La Audiencia Provincial de Albacete tiene previsto celebrar este lunes, 17 de noviembre, el juicio contra una mujer de 38 años de edad por un presunto delito de asesinato por el que la Fiscalía pide la pena de prisión permanente revisable.
Según el escrito de calificación provisional del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso El Digital de Albacete, los hechos se remontan a abril de 2022 cuando la acusada, que estaba casada y tenía una hija de 3 años, se quedó embarazada de nuevo. Cuando tuvo conocimiento de su estado, comenzó a acudir a las correspondientes revisiones en el Servicio de Obstetricia del Hospital de Hellín (Albacete), donde se diagnosticó una gestación evolutiva normal y se determinó una edad gestacional de 11+2 semanas.
Tal y como manifiesta la Fiscalía, la acusada acudió a dos citas más, donde le informaron de que la evolución era normal. Sin embargo, a partir del control del mes de agosto, la procesada dejó de ir a las citas señaladas para los meses de septiembre y diciembre, contactando con ella los facultativos, a quienes manifestó que acudiría a la cita con la matrona, a la que tampoco asistió.
Piden prisión permanente revisable en Albacete
Según indica el Ministerio Fiscal, la acusada dejó de someterse a controles médicos, y pese a que la gestación continuaba, le dijo a su marido y a otros familiares que en mayo sufrió un aborto espontáneo. De hecho, ninguna persona de su entorno familiar ni íntimo sabía que esperaba un hijo.
Como señala la Fiscalía, llegadas la semana 39 de gestación y habiendo llegado el embarazo a término, el 4 de enero de 2023 la acusada se puso de parto, con pleno conocimiento de su estado, ya que había sido madre en otra ocasión, y no pidió ayuda ni asistencia médica. Con la intención de que nadie se enterara del nacimiento de su hijo, a cuya vida quería poner fin, dio a luz en el baño de su casa a un niño vivo y en buen estado de salud.
Según sostiene el Ministerio Fiscal, la encausada, con ánimo de terminar con la vida de su hijo, y a fin de asegurarse de que perdía la vida y de que nadie podría encontrarlo, ni por tanto, asistir al pequeño, cortó con unas tijeras el cordón umbilical que le unía con el recién nacido, lo metió en una bolsa de basura, y ésta dentro de otra de plástico, que cerró con un nudo y tiró al pequeño al cubo de la basura de su casa, donde lo dejó morir.
El recién nacido falleció en Hellín
Esa misma noche, y siempre según detalla la Fiscalía, la suegra de la acusada llegó a su casa y vio el suelo manchado de sangre, alegando la procesada que tenía una regla muy abundante, siendo finalmente trasladada al Hospital de Hellín por su marido, donde negó reiteradamente haber estado embarazada y haber dado a luz.
Así, como indica el Ministerio Fiscal, el recién nacido falleció en la madrugada del 4 al 5 de enero, por un problema cardiorrespiratorio provocado por una combinación de shock hipovolémico e hipotermia y asfixia.
Estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato por el que la Fiscalía pide la pena de prisión permanente revisable, así como la privación de la patria potestad respecto a su primera hija, y la prohibición de comunicarse y acercarse a ella. Del mismo modo, se enfrenta a una pena de libertad vigilada durante 10 años a cumplir con posterioridad a la pena de prisión. En caso de resultar condenada, deberá responder con una indemnización de 50.000 euros a su hija, y con 100.000 euros a su marido. Cabe destacar que la acusada se encuentra privada de libertad por estos hechos desde el 7 de enero de 2023.
Así, está previsto que la acusada acuda este lunes, 17 de noviembre, a la Audiencia Provincial de Albacete.
