detallado a El Digital de Albacete además que “no se dan denuncias de este tipo casi nunca porque son personas que se sienten desprotegidas, porque toca explicarse, identificarse y que todo el mundo conozca de su condición sexual. Además, ocurre que la mayoría de las veces a los agresores no les pasa nada, por lo que suele haber miedo y no quieren pasar por un proceso judicial”.
Como abogada, Fernández ha animado a estos jóvenes agredidos a denunciar. Actualmente con la reforma del Código Penal, detalla Fernández, “se ha intentado proteger este tipo de situaciones”, así informa se puede apreciar según el “artículo 22.4 del Código Penal con el agravante por razones de odio contra un determinado colectivo como pueda ser el homosexual o delitos racistas; e incluso en el artículo 510 donde están los llamados delitos de odio, así cualquier acto que hagan para enaltecer o agredir o vejar a un colectivo como puede ser el suyo también es un delito que tiene hasta penas de prisión”. Además, insiste la abogada en que “los jóvenes podrían denunciar en sí la agresión por el maltrato que han tenido, a pesar de que no hay lesiones de gravedad. El maltrato de obra lo podrían denunciar, es importante denunciarlo y que se tenga consciencia de lo que está pasando”.
Así concluye Fernández que “con la denuncia y si llegaran a juicio podría convertirse en un ejemplo para que no vuelva a ocurrir. Y es que cuando la gente comete este tipo de actos de odio se piensa que no pasa nada, que tienen derecho y les humillan porque ellos están en una situación de poder”.
Desde el Colectivo Abanico están estudiando la fórmula para que “este suceso no quede en un hecho anecdótico o en un altercado de una noche, no se puede consentir”. Es por ello que insisten en que han contemplado llevar a cabo acciones de denuncia de situaciones como ésta “a través de un comunicado, aunque estamos estudiando la mejor manera de hacerlo. Pondremos las medidas oportunas para que no quede en un hecho anecdótico”.
Un suceso del que asegura Cuenca “han recibido apoyo desde diferentes asociaciones regionales como WADO LGTBI+” . Y es que insisten desde el Colectivo Abanico “hay una necesidad real de educar en la diversidad y en no agredir a otras personas por su orientación sexual”.
