La Navidad es sinónimo de unión, familia y alegría, pero también es tiempo de generosidad y solidaridad. Esto es algo que tienen muy presente con la llegada de estas fechas los jóvenes de Albacete.
El grupo de jóvenes de la parroquia de San José lleva organizando la campaña ‘El Kilo, El Litro y La Lata’ desde 1983 con el objetivo de recolectar alimentos y productos de primera necesidad para quienes más lo necesitan. Una iniciativa que volverán a poner en marcha los días 19 y 20 de diciembre en Albacete capital.

Recogida de alimentos en Albacete
Sobre este proyecto solidario compartía una de las responsables del comité organizador de la campaña, Irene Elbal, que “el objetivo es recoger alimentos con el objetivo de ayudar a las personas con menos recursos de Albacete”. Una iniciativa en la que se implican de lleno los jóvenes de esta parroquia, quienes se encargan de “organizar todo”, y a la que año tras año se suman también “jóvenes de otras parroquias y movemos de Albacete”, trasladaba Elbal.
Un particular equipo que ataviado con “petos naranjas” se situarán en la puerta de los supermercados de Albacete para “entregar a los clientes un papel en el que vienen reflejadas las prioridades que hay para la recogida de alimentos”, detallaba Irene Elbal. En concreto, incidía en que este año se precisa de “aceite, harina, pasta, legumbres, agua, leche, latas de conserva o productos infantiles”, entre otros.
Iniciativa que ayuda a cerca de 370 familias en Albacete
La solidaridad de los albaceteños la recogerán estos implicados jóvenes quienes participan en esta campaña de forma totalmente voluntaria. Así, trasladarán los alimentos hasta las instalaciones del “RUA, Reparto Unificado de Alimentos de las Cáritas Parroquiales del Arciprestazgo Nº2 de Albacete”, detallaba, añadiendo que tras ello “se clasifican, empaquetan y ordenan para que puedan seguir atendiendo a muchísimas personas y familias de Albacete que verdaderamente lo necesitan”.
En concreto, subrayaba la importancia que tienen este tipo de iniciativas solidarias y es que aseguraba que “nos consta que el RUA atiende a más de un millar de personas en Albacete”, remarcando que supone asistir “a más o menos entre unas 350-370 familias”. Y es que, detallaba Irene Elbal que desde este punto de Albacete capital se hace una entrega mensual “de aproximadamente unos 15.000 kilos de comida y productos del hogar” a personas y familias en riesgo de exclusión.

Implicación en esta campaña solidaria en Albacete
La Navidad es un momento del año en el que más allá de luces y regalos los albaceteños tienen la oportunidad de demostrar su implicación y solidaridad con quienes menos tienen. “La gente va mucho a los supermercados en estos días previos a las fiestas para buscar cosas para la cena de Nochebuena, Navidad, Nochevieja o Año Nuevo, pero a veces se nos olvida que hay personas que siguen teniendo problemas, que son vulnerables y que siguen estando en riesgo de exclusión en nuestra ciudad”, ponía de relieve Irene Elbal. De ese modo, incidía en que un gesto tan sencillo como “quitar un poco de nuestra cesta de la compra para dárselo a aquellos que también merecen una Navidad decente y especial, no viene mal”.
Pero más allá de esto también ponía en valor la implicación de los jóvenes de San José quienes año tras año no dudan en arrimar el hombro para colaborar de forma voluntaria en esta iniciativa. Al respecto, apuntaba Irene Elbal que “en la parroquia se vive la implicación de los jóvenes tanto en esta iniciativa como en el comer social o en otros proyectos de acción social que hay en la Diócesis de Albacete”, reconociendo que “es impresionante”.
Un reconocimiento que hacía extensivo a otros jóvenes de la ciudad de Albacete que también se suman altruistamente a este proyecto. Y es que esperan que en esta nueva edición de la campaña ‘El Kilo, El Litro y La Lata’”, colaboren “cerca de 150 jóvenes de Albacete”. “Es impresionante cómo los jóvenes en Navidad se implican para ayudar a los que más lo necesitan”, aplaudía Irene Elbal.
La campaña ‘El Kilo, El Litro y La Lata’ vuelve a convertirse en un ejemplo de cómo el espíritu navideño puede traducirse en acciones concretas que mejoran la vida de quienes atraviesan situaciones difíciles. Una llamada a la conciencia colectiva que recuerda que la solidaridad no entiende de fechas, pero encuentra en la Navidad un momento idóneo para multiplicarse, demostrando que pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia en la ciudad de Albacete.


