Un total de 3.571 vecinos de Albacete y provincia han dado un paso que muchos siguen posponiendo: pensar en “el viaje de la muerte” y dejar por escrito cómo quieren ser atendidos al final de su vida mediante la Declaración de Voluntades Anticipadas.
Pese a este dato, la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) recuerda que Castilla-La Mancha continúa a la cola en el uso de este derecho y reclama a la Administración regional un impulso decidido para darlo a conocer. “Vivimos en una sociedad tanatofóbica, con miedo a la muerte. Sin embargo, es muy importante pensar en ella, porque es el acto final de nuestra vida”, subraya la tesorera de DMD en Castilla-La Mancha.
La entidad, que se ha presentado oficialmente este miércoles en Toledo, se marca como objetivo “promover una cultura de la muerte digna, para que la buena muerte sea un valor social” y denuncia el escaso arraigo del conocido como testamento vital en la región.
Según los datos hechos públicos por la asociación, solo 5,93 de cada 1.000 habitantes de Castilla-La Mancha han registrado su Declaración de Voluntades Anticipadas, muy por debajo de comunidades como Navarra (32,50 por mil) o el País Vasco (27,72 por mil). Hasta el 30 de junio de 2025, se han contabilizado 13.505 declaraciones en la región:
- 3.571 en Albacete
- 3.323 en Ciudad Real
- 3.224 en Toledo
- 2.134 en Guadalajara
- 1.253 en Cuenca

«Para tener una muerte digna, hay que pensarla y registrarla»
Por grupos de edad, 309 personas tienen entre 18 y 30 años; 2.042, entre 31 y 50; 4.574, entre 51 y 65; y 5.528 son mayores de 65 años. «Si fuésemos a viajar a la Antártida seguramente pensaríamos bastante en cómo hacerlo. Pero el viaje de la muerte, que está asegurado para todos, no lo pensamos», ha lamentado la tesorera de Morir Dignamente.
DMD recuerda que existen 76 puntos de información y registro en Castilla-La Mancha y anima a la ciudadanía a “definir su último viaje”. La entidad insiste en la dimensión práctica de este documento: “Si estuviéramos en coma o tuviéramos problemas cognitivos, no podríamos solicitar la eutanasia si no lo hemos dejado antes por escrito en nuestras voluntades anticipadas. Para tener una muerte digna, hay que pensarla y registrarla”.
La asociación se compromete a seguir presionando a la Administración para que este derecho sea conocido y ejercido con normalidad, al tiempo que pone en valor la decisión de esas 3.571 personas de Albacete que ya han dado el paso de planificar, con calma y por adelantado, cómo quieren que sea el final de su vida.


