Los Centros de Salud, el Hospital y las farmacias, están siendo, por desgracia, lugares más visitados de lo deseado en la ciudad de Albacete durante las últimas semanas debido a la epidemia de gripe, ganando terreno a pasos agigantados la nueva variante de la misma, la que los expertos han catalogado como ‘variante K’, cuyos síntomas, además de los clásicos, llevan asociados en algunos casos problemas estomacales y procesos de diarrea.
Así las cosas, y según destacan los expertos, la circulación dominante de una nueva variante del virus de la gripe A (H3N2), conocida como variante K, está marcando una temporada gripal inusualmente precoz y prolongada en Europa. Países como Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Portugal han registrado picos epidemiológicos adelantados entre tres y cuatro semanas respecto a años anteriores, con un impacto directo en la presión asistencial de la atención primaria, los servicios de urgencias y los hospitales.
Albacete no se escapa
España no ha sido ajena a esta epidemia de gripe, así como tampoco lo ha sido la ciudad de Albacete, donde muchos vecinos han pasado por los servicios sanitarios aquejados de cualquiera de las variantes que circulan de gripe. Además de la A y la B, que ya son detectadas por los test junto al COVID, ahora también circula la variante K, que a los molestos síntomas clásicos añade problemas estomacales y procesos marcados por la diarrea.
Así las cosas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado este subclado K como una rama genética diferenciada del virus estacional H3N2. Su expansión sostenida durante el otoño y el inicio del invierno ha provocado un aumento significativo de los casos de infección respiratoria aguda en buena parte del continente europeo.
Mayor transmisibilidad
Según la Comisión de Microbiología de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEMEDLAB), el comportamiento del virus responde a un proceso conocido como deriva antigénica, habitual en el subtipo H3N2. La variante K presenta varias mutaciones en la proteína hemaglutinina, una de las principales dianas del sistema inmunitario, lo que puede reducir parcialmente la protección conferida por infecciones previas o por la vacunación.
No obstante, los expertos subrayan que el cuadro clínico no difiere de forma sustancial del observado en la gripe estacional clásica. Los síntomas más frecuentes siguen siendo fiebre, tos, congestión nasal, dolor muscular y malestar general; a los que hay que añadir los citados problemas estomacales. La principal diferencia clave radica en su mayor capacidad de transmisión, que ha acelerado el inicio de la epidemia gripal y ha incrementado el número de casos en un periodo de tiempo más corto.
Situación en España
En España, los sistemas de vigilancia epidemiológica han detectado un ascenso temprano de la incidencia gripal, con un claro predominio del subtipo H3N2. Aunque la secuenciación genómica aún no se ha completado de forma homogénea en todas las comunidades autónomas, los especialistas consideran altamente probable que la variante K esté detrás de este repunte.
Los expertos descartan, por el momento, un aumento significativo de la virulencia del virus y apuntan a un escenario de adaptación viral en una población con inmunidad parcial, un fenómeno esperado en la evolución de la gripe estacional.
Retos para la vigilancia y la salud pública
La expansión de la variante K plantea desafíos relevantes para los sistemas sanitarios europeos y para los servicios de Microbiología Clínica, que deben reforzar la vigilancia virológica y la capacidad diagnóstica. Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de la vacunación, especialmente en los grupos de riesgo —mayores de 65 años, niños pequeños, mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas y profesionales sanitarios—, así como en mantener medidas básicas de prevención respiratoria.
La temporada 2025-2026 confirma, una vez más, la naturaleza cambiante del virus de la gripe y la necesidad de una respuesta coordinada y anticipada para minimizar su impacto sanitario y social.


