MAR ABIERTO | Polarizar: dos acepciones y una ambigüedad

Las ambigüedades léxicas se utilizan para influir en percepciones, decisiones y emociones o lo que, hablando claro, es lo mismo; manipulación psicológica. Las palabras ambiguas inducen a la equivocación y lo que es igual de importante, confunden y dirigen al oyente hacia una interpretación deseada. A ciencia cierta, lo que se sabe es que los eufemismos alteran los juicios morales haciendo que las malas acciones parezcan menos graves. Por ejemplo, daños colaterales por muertes civiles. De hecho en publicidad, en positivo, se han utilizado, y mucho, por aquellos que han sido capaces de crearlo porque es un potente gancho.

En contexto figurado polarizar es concentrar la atención, el interés o el ánimo en algo, focalizar, atraer, centrar…. Y en contexto social o político es dividir en extremos opuestos, generar enfrentamiento, separar, radicalizar…

En general el uso del lenguaje ambiguo es intencionado, para bien o para mal y aunque es un fenómeno cognitivo natural que el cerebro resuelve eficientemente, su manipulación explota vulnerabilidades para influir en el comportamiento.  Influir solo influye lo que es cercano pero las redes y la telefonía móvil, han cambiado las reglas del juego.

Recientemente he leído un artículo del Instituto de Ciencias de Sistemas Complejos de la Universidad Médica de Viena, que se puede consultar aquí.

En el que los autores exploran ‘Por qué más interacciones sociales conducen a una mayor polarización en las sociedades’ y paradójicamente llegan a la conclusión que un mayor número de interacciones sociales pueden amplificar divisiones mayores mediante mecanismos de autoorganización basados en hemofilia (tendencia a conectar con personas similares) y equilibrio social (formación de grupos balanceados: amigos de amigos son amigos, o enemigos de enemigos son amigos). Cosas que no nos son ajenas porque de toda la vida, más bien desde que el mundo es mundo sabemos eso de: “El que no está conmigo, está contra mí”, dicho por Jesús en el Evangelio según San Mateo y versionado después por G.W Bush y otros tantos. 

Es un pensamiento cultural profundo de nuestra civilización que si bien lo tenemos arraigado en el corazón, eso no nos ha impedido llegar hasta aquí y relacionarnos fenomenalmente con personas de todos los colores. La cosa es grave cuando Campofrío hace un anuncio para poner en evidencia la polarización de nuestra sociedad, sobre todo cuando dura casi 3 minutos, como una película en modo corto. Con todo y con eso me quedo con el anuncio del Grupo Mutua porque a mi también me han regalado la mejor infancia del mundo donde polarizarse era poner el foco en algo y donde encuentro un espejo para darme cuenta de que las experiencias que acumulamos tienen un valor inmenso, justo lo contrario de su lema porque las experiencias son las que generan las emociones, pero estas son subjetivas y las experiencias, reales. Cuando pensamos en volver es al momento, al contacto, al tiempo de esa mirada que te atraviesa como un rayo, siempre fugaz.

La Navidad nos coloca en el presente y en el pasado a la vez, nunca en el mañana y esa es su magia: dejamos de preocuparnos por lo que pasará porque las Navidades venideras, simplemente, ya se verán. son un paisaje que no existe y nos da igual. 

Feliz Navidad junto a sus familias. De corazón y de verdad, disfruten del calor de todos los que están.

Amelia F. Fernández-Pacheco

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