Lágrimas, contradicciones en Urgencias y búsquedas sobre abortos: segunda jornada del juicio por el bebé asesinado en Elche de la Sierra

El exmarido y la suegra niegan cualquier implicación mientras la Guardia Civil revela rastros digitales y el personal sanitario insiste en que la acusada ocultó el parto

Continúa el juicio con Tribunal del Jurado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete en el que una mujer está acusada de acabar con la vida de su hijo recién nacido en Elche de la Sierra (Albacete) en enero de 2023.

En esta nueva jornada se han presentado diferentes testigos, entre ellos agentes de la Guardia Civil, el exmarido (padre del bebé) y la exsuegra de la acusada, así como personal sanitario, entre otros. Tanto el exmarido de la acusada, y padre del bebé fallecido, como la suegra de la misma han negado haber colaborado en los hechos y haber tenido conocimiento de que la acusada estaba embarazada. Del mismo modo, agentes de la Guardia Civil han presentado diversas pruebas en relación a la localización de los familiares, así como de las búsquedas en Internet de la acusada. Por último, han declarado varios doctores y personal sanitario que atendió a la acusada en Urgencias, coincidiendo en que la procesada negaba haber dado a luz.

En la primera sesión del juicio, la Fiscalía pidió prisión permanente revisable para la acusada, y la defensa solicitó su absolución, argumentando que la mujer sufría una alteración conocida como síndrome de negación del embarazo o embarazo críptico. Está previsto que el juicio se prolongue hasta el 24 de noviembre.

La acusada de asesinar a su bebé en Elche de la Sierra (Albacete) / Foto: EFE – Manu

El exmarido de la acusada y padre del bebé fallecido: “No participé en nada, estoy destrozado”

En esta segunda sesión del juicio, ha declarado en calidad de testigo el ahora exmarido de la acusada, y padre del bebé fallecido, que ha negado tener relación con su exmujer desde los hechos, habiéndose divorciado posteriormente. El exmarido ha señalado que se enteró en abril del embarazo, y aseguraba que “en ningún momento le propuse abortar”. En la misma línea, explicaba que comunicaron el embarazo a la familia, y que el 31 de mayo la acusada le manifestó que se iba con la niña de 3 años que tenían en común, al médico y posteriormente le comunicó que “había abortado”, tanto a él como al resto de la familia. El exmarido ha negado sospechar que su mujer estaba embarazada tras ese supuesto aborto.

También ha explicado que el día del parto se fue a trabajar y después realizó varias gestiones, viéndose con algunos familiares, regresando al domicilio sobre las 23 horas, donde su madre le dijo que la acusada “estaba mala” y que estaba en el baño, del que “salió blanca, me dijo que tenía frío y la metí en la cama”, llevándola después al Hospital de Hellín a petición de la acusada, y asegurando que durante el camino “no hablamos ni una palabra”.

Foto de archivo: Miguel Ángel Romero

A su llegada a Urgencias del Hospital de Hellín detallaba el exmarido de la procesada que varias enfermeras le comunicaron que su mujer había dado a luz, y le preguntó a su mujer qué había pasado, cuando entonces “llegaron los agentes de la Policía Nacional, uno se quedó con ella y otro conmigo”. En la misma línea, sostenía el hombre que le comunicó al personal sanitario que su mujer había abortado previamente, y que le manifestaron que no había abortado, por lo que el exmarido llamó a su madre para que buscase ese documento en su domicilio. “Era una pesadilla”, manifestaba el exmarido. Del mismo modo, explicaba haber estado en el hospital hasta primeras horas de la mañana y después regresar a casa para ducharse, cuando su hermana, que estaba en el centro hospitalario, lo llamó porque los sanitarios querían hablar con él. Así, aseguraba que “me dijeron que le habían hecho las primeras curas, que no se equivocaban y que había habido un parto, y que tenía que haber un niño”, y señalaba que después lo llamó su madre para decirle que “habían sacado algo, y cuando llegué había mucho revuelo”, haciendo referencia a su domicilio.

De este modo, el exmarido de la acusada ha negado haber visto sangre en el domicilio, haber sido violento con ella y haber participado en los hechos. También ha asegurado que está “destrozado”. En la misma línea, el hombre negaba haber notado físicamente que su esposa estaba embarazada y aseguraba que su mujer le había manifestado que había abortado y que confiaba en ella.

La suegra de la acusada, entre lágrimas: “Ojalá hubiese oído a mi nieto»

La exsuegra de la acusada ha declarado que su nuera le manifestó que había abortado en mayo, y que negaba haber pensado posteriormente que ésta estuviese embarazada, aunque reconoció verle barriga y le dijo que fuese al médico y que se hiciese un predictor, negándole la acusada el embarazo. Sobre el día de los hechos, manifestaba la suegra de la acusada que llegó al domicilio de su hijo y la procesada, que le abrió, le manifestó que tenía la menstruación y que se encontraba mal.

