El informe sobre exclusión y desarrollo social en Albacete, realizado por la Fundación Foessa y Cáritas Diocesana de Albacete y presentado este martes, indica que hay 21.000 personas en situación de exclusión severa en la ciudad.
El estudio analiza por primera vez la evolución de los niveles de integración y exclusión social en el municipio y ha sido presentado por Rosa García, directora de Cáritas Albacete, y Raúl Flores, secretario técnico de la Fundación Foessa y coordinador del estudio, junto a Ángel Román, obispo de Albacete, y Llanos Navarro, concejala de Acción Social del Ayuntamiento de Albacete, entidad que ha cofinanciado la realización de este informe, ha informado Cáritas en un comunicado.
Rosa García ha explicado que el informe describe un Albacete a dos velocidades, más polarizada que el resto de España, donde el 49,5 % de la población está en integración plena, por encima de la media nacional y regional, frente a un 12,5 % que se encuentra en exclusión severa.
“Hablamos de unas 21.000 personas en Albacete que sufren dificultades serias y acumuladas, personas que sobreviven al margen de la sociedad”, ha explicado Raúl Flores.
Pese a las dificultades que afrontan a diario los hogares en exclusión severa, tres de cada cuatro activan redes y siguen planes de inclusión, pero chocan con barreras estructurales, según el informe, que subraya que la vivienda es «el factor que más exclusión genera, afectando a más de 1 de cada 4 personas (26,1%)».
De hecho, la exclusión residencial es más amplia que en la media nacional y autonómica y, además, el aumento de la cuota del alquiler, un 25 % desde 2018, hace que el 47 % de las personas que viven en alquiler esté en riesgo de pobreza y exclusión social.
Otro dato del informe señala que más de 9.000 hogares se quedan por debajo del umbral de pobreza severa una vez que pagan los gastos básicos (vivienda y suministros), y que 20.000 personas residen en Albacete en una vivienda inadecuada con problemas de hacinamiento, habitabilidad o insalubridad.
Sobre el empleo se pone de relieve que mejora macroeconómicamente, pero ha perdido gran parte de su capacidad protectora e integradora, con lo que «tener trabajo no garantiza salir de la pobreza ni estar vacunado contra la exclusión social”, ha apuntado Flores.
De hecho, el 17,3 % de los hogares albaceteños están afectados por problemas de exclusión en el empleo (inestabilidad laboral grave, parcialidad involuntaria, desempleo).
Llanos Navarro ha señalado que el estudio «es una apuesta valiente para conocer la realidad de Albacete» y ha explicado que se ha llevado a cabo «porque hemos considerado que es la mejor manera de poder actuar cuando se tiene un diagnóstico”.
Navarro ha dicho que el Ayuntamiento destina 13 de cada 100 euros de su presupuesto a atender a aquellos que peor lo están pasando con una cuantía de cerca de 23 millones de euros y una subida del 13% en el último ejercicio.
El obispo de Albacete ha apuntado que con este informe la Iglesia quiere conocer el mundo en que vivimos para servirlo mejor, “por eso nuestra primera línea de acción para acabar con la pobreza es hacer que los más necesitados de nuestra sociedad sientan que pertenecen a una familia que les ofrece una mano, los acoge y los llena de esperanza”, ha apuntado.

