Seguimos inmersos en la misma marabunta de enredos: comisiones de investigación, detenciones y registros, políticos notables encarcelados, cruces de declaraciones y elecciones –hoy mismo en Extremadura–. Y, pese a todo el país no se detiene; incluso se habla de datos macroeconómicos superiores a los de cualquier país de nuestro entorno.
Eso sí, sin duda, tiene mérito. Tal vez sea porque la ciudadanía, en su conjunto, se encuentra a otro nivel respecto de la clase política. No digo que valga más –no seré yo quien sostenga que la buena política ya no sirve–, sino todo lo contario: apelamos precisamente a los buenos políticos y a la política de verdad, la que se ocupa de lo importante.
Hemos visto como la vicepresidenta segunda, Yolanda Diaz, de SUMAR, se pone farruca, elevaba el tono y parecía plantarse ante la situación política actual. Daba la impresión –aunque resultaba poco creíble– de que pretendía dar un puñetazo en la mesa. Sin embargo, el paso del tiempo va confirmando que todo quedó más en un gesto, un arrebato, que en una acción efectiva.
La sensación es que falta categoría política y sobran poltronas de las que vivir de lo público. Después, algunos se preguntan por qué VOX continúa creciendo, como si se tratara de un fenómeno contra natura. Hoy mismo lo veremos en Extremadura: los resultados ofrecerán una pista clara sobre por dónde pueden ir las cosas en los próximos meses, e incluso años.
Al presidente del Gobierno y a algunos ministros, con mayor o menor disimulo, pareció provocarles una sonrisa la petición formulada por la vicepresidenta. Una torpeza política difícil de disimular. Al final, todo parece que ha quedado reducido a una reunión de perfil bajo, casi testimonial.
Incluso al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lo expresó con su habitual ironía al advertir: “A ver si se van a llevar una sorpresa”.
Pareció, aunque no era creíble que se ponía seria, pero no, todo una farsa, como se está comprobando.
El presidente del Gobierno y algunos ministros con más claridad les ha dado la risa con la petición de la vicepresidenta. ¡Qué torpeza política! Se conforman con una reunión, casi, casi, con los porteros del edificio.
No parece que estén dispuestos a abandonar el Gobierno bajo ningún concepto. La percepción general es que se encuentran cómodos: se vive bien, se cobra bien y se disfrutan de prerrogativas que no están al alcance de cualquiera. Quizá esta impresión sea injusta o errónea, pero lo cierto es que muchos de esos ministros –con competencias limitadas– resultan prácticamente desconocidos para la mayoría de la ciudadanía, y aun así permanecen aferrados al cargo.
Permisos para el duelo mientras no se llega a fin de mes
Ahora se han inventado algo que no saldrá en la votación del parlamento como es la ampliación de los permisos por fallecimiento de un familiar hasta 10 días, junto a otros dos tipos de permisos. Han presentados tres tipos de permiso. Gobernar sin el Parlamento es complicado. ¿Quién paga la fiesta? Lo presentan como algo magnifico. Lo tengo claro, no hablan con los trabajadores. Ahora mismo la preocupación de un trabajador es llegar a fin de mes, poder llenar la cesta de la compra o, incluso, permitirse comprar pescado en estas fechas navideñas. La inquietud no es disponer de más días “disfrutables” cuando fallece un familiar cercano, sino sobrevivir económicamente. De hecho, como norma general, muchos trabajadores reconocen que en numerosas empresas no se les pone problema alguno para ausentarse los días necesarios en situaciones de este tipo.
Cabe preguntarse, por tanto, si este es el papel que quieren desempeñar los dirigentes de SUMAR y la complacencia de las organizaciones sindicales. Y también si realmente creen que propuestas de este calibre no empujarán a muchos trabajadores a inclinarse aún más hacia opciones de derechas, como el PP o VOX.
Personalmente no conozco a un solo trabajador que esté pendiente de si serán tres o quince los días de permiso en caso de perder a un familiar. Perder a un ser querido es un drama, sin matices ni compensaciones administrativas. Y cualquier intento de convertirlo en bandera política corre el riesgo de resultar, sencillamente, un fiasco.
Prefiero leer noticias como la publicada por algunos medios, entre ellos El Digital de Albacete: “El Ministerio de Defensa español adquiere 100 helicópteros AIRBUS”. Además de “reforzar las capacidades industriales actuales de la compañía, se estima que el plan tendrá un impacto directo en la generación de empleo de alta cualificación, con la creación de más de 300 nuevos puestos de trabajo”. Albacete, por tanto, continúa situada en el mapa de la industria aeronáutica. Conviene recordar –en este caso es inevitable mirar al pasado– quién impulsó la instalación de la factoría en la ciudad. Fue una decisión en la que participaron distintos actores y colectivos, pero el papel determinante, difícilmente discutible, correspondió al albaceteño José Bono Martínez.
