Maca es la protagonista de la primera aventura literaria de las piscólogas Victoria Espinosa y Laura Núñez. Una pequeña que, enamorada de su capa de supeheroína, trata de acercar a niños y no tan niños la parentificación, un fenómeno poco conocido pero muy frecuente.
‘¡Eso no me toca a mí!’ (editorial Peonza 2025) es el primer cuento infantil que aborda la parentificación, una realidad muy prevalente pero invisibilizada y que se presentará el próximo 17 de diciembre en Albacete. Un cuento sobre el que que la psicóloga albaceteña, Victoria Espinosa detallaba que “surgió de forma muy natural”, explicando que tanto ella como su compañera Laura Núñez “somos psicólogas generales sanitarias especializadas en apego y crianza, y al compartir casos clínicos veíamos que la parentificación y sus consecuencias aparecía con mucha frecuencia, tanto cuando tratábamos con familias como cuando trabajábamos con adultos”.

¿Qué es la parentificación?
Fue entonces cuando estas profesionales se dieron cuenta de que esta situación, “más allá del motivo de consulta, que podría estar relacionado con síntomas de ansiedad, depresión o conflictos”, incidiendo en que todos estos casos “la parentificación estaba a menudo presente”. Sobre este fenómeno poco conocido pero más frecuente de lo que pensamos, detallaba la psicóloga de Albacete que “la parentificación ocurre cuando un niño o niña asume roles emocionales o responsabilidades propias de adultos que por su edad no le deberían corresponder”.
Esta realidad está muy vinculada a salud mental, cargas familiares y dinámicas de cuidado invisibles, poniendo de relieve Victoria Espinosa que “no solo tiene impacto en la infancia”, sino que es algo que “también afecta en la vida adulta”. Al respecto, detallaba esta psicóloga y coautora del cuento infantil ‘¡Eso no me toca a mí!’, que la parentificación “puede suceder de una forma muy explícita, cuando se le pide directamente a un niño o niña que haga cosas de adulto, como por ejemplo, cuidar a sus hermanos o hacer tareas de casa”.
Sin embargo, puntualizaba que este fenómeno también puede ocurrir de una forma más sutil, es decir, “que aunque no se le imponga, se le permite que lo haga”. De este modo, especificaba esta profesional que “esto tiene consecuencias en la forma de sentir, de relacionarse con los otros, y no solo en el corto, sino también en el largo plazo”. Pero además, reconocía sobre el fenómeno de la parentificación que “es una situación que aparece en todos los contextos sociales, porque puede estar relacionada con múltiples factores: enfermedad mental o física, duelos, divorcios, migración, estilo de crianza, cargas familiares…”.

Sobre la denominada parentificación instrumental, concretaba Victoria Espinosa que “tiene que ver con tareas prácticas”, detallando que debe diferenciarse de las responsabilidades que poco a poco pueden ir aprendiendo los más pequeños. “Nosotras apostamos por que los niños asuman responsabilidades para desarrollar su autonomía pero enfocadas a su edad”, desarrollaba la psicóloga albaceteña, incidiendo en que deben ser cosas que “ellos puedan asumir y que sea sano. Es decir, tenemos que buscar un punto intermedio entre la sobreprotección y la parentificación”. De este modo, incidía en que “demos dar tareas a los niños acordes a su edad y que no tengan que ver con la necesidad del adulto, sino que esté pensada para desarrollar su autonomía y responsabilidad”.
Pero además, ponía de relieve esta profesional que también existe la parentificación emocional, incidiendo en que “es más difícil de detectar”. En este punto, subrayaba Victoria Espinosa que “los estudios dicen que es la que más impacto tiene”, apuntando que es el tipo de parentificación que “tiene que que ver con hacer, por así decirlo, con el sostén emocional de los adultos”. Al respecto, concretaba que “cuando los niños escuchan las preocupaciones de sus padres de forma frecuente, median entre conflictos familiares, tratan de consolar o de calmar a los adultos”, situaciones y aspectos que confirmaba “son complicadas de gestionar emocionalmente para un niño”.
De este modo, explicaba que “muchas veces estos niños son percibidos como muy maduros para su edad”, poniendo como ejemplo que en estos casos los adultos suelen decir expresiones como “hay que ser responsable”, “yo sin esta niña no sé lo que haría” o “es que este niño para mí es mi mejor amigo”, refiriéndose a “sus sobrinos, nietos o hijos”. Sin embargo, compara Victoria Espinosa que “es cierto que son expresiones que decimos con cariño y como una forma de reconocerlos”, pero advertía de que “debemos tener cuidado porque muchas veces detrás de esto lo que está pasando es una inversión de roles, una parentificación que sabemos que tiene consecuencias a largo plazo”.
En relación al tipo de perfil de pacientes que se acercan hasta las consultas de estas psicólogas con algún problema derivado de la parentificación sostenía Victoria Espinosa que “no existe un perfil como tal”, incidiendo en que “se trata de un fenómeno que está muy invisibilizado”. Pese a ello, subrayaba la albaceteña que “podemos detectar algunas pistas o señales que pueden ayudarnos a identificar a estos niños”, y que aseguraba quedan especialmente reflejadas en la protagonista de este cuento infantil al que han dado vida. Al respecto, incidía esta especialista que en sus consultas se encuentran con niños “que son excesivamente responsables o maduros para su edad”. Pero también, menores que “están muy pendientes y muy alerta de cómo se encuentran sus padres o de las conversaciones de adultos”, desarrollaba.

