Ante la celeridad con la que vivimos cotidianamente, el arte de tejer emerge como un refugio donde unas manos casi mágicas dan forma a las emociones y las ideas. Así, cada puntada, como si se tratase de un gesto heredado, funciona a un ritmo paciente que transforma hilos en piezas únicas cargadas de identidad. Es el caso de María José Agüera, una talentosa vecina de Albacete, que ha apostado por tejer su propio Belén de ganchillo.
Compuesto por varios ‘amigurumis’, nombre que reciben estas piezas, Agüera ha cambiado el Belén tradicional por uno muy singular, más especial todavía si cabe, ya que lo ha creado de cero y con sus propias manos, aprovechando una de sus grandes aficiones: la costura.

María José Agüera es una gran tejedora, y ha convertido el arte de tejer en una de sus grandes pasiones. “Es un mundo muy amplio y hay patrones de todo lo que te puedas imaginar”, manifiesta la albaceteña, y señala que para ella tejer es su “vía de escape”. “Estás tan concentrada en lo que estás haciendo que te olvidas de lo demás”, asegura.
Un original Belén de ganchillo en Albacete y el talento de María José
Así, esta vecina de Albacete convierte sus ideas en piezas únicas, y ha apostado por fabricar su propio Belén, con estos ‘amigurumis’. “Encontré el diseño y me pareció muy bonito y original”, recuerda María José, que añade que “al final, también es un reto, y la idea es ir ampliando los personajes con los años, porque requiere de mucho tiempo”.

Y es que, cada pieza, aunque pueda parecer pequeña, supone cerca de “5 horas” de puntadas, lo que hace que “las manos se resientan”. Eso sí, a pesar de ello, Agüera sostiene que “es muy gratificante porque ves resultados en poco tiempo y es muy bonito ver cómo lo vas consiguiendo”. Además, señala que “engancha”, y “tienes la necesidad de seguir”.

Así, puntada a puntada, María José ha tejido con sus propias manos este Belén tan especial con su sello propio. “Hay épocas que necesitas una vía de escape. Recomiendo mucho tejer porque estás tan concentrada que se te olvida lo demás”, sostiene, y es que el ganchillo a veces puede resultar casi una terapia. “Es un momento de desconexión”, asegura.

María José Agüera ha tejido sus propias piezas del Belén. Como si de una verdadera Reina Maga se tratase, esta vecina de Albacete ha hecho magia con sus propias manos, dando vida a este Belén tan original y auténtico que la acompañará estas Navidades, y que promete ampliar en las siguientes. Una obra artesanal, que bien podría ser un homenaje a la Navidad, pero también a la paciencia, a la creatividad y al amor por el trabajo hecho a mano. Así, en cada una de estas piezas únicas hay algo más que un Belén: hay tiempo dedicado, mimo y la pasión de quien convierte el arte de tejer casi en un milagro navideño, que recuerda que con aguja e hilo también se puede hacer magia.

