Cierras la puerta. Giras la llave. Y aun así, la sensación persiste: podrían entrar en casa. Para muchas familias en España, el silencio nocturno pesa más que el ruido del ascensor, el golpe de una persiana, el frenazo de un coche o un paso en la escalera. El cuerpo se tensa sin motivo aparente, alimentado por unas cifras que no invitan a la calma: los robos en viviendas se han disparado más de un 200% en el país.
Un protector para la familia
En este clima de inseguridad creciente, una raza canina está ganando protagonismo como aliada dentro del hogar: el Cane Corso. Se trata de un perro de gran tamaño y fuerte presencia, pero con un marcado carácter familiar, un instinto de guarda excepcional y una sorprendente afinidad con los niños. A diferencia de otras razas de protección, el Cane Corso no figura en la lista oficial de perros potencialmente peligrosos en España, un dato que muchas familias tienen muy en cuenta a la hora de decidir.
Cada vez más hogares con hijos, empresarios, personajes públicos, deportistas de élite, futbolistas, actores y cantantes optan por esta raza como un “escudo” discreto pero eficaz. No se trata de una moda pasajera, sino de una respuesta directa a la necesidad de sentirse más protegidos en casa. El Cane Corso se ha consolidado como un guardián silencioso en viviendas, chalets y pisos urbanos gracias a su naturaleza protectora, su elevada inteligencia emocional y su capacidad para anticiparse al peligro sin resultar invasivo ni inestable.

Probablemente el mejor criador de Cane Corso del mundo
En este contexto, la figura de Juanma Morato, fundador del criadero Cane Corso X-MAN, se ha convertido en referencia internacional. Con más de 20 años de experiencia, avalado por la Federación Internacional Cinológica y la Real Sociedad Canina Española, Morato es considerado por numerosos especialistas como uno de los mayores expertos del mundo en la raza. Es, además, perito judicial cinológico, adiestrador y especialista en perros de defensa y vigilancia, campeón en varios países y responsable del que fue elegido mejor Cane Corso del mundo en la World Dog Show de Milán. Exporta ejemplares a más de 160 países y ha criado campeones en prácticamente todas las categorías. Aun así, sostiene que su verdadero éxito no son las copas ni los títulos, sino haber convertido a sus perros en auténticos miembros de la familia.
Preguntado por la sensación generalizada de inseguridad, Morato asegura que es más habitual de lo que parece. “No hace falta que te entren en casa para sentir miedo; basta con leer una noticia o conocer el caso de un vecino o un familiar. El cerebro empieza a imaginar escenarios posibles, y cuando hay niños, esa alerta se multiplica”, explica. Sobre si este repunte de robos será algo pasajero, su diagnóstico es claro: “No parece que vaya a frenarse a corto plazo. Las viviendas se han convertido en un objetivo habitual. No se trata de vivir con miedo, sino de vivir preparados”. Para el experto, la clave no está en alarmarse, sino en tomar medidas reales de prevención.

El guardián silencioso del hogar
En ese escenario, el Cane Corso se presenta como un guardián por excelencia. Su historia se remonta a la época romana, cuando acompañaba a las legiones, protegía campamentos y vigilaba suministros. Hoy el contexto es distinto, pero la esencia permanece. “No es un perro escandaloso ni agresivo”, señala Morato. “Analiza antes de actuar. No ladra por nerviosismo, reacciona ante el peligro real”. Según el experto, estos perros perciben tensiones musculares, respiraciones irregulares y cambios en la energía corporal, además de contar con un olfato privilegiado. “El Cane Corso no reacciona al ruido, reacciona al peligro”, resume.
Dentro del hogar, su comportamiento es tan firme como discreto. Suelen situarse de manera instintiva entre la familia y lo desconocido, ocupan puntos estratégicos de la casa y vigilan sin generar ansiedad. Al contrario: aportan sensación de calma. Ese perfil de “guardián silencioso” convive con un marcado carácter familiar que lo convierte en un perro especialmente adecuado para convivir con niños.

Excelente comportamiento con niños
Morato insiste en que el Cane Corso no es un perro peligroso, sino un animal leal, equilibrado y muy apegado a su núcleo humano. Su instinto protector se acentúa con los más pequeños. “Con los niños es especialmente sensible. Los identifica como lo más frágil del grupo y los protege de forma natural”, afirma. Esta combinación de serenidad, vigilancia constante y ternura con los menores explica su creciente presencia en hogares familiares. Todo ello, subraya, con el añadido de que la raza no está incluida en la lista de perros potencialmente peligrosos, lo que facilita su tenencia responsable en entornos urbanos y familiares.
Cría pensada para la familia
El método de cría de Morato se basa precisamente en potenciar ese equilibrio entre guarda y convivencia. En su centro, los cachorros no se crían en jaulas, sino que disfrutan de unos 20.000 metros cuadrados de espacio al aire libre. Desde muy pequeños están en contacto constante con personas y niños de su entorno, conviven con voces, ruidos cotidianos y situaciones reales del día a día. Su alimentación se basa en dieta natural BARF, pensada para un crecimiento sano y sólido, y cada rutina veterinaria y de manejo tiene como objetivo que el perro llegue a su futuro hogar emocionalmente estable, bien socializado y en buen estado de salud. “Un perro equilibrado no nace por casualidad, se construye desde el primer día”, subraya el criador.
Morato asegura que lo que realmente adquiere una familia no es solo un perro, sino tranquilidad. “Quien convive con un buen Cane Corso duerme mejor, vive más relajado, deja de revisar la cerradura cada noche”, explica. Asegura recibir mensajes constantemente de familias que le cuentan cómo ha cambiado su día a día desde la llegada del animal. Para muchas de ellas, el Cane Corso se ha convertido en algo más que un perro de guarda: es un compañero fiel, cariñoso con los niños y un seguro emocional dentro del hogar.
Más allá de los datos y los premios, el experto condensa la filosofía que muchos hogares empiezan a asumir: no se puede controlar lo que ocurre fuera, pero sí se puede proteger lo que se tiene dentro. Y en esa tarea, el Cane Corso se está consolidando como uno de los grandes aliados de las familias españolas y de medio mundo, ya que hasta el criadero de Juanma Morato llegan familias de numerosos países dispuestas a incorporar un ejemplar único.