Son situaciones que podrían normalizarse, pero que podrían derivar en problemas como “alteraciones del sueño, en la alimentación o dificultades para poner límites”, pero también con “problemas para relacionarse con sus iguales, ya que vemos cómo estos niños empiezan a no disfrutar del juego y es una forma de perder su infancia”. Más allá de esto, ponía de relieve Victoria Espinosa que la parentificación puede suponer problemáticas mucho más graves que pueden desarrollarse con el paso del tiempo “como una baja autoestima o incluso conductas autolesivas relacionadas con la ideación suicida”.
Es decir, se trata de una problemática que a la larga puede derivar en un trastorno emocional más grave. Una situación que motivó a ambas psicólogas a dar vida a un cuento infantil para dar visibilidad al fenómeno de la parentificación. Así, exponía Victoria Espinosa que “este es uno de los objetivos del cuento ‘¡Eso no me toca a mí!’”, incidiendo en que es una herramienta para “ayudar a profesionales y familias, en primer lugar a que conozcan esta realidad, reconocerla y ponerle nombre; y a partir de ahí empezar a trabajar en ella”.
Sobre la forma adecuada de abordar esta situación, explicaba la psicóloga albaceteña que “depende del caso, de la causa y de las consecuencias, la intervención puede variar”. Al respecto, incidía esta profesional que “en el algunos casos puede ser suficiente con hacer una reflexión, tanto individual como con el padre, madre o familiar del menor”. Sin embargo, desarrollaba que en otros casos, “podría ser necesario hacer un proceso de intervención con terapia psicológica, tanto con el niño como con los padres”, especificando que “es importante trabajar lo que está ocurriendo y por qué se está cargando al niño, porque la mayoría de estos casos se producen de forma involuntaria”.
Y es que, sostenía Victoria Espinosa que “ningún padre quiere cargar al menor con responsabilidades que no le corresponden y hay que detectar qué está ocurriendo”, añadiendo que “en muchas ocasiones tiene que ver con falta de conciliación entre el trabajo y la familia”. Por todo ello, apuesta por “identificar esa causa para, apartar de ahí, ofrecer a esos padres herramientas o soluciones para que, poco a poco, se puedan volver a establecer los roles que corresponden al niño y al adulto, y desarrollar vínculos más sanos”.
‘¡Eso no me toca a mí!’ un cuento infantil que llega a Albacete
La experiencia de las psicólogas Victoria Espinosa y Laura Núñez las ha unido para escribir este especial cuento que trata desde una óptica infantil el fenómeno de la parentificación. ‘¡Eso no me toca a mí!’, recoge la historia de Maca, protagonista de este cuento infantil en el que también se verán reflejados muchos adultos cuyas experiencias han servido de inspiración para estas psicólogas.
“Cada vez que Maca ayuda a su familia tiene una capa que le va creciendo”, explicaba Victoria Espinosa sobre la especial protagonista de este cuento. De este modo, concretaba que “al principio a Maca le gusta mucho esta capa porque le hace sentir muy bien, prácticamente como una superheroína”. Sin embargo, explicaba esta psicóloga de Albacete que “poco a poco esa capa le va trayendo problemas”, como por ejemplo “no dejarla dormir, jugar con sus amigos y disfrutar de las cosas que le gustan”.
Así, con la ayuda de su profesor y sus padres, la protagonista de este cuento infantil aprende a decir que no y a resolver este problema para finalmente quitarse esa capa tan pesada, siendo consciente de que hay cosas que “no me tocan a mí”, sostenía esta profesional de Albacete. Una historia dirigida al público infantil en la que también pueden verse reflejados muchos adultos al reflexionar sobre su propia infancia y los roles adquiridos durante la misma.

“Siempre decimos que aunque este sea un cuento infantil, esta historia también es para personas adultas porque está basada en testimonios y en la experiencia de la infancia de muchos adultos”, concretaba Victoria Espinosa a El Digital de Albacete. En este punto, garantizaba que muchos de los adultos que se sumerjan en esta lectura también podrán sentirse identificados con la historia de Maca, haciéndoles reflexionar sobre cómo la parentificación durante su infancia les ha podido afectar “en la forma de cuidarme o de cuidar a los demás”, apuntaba. Un relato que también “es una oportunidad para conocernos mejor y reparar nuestra propia historia”, subrayaba Victoria Espinosa.
Tras la presentación de este cuento infantil en Madrid y Barcelona, ‘¡Eso no me toca a mí!’ llega a la ciudad de Albacete. La cita será el próximo 17 de diciembre en el salón de actos de la Biblioteca Pública del Estado en la capital albaceteña, a partir de las 18:00 horas. Para asistir a la presentación de este libro puedes inscribirte en el siguiente enlace.

De este modo animaba Victoria Espinosa “a todas las familias y profesionales que trabajen con niños a venir a la presentación en Albacete ce este cuento”. Una cita que será un encuentro ameno en el que estas profesionales también darán las calves sobre la parentificación, apostando por la prevención. “Os animo a venir y a que entre todos podamos compartir, porque cuidar de la infancia es tarea de todos”, expresaba esta especialista de Albacete.
Con la llegada de ‘¡Eso no me toca a mí!’ a Albacete, sus autoras confían en abrir un espacio de reflexión colectiva sobre una realidad que, pese a su impacto, sigue pasando desapercibida en muchos hogares. El relato sobre Maca, sencillo, cercano y cargado de simbolismo, busca no solo acompañar a los niños, sino también interpelar a los adultos y promover conversaciones necesarias sobre los límites, los cuidados y el peso de las responsabilidades asumidas demasiado pronto. Una invitación, en definitiva, a mirar de frente la parentificación y a reforzar el compromiso común de proteger la infancia.

