Cornicabra, Picual, Manzanilla, Arquetipa y Local son las variedades de las que nace un verdadero tesoro en Castilla-La Mancha. El aceite de oliva virgen extra (AOVE) amparado por la Denominación de Origen Protegida (DOP) Aceite Campo de Montiel es un producto único, que reúne unas propiedades excepcionales y que enamora dentro y fuera de nuestras fronteras.
Se trata de un aceite con sello castellano-manchego que se produce en tierras marcadas por la presencia de suelos pardo-rojizos y pardo-calizos, así como por la alta proporción su composición de carbonatos cárnicos y una alta salinidad. El Campo de Montiel es una comarca homogénea con una superficie dedicada al cultivo del olivar de 49.498 hectáreas, representando más del 13% del total destinado a usos agrarios.
Concretamente la zona de producción de este AOVE aglutina más de una veintena de municipios, principalmente de la provincia de Ciudad Real. Se trata de San Carlos del Valle, Membrilla, Santa Cruz de Mudela, La Solana, Valdepeñas, Almuradiel, Viso del Marqués, San Lorenzo de Calatrava, Albaladejo, Alcubillas, Alhambra, Almedina, Carrizosa, Castellar de Santiago, Cózar, Fuenllana, Montiel, Puebla del Príncipe, Santa Cruz de los Cáñamos, Terrinches, Torre de Juan Abad, Torrenueva, Villahermosa, Villamanrique, Villanueva de la Fuente y Villanueva de los Infantes.

Aceite DOP Campo de Montiel
El aceite de la DOP Campo de Montiel se obtiene del fruto del olivo de las variedades Cornicabra, Picual, Manzanilla, Arequipa y Local. Precisamente la variedad local se trata de una variedad endémica de la zona que no está recogida en el Banco de Germoplasma de Córdoba, por lo que se la ha denominado en los estudios realizados desde la DOP.
En este punto, cabe destacar que el contenido mínimo conjunto de las dos variedades principales (Cornicabra y Picual), el Aceite Campo de Montiel es del 75%, siendo el porcentaje de cada una de las variedades, al menos del 30%. Las características más destacables de este producto están directamente relacionadas con el medio geográfico.
Concretamente, el aceite amparado por la DOP Campo de Montiel presenta intensidades considerables de frutado, destacados amargos y picantes, con matices propios de las variedades Cornicabra y Picual, y en menor medida, manzana, almendra… propios de otras variedades. El color de este producto excepcional varía, dependiendo de la época de recolección y de la situación, desde el amarillo dorado al amarillo verdoso.
Los de la DOP Campo de Montiel son aceites equilibrados, con una línea uniforme y promocional, tanto en el frutado como en las intensidades de amargo y picante. Además, estos aceites de oliva virgen extra cuentan con características descabales, que se encuentran estrechamente relacionadas con el medio geográfico, entre otros aspectos.

El aceite de la DOP Campo de Montiel se caracterizan por su elevado contenido en ácidos grasos y su alta capacidad de extracción de aceite. Destacan especialmente por sus altos niveles de ácido oleico y compuestos fenólicos antioxidantes, responsables de conferir a los aceites una gran estabilidad frente a la rancies y a los procesos de oxidación.
En cuanto a las propiedades sensoriales, los aceites de esta DOP presentan amargor y picor, atributos positivos y distintos, en valores destacados según la evaluación organoléptica realizada por el Panel Regional de Cata de Aceite de Castilla-La Mancha durante las campañas 2004-2005 y 2005-2006. Estos parámetros se recogen en las Especificaciones de la DOP Campo de Montiel, que establecen valores de amargor entre 3 y 6 y de picor entre 3,4 y 6,3.

Un producto con el sello Campo y Alma
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha lanzaba Campo y Alma, una marca de garantía creada para aportar valor al trabajo de los agricultores y ganaderos de la región y, por tanto, también a sus productores. Se trata del único distintivo en España que identifica solamente a los productos amparados por una DOP o IGP, tratándose de una marca cuyo objetivo es llegar de manera directa al consumidor quien debe este modo podrá identifique los productos que ampara.
Este es el caso de la DOP Campo de Montiel, siendo mucho más que un vino. Y es que por sus excepcionales particularidades este producto se ha convertido en embajador de Castilla-La Mancha, siendo además una muestra del buen hacer de generaciones de agricultores y un producto que aporta un valor añadido en cualquier cocina.
En definitiva, el AOVE amparado por la Denominación de Origen Protegida Campo de Montiel representa la esencia de una tierra y el fruto del esfuerzo de quienes la trabajan. Cada gota encierra tradición, calidad y un sabor inconfundible que refleja la identidad castellano-manchega. Más que un producto, este aceite es un símbolo de orgullo y excelencia que lleva el nombre de Castilla-La Mancha más allá de sus fronteras, conquistando paladares y reivindicando el valor de lo auténtico.


