Desde El Digital de Albacete venimos informando en las últimas semanas del creciente malestar entre los vecinos de la capital por el deterioro del servicio postal. A las reiteradas quejas por notificaciones que nunca llegan y destinatarios marcados como ‘ausentes’ pese a encontrarse en casa, se suma ahora un nuevo testimonio que vuelve a poner de manifiesto los problemas que atraviesa Correos en Albacete.
El afectado, Modesto Colorado, relata a este medio una situación que califica de «increíble» y que le ha dejado sin el regalo de cumpleaños que esperaba recibir con urgencia. Según explica, hace unos días recibió un correo electrónico informándole de que su pedido -un regalo comprado junto a varios amigos- sería entregado por Correos. «Cuando vi que lo traían ellos empecé a temblar, porque sé que siempre hay problemas», confiesa.
«Toda la mañana esperando»
El paquete «no llegó el día previsto» y, al día siguiente, «la aplicación decía que el envío estaba en reparto». «Estuve toda la mañana en casa esperándolo. Solo salí un momento para hacer una gestión urgente, y justo en ese momento me llamó el repartidor diciendo que estaba en mi puerta», cuenta Colorado, que reside en la zona del Hospital, en la calle Francisco Javier de Moya. «Le dije que llegaba en ocho minutos, que si podía esperarme, y me contestó que sí, que me esperaría».
Sin embargo, lo que ocurrió después le dejó atónito. «Salí corriendo desde el centro, llegué en menos de ocho minutos, giré la esquina y vi la furgoneta… que se estaba marchando. Salí detrás corriendo, pero se fue. No me esperó. Ni siquiera me avisó de que se iba», lamenta este vecino.
El repartidor -dice- «no dejó ningún aviso de intento de entrega», lo que impidió al afectado recoger su paquete en la oficina correspondiente. «Si me hubiese dejado el aviso, al menos podría haber ido a por él, porque lo necesitaba para el día siguiente. Pero me vi sin regalo y sin poder hacer nada», explica.
No es la primera vez
Colorado asegura que no es la primera vez que tiene problemas con Correos. «Siempre me marcan como ‘ausente’ estando en casa. Me ha pasado muchas veces, pero esta vez ha sido demasiado fuerte. Me ha hecho correr, me ha visto llegar y aun así se ha ido. Hay que ser muy mala gente para hacer eso», señala.
Con casos como este, se multiplican las denuncias vecinales y los testimonios de trabajadores que advierten de prácticas «irregulares» en la gestión de los repartos. Mientras tanto, los usuarios siguen sufriendo las consecuencias de un servicio que, en palabras de muchos, se ha vuelto «insostenible» en Albacete.

