El proyecto PHV Albacete HIVE 1, una de las mayores iniciativas de hidrógeno verde planteadas en Castilla-La Mancha, concluyó su fase de Información Pública en septiembre, tras más de cuatro años de trabajo previo. La propuesta combina 1.261 megavatios de energía solar, 310 megavatios de eólica y una planta de electrólisis de 800 megavatios, junto a una instalación para la producción de amoniaco verde, con implantación en los términos municipales de Albacete, Chinchilla de Montearagón, Pozo Cañada, Valdeganga, Casas de Juan Núñez y Pozo Lorente.
Desde el hub de hidrógeno verde ALBAMED, su director, Estanislao González, explica que el proyecto se encuentra en la “recta final” de su tramitación y subraya que su dimensión responde a criterios de viabilidad industrial. En ese sentido, destaca que la iniciativa encaja en los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que fija para 2030 una capacidad de 12 gigavatios de electrólisis, a los que este proyecto aportaría en torno al 6,6%.

Uno de los aspectos que más debate ha generado es la ocupación de suelo agrícola, estimada en 2.776 hectáreas. Desde la promotora se defiende que esta cifra representa solo el 0,33% del suelo cultivable de la provincia, que supera las 800.000 hectáreas, y se insiste en que “no se va a expropiar para instalar placas o turbinas”. Según trasladan, el diseño incorpora medidas de compatibilización agroganadera y seguimiento ambiental para favorecer la integración con el medio natural y la biodiversidad.
La escala del proyecto se acompaña, según sus responsables, de un amplio paquete de medidas ambientales y sociales. En total, se contemplan 65 medidas compensatorias dentro de la Autorización Ambiental Integrada: 35 de carácter ambiental acordadas con los servicios técnicos de la Junta y 30 medidas socioeconómicas voluntarias. Parte de estas últimas han sido diseñadas de forma específica junto a los municipios implicados para generar un impacto positivo en empleo, formación, cohesión social, conservación del patrimonio y turismo sostenible. El director del hub defiende que se trata de una estrategia orientada a “alinear agendas y generar valor compartido en el territorio”.

El impacto laboral es otro de los ejes destacados. Durante la fase de desarrollo ya han participado 112 personas, con un 80% de empleo localizado en Albacete. Para la etapa de funcionamiento, la previsión es de 235 puestos de trabajo directos, estables y a jornada completa, además de un volumen de empleo indirecto asociado a la industria vinculada, el transporte y las labores de vigilancia y seguimiento ambiental. Desde la promotora se subraya que, frente a una agricultura muy tecnificada y con baja generación de empleo, el proyecto supondrá “un impacto muy positivo en cantidad, estabilidad y condiciones laborales”, con el compromiso de integrar a trabajadores agrícolas del entorno e impulsar programas de formación y recualificación junto a ayuntamientos, la UCLM y centros de Formación Profesional que faciliten el acceso al empleo asociado al proyecto.
El uso del agua es otro de los puntos sensibles. Según se explica, el proyecto transformará concesiones agrícolas existentes a uso industrial siguiendo los criterios de la Confederación Hidrográfica del Júcar, lo que permitiría reducir el consumo anual de 7,6 a 3,4 millones de metros cúbicos. “La diferencia permanecerá en el acuífero”, señalan, defendiendo que la iniciativa contribuirá a una menor presión hídrica y a su regeneración a largo plazo. Además, se prevé aplicar tecnología de vertido cero, sin descarga de salmueras, y un sistema de almacenamiento para bombear agua en periodos de mayor disponibilidad y evitar hacerlo en verano.
En cuanto al destino del amoniaco verde, los usos prioritarios se centran en la agricultura, especialmente en la fabricación de fertilizantes con menor huella de carbono, así como en el impulso de industrias asociadas como la producción de urea. También se contempla su utilización como combustible marítimo y como vector para transportar hidrógeno verde hacia sectores industriales como el acero.
Desde ALBAMED insisten en que se trata de “un proyecto serio y viable, ambiental, social y económicamente”, y trasladan un mensaje de oportunidad para la provincia. En palabras de su director, el objetivo es combinar empleo local, desarrollo industrial y sostenibilidad, en un proyecto “desarrollado desde el inicio por gente de Albacete, para Albacete”, con la aspiración de convertirlo en una palanca de prosperidad compartida para el territorio.