En la misma línea, sostiene que fue a su casa con su nieta, y regresó al domicilio de su hijo de nuevo para dejar a la niña, cuando vio sobre las 22:40 horas, a su nuera “con mucha sangre”, manifestando que entonces su hijo entró al domicilio. Del mismo modo, negaba haber visto unas tijeras en el aseo, y manifestaba que su hijo le pidió que se quedase con su nieta para ir ellos al hospital.

Así, la suegra negaba que la acusada le hubiese dicho algo relativo al niño, ni al parto. Manifestaba la mujer que su hijo la llamó para decirle que ya estaban en el hospital, y que después la llamó de nuevo “desesperado”, comunicándole que decían que su mujer había dado a luz, y pidiéndole posteriormente que buscase la documentación relativa al aborto, tratando ésta de encontrarla sin éxito. De este modo, explicaba la suegra de la acusada que vio de nuevo la sangre en el aseo, cogiendo el contenido de la papelera del baño, que tiró después al cubo de basura del domicilio y posteriormente al contenedor, contenido que devolvió al cubo de basura de la vivienda porque su hijo le advirtió que no «tocase nada».

Foto de archivo: Miguel Ángel Romero

Del mismo modo, la exsuegra de la acusada negaba haber visto que su nuera estaba dando a luz, ni al bebé, así como ha negado también haber visto unas tijeras. También ha explicado que tiró la basura porque “estaba a tope”, y que “no pensé en ningún momento que pudiese hacer eso”. A preguntas de la magistrada presidenta del tribunal sobre si ésta escuchó algún llanto o gemido, la exsuegra ha asegurado, entre lágrimas, que “ojalá hubiese oído a mi nieto. Ahora tendría un nieto de 3 años».

El suegro de la acusada, que también ha prestado declaración, ha trasladado que bajó a la vivienda de su hijo con su mujer para buscar la documentación del aborto que supuestamente había tenido lugar en el mes de mayo, también en compañía de su cuñada, cuando llegó la Guardia Civil, que se quedó hablando con su mujer. El suegro ha negado que impidiese la entrada de la Guardia Civil al domicilio de su hijo, y ha declarado que pensaban que había sido un error del Hospital de Hellín, y ha negado ver sangre en la ropa de su mujer el día de los hechos.

Investigación de la Guardia Civil: búsquedas en Internet e intervención de los teléfonos

Agentes de la Guardia Civil han declarado en calidad de testigos en esta nueva jornada. El primero de los agentes, instructor del atestado quien coordina la investigación, manifestaba que la acusada confesó a un agente que “había dado a luz y que lo había tirado a un contenedor”, y explicaba que se desplazaron allí. “Primaba acordonar el domicilio e intentar asegurar la cadena de recogida de residuos para localizar al bebé”, detallaba. Así, indicaba que fue la médico forense quien señaló que el niño podría estar en el domicilio y los agentes se desplazaron para realizar la entrada y registro. “Vimos que estaba allí el bebé, en el fondo de la basura, en una bolsa”, indicaba el agente, y aseguraba que la médica forense confirmó que estaba fallecido. 

En la misma línea detallaba el agente que encontraron algunas “prendas manchadas de sangre dentro de la lavadora, unas tijeras encima del lavabo manchadas de sangre, el móvil de la detenida; y dentro del cuarto de lavandería encontramos una bolsa grande donde encontramos documentos relativos al embarazo de la acusada”, entre ellos “un documento que le citaba para una próxima citación ginecológica y otro que se le informa que estaba embarazada de 20 semanas”.

Segunda jornada del juicio

En esos primeros momentos, aseguraba el instructor que, tras el levantamiento del cadáver, solicitaron la intervención telefónica de los dispositivos de los familiares, que confirmaron que el marido“no estaba en Elche de la Sierra” cuando se produjeron los hechos. En lo relacionado a la intervención de los teléfonos móviles, la Guardia Civil intervino las conversaciones del teléfono de la acusada, su marido y su suegra. Así, el agente descartaba la implicación de los familiares. Del mismo modo, ha indicado sobre la relación de la pareja que “no era un matrimonio que se llevase bien”, y que “tenían una situación económica complicada”. En relación al teléfono de la acusada, confirmaba el instructor que “hay conversaciones con sus amigas en las que ella menciona que le ha venido el período”.

En cuanto a las investigaciones de la Guardia Civil, el instructor ha manifestado, a preguntas de la defensa, que “las informaciones que nos llegaron fueron confusas, cuando tomamos declaración al matrón nos dijo que hasta las 9 de la mañana no pudo coser a la acusada porque se negó a ser explorada y no quería hablar con nadie”. Del mismo modo, indicaba que la acusada “manifestó que había dado a luz en su domicilio y que le había ayudado su suegra”, y señalaba “en ese momento no pensábamos que tras 24 o 48 horas fuese a estar el bebé allí”.