El presente cuenta con responsables políticos en activo, pero también con figuras que desempeñaron un papel relevante en etapas anteriores. Entre ellas se encuentra, sin duda, la persona anteriormente mencionada, cuyo legado sigue teniendo reflejo en la realidad industrial actual de la provincia.
No parece que los miembros de la Corporación del Ayuntamiento de Albacete vayan a mostrar reparos ante el regreso de su alcalde, Manuel Serrano, que, si no ha traído bajo el brazo la bendición papal para todos los albaceteños, poco le habrá faltado. Al menos, el Papa, León XIV ya posee su correspondiente navaja albaceteña y el nombre de Albacete difícilmente le resultará ajeno a partir de ahora.
Es razonable pensar que el Obispo de Albacete, don Ángel Román Idígoras, habrá quedado satisfecho al poder contar con la presencia de la primera autoridad local en tan singular encuentro. Y, en el ámbito municipal, el gesto será interpretado dentro de la normalidad. La mayoría de los concejales –quizá con alguna excepción– no son ajenos a los oficios religiosos.
Unos acudirán por convicción personal, otros por tradición o por compromiso institucional; unos con mayor fervor que otros, pero cuando corresponde estar, se está. Así lo percibo, al menos, desde una mirada externa. No todos comparten las mismas raíces cristianas que la concejala Llanos Navarro, pero, en general, el respeto se mantiene.
En cualquier caso, conviene dejar constancia de un hecho objetivo: la mano del alcalde ha estrechado la del Papa, y eso, sin duda, no es un gesto cualquiera.
Para ir terminando. Ahora que se habla tanto de polarización, incluso hay encuestas que señalan hasta dónde llega el fenómeno de nuestros días que es capaz de romper amistades y relaciones familiares.
Hemos picado como lelos en lo que a veces son directrices políticas que unos cuantos iluminados quieren imbuirnos y hasta lo consiguen.
Claro que, algo se mueve, leía el otro día en Vozpópuli: “Prisa da por amortizado a Sánchez e inicia la campaña contra el Gobierno”.
Sin embargo, hace unos días, en una tertulia de la SER criticaban, como es habitual, a Feijóo, en este caso por el tono empleado en el discurso de la cena de Navidad en Madrid. Hablaba una tertuliana de “tono ridículo y tono faltón”. Tan solo observé lo que se dice en una cena en la que te diriges a tu “clientela” en un tono mitinero y festivo, sin más. Si llegan a escuchar a Manuel Serrano, en la comida de Navidad con los suyos, en Albacete, quizá también lo hubiesen despellejado.
En cualquier caso, algo se mueve…y algunos ya afinan todos los sentidos. Incluso el PP de Paco Núñez reúne cada vez a más gente, incluidos responsables de medios que durante años practicaron el silencio selectivo y hasta responsables de medios de comunicación de izquierdas que a diario lo tienen “vetado” –poquita cancha se le da– y ahora empiezan a acudir casi en grupo, sin delegar, a la comida del PP y a repartir gestos de cordialidad Solo falta que se acerquen unas elecciones –las que sean– para que los giros sean más que evidentes.
La deducción no requiere demasiada perspicacia: conviene ir despejando caminos ante un posible cambio de ciclo, sobre todo cuando las encuestas vienen avisando. Y, por si acaso, no faltará quien empiece a colocar algún huevo también en el cesto de VOX, no vaya a ser que los números manden y el reparto incluya competencias con efectos directos sobre la economía. Pura previsión. O simple instinto de supervivencia. De lo demás, ya hablamos otro día.
Se quejaban el viernes de que la candidata del PP en Extremadura no había acudido a los medios o a determinados medios. Desconozco su política informativa. Creo que ha cometido algunos errores de bulto, centrando parte de su campaña contra Abascal, con quien podría tener que negociar. Veremos lo que sucede; hoy se despejarán las dudas.
Por no prodigarse en entrevistas no creo que la política extremeña sea menos demócrata. La polarización fomentada desde algunos medios de comunicación tiene estas consecuencias. Los ciudadanos valorarán otras cuestiones y, según las encuestas la victoria del PP y VOX puede ser apabullante. Digamos que el bloque de la derecha, al margen de los pactos que puedan ser necesarios.
La jornada electoral de ese domingo tiene un indudable interés y trasciende de lo que pueda suponer en una región. La viviremos como procede.
Les deseo de corazón una Feliz Navidad, en paz y con la mejor armonía posible. El próximo domingo aquí estaremos, sin descanso.
Ángel Calamardo
X: @AFCalamardo


