La provincia de Albacete alberga cuatro municipios distinguidos con el sello ‘Pueblos Mágicos de España’, una iniciativa que reconoce a localidades con un patrimonio singular y un fuerte arraigo cultural. Ayna, Bogarra, Carcelén y Valdeganga conforman este selecto grupo, cada uno con un carácter propio que los convierte en destinos imprescindibles.
Conocida como la ‘Suiza manchega’, Ayna se enclava en la abrupta garganta del río Mundo, ofreciendo uno de los paisajes más sorprendentes de la Sierra del Segura. Las terrazas excavadas en las laderas, su entorno rocoso y la riqueza de flora y fauna atraen a senderistas y amantes de la escalada.
A todo ello se suma un interesante legado histórico, como las Pinturas Rupestres de la Cueva del Niño, el artesonado mudéjar de la Ermita de los Remedios, los restos del Castillo de la Yedra o las antiguas salinas del Salero. Además, el municipio mantiene un calendario festivo vibrante, con carnavales, encierros, hogueras y tradiciones que llenan el pueblo de vida durante todo el año.
Historia y paisajes de agua
Bogarra, la antigua Bigerra bastetana, ofrece al visitante un viaje directo al pasado: su papel en las guerras púnicas y su posterior romanización dejan huella en su historia. Hoy, es un refugio natural rodeado de montañas, cascadas y senderos que recorren la Sierra del Segura.
La cascada del Batán, los miradores panorámicos o el Mirador Starlight, ideal para observar estrellas, son algunos de sus atractivos. Sus calles empedradas y su ambiente sereno invitan a descubrir la gastronomía local y a disfrutar de la hospitalidad de sus habitantes.
Un pueblo que late con fuerza
En Carcelén, la magia nace del carácter de sus gentes. Sus calles estrechas y su entorno montañoso enmarcan un pueblo que destaca por su espíritu de lucha, solidaridad y unión.
Carcelén transmite la esencia de una comunidad que ha sabido levantarse ante las adversidades, conservando intactas sus raíces y su identidad rural. Su calor humano y la cercanía de sus habitantes forman parte de su patrimonio más valioso.
Donde el Júcar lo esculpe todo
Valdeganga es la puerta natural al valle del Júcar, un paisaje donde el río rompe la llanura y crea un entorno fértil lleno de huertas e historia. En su término se han hallado restos de la Edad del Bronce, asentamientos íberos y romanos, además de un completo sistema de acequias musulmanas que sigue funcionando casi mil años después.
Entre sus rincones más emblemáticos destacan la Cueva de los Moros, las rutas verdes que recorren antiguas calzadas romanas y enclaves como las ruinas de la ermita gótica de San Benito, el puente romano de Puente Torres o parajes naturales del Júcar como Bolinches, las Mariquillas o Calicanto.
Ayna, Bogarra, Carcelén y Valdeganga constituyen un mapa de emociones, historia y naturaleza que muestra la riqueza de la provincia. Cuatro pueblos diferentes entre sí, pero unidos por su autenticidad y por la magia que cada uno guarda en sus rincones.