Las búsquedas en Internet de la acusada

Un segundo agente de la Guardia Civil, secretario del atestado, ha explicado que su labor pasaba por encargarse del estudio de repetidores de la suegra y el marido de la acusada, así como de la misma. En cuanto a este estudio de los terminales telefónicos, señalaba que la acusada dijo que no estaba su marido durante el parto, y después cambió su versión, manifestando que había sido asistida por él. En cuanto a los resultados de las posiciones de los teléfonos, detallaba que en Elche de la Sierra “hay pocos repetidores”, pero “se pudo determinar un itinerario que el marido realizó durante el día”, descartando su implicación. En cuanto a la posición del teléfono de la suegra, no se puede asegurar debido a las limitaciones de los repetidores de la localidad, ya que no salió de la localidad, según ha trasladado el agente.

En lo relacionado a las búsquedas en Internet del móvil de la acusada, el Guardia Civil apuntaba que pudieron ver numerosas páginas desde octubre hasta el día del parto con búsquedas relacionadas como “abortos, cómo dar a luz en casa, plantas abortivas, remedios caseros para abortar”, entre otros , y señalaba que existen búsquedas que coinciden con el octavo mes de gestación en las que elle buscaba “cómo abortar a los 8 meses”. En la misma línea, detallaba que el día del parto hay búsquedas cerca de las 17 horas como “manejo del dolor de las contracciones del parto”, además de otras búsquedas como “cómo cortar el cordón umbilical de un bebé». La Guardia Civil constata más de 250 búsquedas en este sentido.

Móvil / Foto: Pixabay

En cuanto a las conversaciones intervenidas, el secretario señalaba que la acusada mantuvo “en la clandestinidad” que estaba embarazada. Además, el agente ha señalado que “la relación entre la pareja no era la más idílica, pero el trato no era el más adecuado en ocasiones puntuales”, según los mensajes intervenidos por la Guardia Civil.

Declara el personal sanitario que atendió a la acusada

También ha declarado la médico de Urgencias que atendió a la acusada, en calidad de testigo, que ha manifestado que la procesada les trasladó que estaba sangrando por la menstruación, habiendo visto previamente la historia clínica. Así, manifestaba que le preguntó qué había pasado a lo que la acusada le contestó que había abortado, ofreciéndole la sanitaria su ayuda. “No me estaba cuadrando, en el historial no había nada registrado”, aseguraba, y manifestaba que invitó al marido a mirar la historia clínica, y pidió una revisión en Ginecología. “Tuvimos que llamar a seguridad”, indicaba, detallando que el marido estaba enfadado y nervioso. La enfermera de Urgencias que atendió a la acusada ha señalado que la procesada tenía visitas previas con una matrona y le preguntamos si había abortado en alguna clínica ilegal que no quedara constancia y nos lo negó. “No entendíamos lo que pasaba”, recuerda la enfermera, y sostenía que hablaron también con el marido y que le dijo que había abortado antes.

La ginecóloga que atendió a la acusada en Urgencias ha señalado que en la historia clínica figuraba un embarazo, pero “no había datos a partir de la semana 20”, y manifestaba que la procesada “no se dejó explorar”. Así, ha indicado que la acusada trasladó que había abortado y negaba el parto. “Bajo la sospecha llamamos a la Policía”, detallaba la ginecóloga, y apuntaba que “le preguntamos pero no hubo respuesta; o lo negaba o no respondía a nada”, y manifiesta que el marido “aparentemente no sabía nada”.  Finalmente, sostiene que “al día siguiente la volvimos a explorar, tenía desgarro y suturamos las heridas”, y señalaba que tenía heridas y fisuras que seguían sangrando, compatibles con haber dado a luz. “Cuando la vimos la primera vez, pudimos determinar que se había producido 24 o 48 horas antes”, aunque señalaba la complejidad de fichar una fecha exacta. La auxiliar de enfermería que trabajaba esa noche en Ginecología y que atendió a la acusada en compañía de la ginecóloga también ha confirmado que “cuando la ginecóloga fue a explorarla, la doctora me dijo que había que llamar a la Policía”. Otra de las enfermeras manifestaba que después de pasar la acusada, me pidieron “un suero con oxitocina porque ingresaba”, manifestaba, y detallaba que le contaron que “había dado a luz y que del bebé no sabíamos nada”. “Pasé a cambiarle los sueros varias veces, y después llegó la Policía”, manifiesta, y recuerda que “la vi llorando con una foto de su nena, le dije que cuanto antes nos dijera donde estaba el bebé se podría ir”. 

Imagen de archivo

El vigilante de seguridad del Hospital de Hellín ha testificado en calidad de testigo, señalando que lo llamaron porque el marido de la acusada “se puso nervioso”, y manifestaba que “estaba alterado por lo que le habían comunicado, no estaba de acuerdo con lo que le estaban diciendo”. “Me pidió disculpas por su comportamiento”, aseguraba, y confirmaba que estuvo con él hasta que llegó la Policía Nacional. 

Tras la declaración de estos testigos, la vista oral continuará mañana, 19 de noviembre, en la Audiencia Provincial.

Noelia López

Natural de Albacete, Graduada en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández. Experiencia en medios de comunicación como VIsión6, Es Radio y Telemadrid
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