Varios hosteleros de Albacete han alertado de la presencia de una pareja que, desde hace meses, estaría comiendo en distintos restaurantes de la ciudad y marchándose sin pagar. Los responsables de los locales coinciden en que el ‘modus operandi’ es siempre el mismo. Piden platos de alto precio, comen con tranquilidad y, en un momento de despiste del personal, abandonan el local sin abonar la cuenta.
Una de las hosteleras afectadas ha explicado a El Digital de Albacete que la pareja aparenta ser completamente normal, aunque con un aspecto algo descuidado. «Tú atiendes a todo el mundo. No piensas que se vayan a ir sin pagar», afirma. Según detalla, suelen pedir «de lo bueno, lo mejor», como marisco, carnes, raciones especiales, postres y café, consumiciones que elevan fácilmente la cuenta hasta los 60 o 70 euros.
Mismo ‘modus operandi’
El patrón se repite una y otra vez. Durante la comida, uno de ellos sale a fumar mientras el otro permanece sentado. Después intercambian los papeles, entrando y saliendo del local en varias ocasiones, lo que dificulta tenerlos controlados. «En cuanto te descuidas, se largan», asegura la hostelera, que relata cómo recibió la llamada de un compañero apenas media hora después de terminar su turno avisando de que la pareja había desaparecido sin pagar.
Lo sucedido no es un hecho aislado. Otros propietarios de bares y restaurantes de la capital han informado de situaciones idénticas, hasta el punto de que algunos ya habían compartido imágenes de la pareja en grupos internos del sector tras episodios ocurridos en otros locales.
Un juicio pendiente
Según diferentes testimonios, estos ‘simpas’ se estarían repitiendo en varios puntos de la ciudad, desde zonas céntricas hasta barrios periféricos. En uno de los casos, según explica la hostelera, el afectado «sí consiguió retenerlos y hay un juicio pendiente este mes».
Más allá del perjuicio económico, los hosteleros denuncian la dificultad para actuar por la vía legal. Según afirma la entrevistada, «la Policía nos dice que mientras no superen los 400 euros, no les pueden hacer nada». Algunos negocios llegaron a plantearse una denuncia conjunta, aunque -según indica— «el abogado de la Asociación de Hostelería nos ha explicado que ese tipo de denuncia no sirve en un juicio y que cada caso se tiene que tramitar por separado».
Mientras tanto, los propietarios de bares y restaurantes reclaman mayor coordinación y medidas que permitan evitar que este tipo de casos se sigan repitiendo. La sensación que describen es la de impotencia ante una práctica que, según coinciden, se ha vuelto demasiado habitual en la ciudad.

