Ocho personas han sido detenidas por la Guardia Civil de Albacete tras la explotación con éxito de la operación ‘Rejum’.
Agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Villarrobledo (Albacete), en el marco de la operación ‘Rejum’, han desmantelado un punto de venta de droga que utilizaba, entre otros, un método de distribución especialmente llamativo: camuflaban dosis de cocaína dentro de bolsas de chucherías para venderlas en un establecimiento abierto al público y muy próximo a varios institutos de la localidad.
En la operación han sido detenidas ocho personas, vecinas de Villarrobledo (Albacete) y con edades comprendidas entre los 20 y los 60 años, como presuntas autoras de delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
Las investigaciones se iniciaron cuando la Guardia Civil de Albacete tuvo conocimiento de la existencia de una vivienda que funcionaría como punto de producción y distribución de cocaína. Ese domicilio se utilizaba para adulterar, dosificar y almacenar la droga, que posteriormente era trasladada a un local cercano regentado por los propios detenidos, donde se vendía en pequeñas cantidades y se blanqueaba el dinero obtenido.
El inmueble y el establecimiento se encontraban muy próximos a varios institutos de educación secundaria, una zona frecuentada por menores, lo que incrementaba el riesgo social. A través de vigilancias discretas, los agentes comprobaron un constante trasiego de vehículos y personas que entraban y salían de la vivienda en apenas unos minutos, lo que hizo sospechar que acudían a comprar droga.
Dentro del clan familiar desarticulado, cada miembro tenía un papel definido: el cabecilla, junto a su pareja, realizaba los viajes a localidades de la Comunidad de Madrid para abastecerse de cocaína y se encargaba también de adulterarla y envasarla. El resto de familiares se dedicaba a la venta directa tanto en el domicilio como en el establecimiento público, llegando incluso a realizar entregas a domicilio.
Cocaína escondida en bolsas de golosinas
Durante el seguimiento, la Guardia Civil intervino numerosas dosis de cocaína a personas que habían realizado breves visitas a la vivienda investigada, confirmando la actividad de venta. En el local, para no levantar sospechas entre los clientes en los momentos de mayor afluencia, los investigados entregaban pequeñas bolsas de chucherías en cuyo interior ocultaban las dosis de cocaína, empleando así un sistema de camuflaje que les permitía disimular el tráfico de droga.
En la fase de explotación de la operación, los agentes localizaron y detuvieron a las ocho personas implicadas. Una de ellas fue arrestada cuando se dirigía a la vivienda con la intención de deshacerse de la droga y eliminar pruebas que vinculasen el inmueble con el tráfico de estupefacientes.
Con autorización judicial, se registró la vivienda, donde se intervinieron 432 gramos de cocaína lista para su venta, 10.186 euros en metálico supuestamente procedentes del tráfico de drogas, una pistola detonadora, cuatro puñales considerados armas prohibidas, varias básculas de precisión, una envasadora y diverso material para el dosificado y empaquetado de la sustancia. También se intervinieron tres turismos utilizados por la organización.
La cantidad de droga aprehendida habría supuesto 6.500 dosis en el mercado ilícito. Con esta actuación, la Guardia Civil ha desarticulado dos importantes puntos de venta y distribución de estupefacientes que no solo abastecían a Villarrobledo, sino también a consumidores de localidades cercanas.
Las diligencias instruidas por el Área de Investigación de la Guardia Civil de Villarrobledo, junto con los detenidos, fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de la localidad, que ha decretado el ingreso en prisión de cuatro de ellos.
La operación se enmarca en el Plan Operativo de Respuesta Policial al Tráfico Minorista y Consumo de Drogas en los Centros Educativos y sus entornos, reforzando el compromiso de la Guardia Civil con la protección de la salud frente a las drogas desde edades tempranas. En la fase final del operativo participaron también personal del Servicio Cinológico de la Comandancia de Albacete, junto con un can adiestrado en la detección de drogas.
