El obispo de Albacete, D. Ángel Román, ha querido felicitar la Navidad de una manera original y muy ligada a la tierra, recorriendo varios pueblos de la provincia a sobre el sidecar más famoso de Albacete, el de la mítica película ‘Amanece que no es poco’, ubicado en la localidad de Ayna (Albacete). Un gesto cercano y simbólico con el que ha llevado su mensaje navideño a distintos rincones, invitando a vivir estas fechas desde la esperanza, el encuentro y la acogida.
Desde el río Mundo hasta la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Obispo de Albacete ha recorrido algunos puntos de la provincia sobre este mítico Sidecar para felicitar la Navidad y con un toque de humor. A través de un recorrido por distintos puntos de la provincia, el obispo recuerda que esta es la primera Navidad que se celebra de manera conjunta y anima a vivirla desde el espíritu del Jubileo de la Esperanza.

Felicitación navideña sobre ruedas en Albacete
Durante este mensaje navideño, D. Ángel Román subraya que la Navidad supone anunciar que “nace el más grande” y llama a “ir todos a Belén, dejando un sitio al lado para que alguien nos acompañe”. En este sentido, señala que la Iglesia debe ser una casa de acogida, un portal de Belén del siglo XXI, donde sea posible descubrir al Señor en cada rincón del entorno cotidiano. En la misma línea, manifestaba que “celebramos esta primera Navidad juntos con alegría”, y señalaba que “tenemos que coger fuerza y llenarnos de humanidad para seguir caminando a lo largo de la vida”.
El recorrido culmina con una parada en el Vaticano, ya que hace unos días Ángel Román viajó hasta Roma con motivo del Jubileo de los Presos, en compañía del alcalde de Albacete, Manuel Serrano, y de un grupo de internos de ‘La Torrecica’.
Un viaje que pone el acento en la importancia de compartir, de abrir espacios de acogida y de vivir la Navidad como un tiempo para la esperanza y el encuentro, llevando ese espíritu a cada rincón de la provincia y más allá de sus fronteras.


