El Juzgado de lo Penal nº 1 de Albacete ha condenado a A. C. S. S., médica del Centro de Salud de Yeste, y a su colaborador A. L. G. como autores de un delito de estafa continuada, tras apoderarse de la tarjeta bancaria de un paciente al que la facultativa atendía en consulta y extraer un total de 9.341,24 euros de su cuenta. La víctima ha estado representada por el letrado Eugenio Alarcón Tauste.
Los hechos: una estafa iniciada en plena consulta médica
Según la resolución judicial, a la que ha tenido acceso El Digital de Albacete, los hechos probados revelan que el 26 de julio de 2020, la víctima acudió al servicio de urgencias del centro sanitario tras sufrir la picadura de un alacrán. Durante la asistencia, A. C. S. S. le indicó que, por “protocolos de desinfección” derivados de la pandemia, debía dejar sus pertenencias en la consulta. Entre ellas, se encontraban su cartera y una agenda en la que figuraba escrito el PIN de su tarjeta.
La médica aprovechó ese momento para sustraer la tarjeta de débito, realizar dos extracciones —200 y 300 euros— y posteriormente entregar la tarjeta y el código a A. L. G., quien efectuó 18 reintegros adicionales entre Albacete y Torrevieja, apoderándose de más de 8.800 euros. A estas cantidades se añadieron cargos por comisiones derivados de las operaciones ilícitas.
Investigación y pruebas determinantes
La sentencia detalla que la investigación de la Guardia Civil identificó a A. L. G. a través de las grabaciones de los cajeros y su vinculación en redes sociales con la médica. Los agentes declararon que el acusado reconoció voluntariamente varias prendas usadas durante las extracciones, incluso entregándolas a los investigadores.
El testimonio del perjudicado resultó “coherente, persistente y creíble”, destacando que él no advirtió la estafa hasta que su mujer detectó los movimientos bancarios una semana después.
Abuso de confianza y engaño
La sentencia subraya que la médica se aprovechó de la relación de superioridad profesional y de la vulnerabilidad del paciente, que acudía urgido por una emergencia sanitaria, para generar un engaño suficiente que le llevó a entregar sus pertenencias. El juzgado destaca que esa supuesta práctica de desinfección “no era habitual”, según corroboró una enfermera del propio centro.
Las condenas
La jueza aprecia la existencia de una atenuante de dilaciones indebidas, dado que la causa permaneció paralizada casi tres años por motivos no imputables a los acusados.
Finalmente, el fallo impone:
- A. C. S. S.: 1 año y 6 meses de prisión e inhabilitación especial para el sufragio pasivo durante la condena.
- A. L. G.: 1 año de prisión e igual inhabilitación.
Ambos deberán indemnizar solidariamente a la víctima con 9.341,24 euros más los intereses legales.
La sentencia no es firme
Las partes disponen ahora de diez días para interponer recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Albacete.
