LA REVOLERA | Polarización mediática y política

Artículo de opinión de Ángel Calamardo

Mientras en Extremadura se debate la estrategia de adelantar elecciones, en la Comunidad Valenciana persiste el silencio en torno a Carlos Mazón, cuya continuidad al frente del gobierno genera más desgaste moral que político. 

Mazón carga con una mochila que ya resulta insoportable, no tanto por el peso de las sospechas o las contradicciones, sino porque su permanencia erosiona la credibilidad del proyecto que representa. Aun así, el debate público se diluye en lo accesorio: se comenta su cambio de vestimenta, se especula sobre una media hora de la que nadie sabe si llamó o fue llamado. Se alimenta la anécdota y se olvida la sustancia.

La política, cuando renuncia a la autocrítica, deja de ser un espacio de servicio público para convertirse en una maquinaria de supervivencia. Y toda maquinaria que olvida el mantenimiento termina oxidándose. Aunque las encuestas aún no reflejan el desgaste, sanear siempre es lo más prudente. No se trata de castigar a nadie, sino de preservar algo más valioso: la confianza ciudadana. Ese bien frágil que, una vez perdido, difícilmente se recupera.

Las encuestas indican que lo que pierde el PP, lo gana VOX, algo así como 7 diputados. Lo que pierde el PSOE, lo gana su izquierda, digamos que su extrema izquierda. No hay que alarmarse los ciudadanos siempre tienen razón, incluso cuando se equivocan. En Valencia se impone claramente el bloque de la derecha y en la izquierda, el PSOE, su líder, la ministra Morán, según todos los indicadores, es una “jefa” impuesta que ni cuaja, ni cuajará, antes de las elecciones. Su liderazgo es bastante endeble.

Desde la noche del lunes hasta el miércoles -y lo que aún queda-, los programas monográficos se han sucedido, algunos con una idea clara: desgastar aún más a Carlos Mazón y, de paso, dejar al Partido Popular a los pies de los caballos. No parece casual. Supongo, eso sí, que no habrá patrocinios ocultos detrás de tanto fervor analítico, como ha ocurrido en otras ocasiones. Otros medios sí hacen un trabajo periodístico y ese es el interés: contar la actualidad. Me sirve como ejemplo, Alsina, en Onda Cero.

En el programa de la SER –desde un teatro en el lugar de la tragedia- se escucharon gritos coreados de “¡Mazón dimisión!”. Hace unos años habría sido impensable que alguien acudiera a un programa de radio para manifestarse a gritos, como si se tratara de una concentración política. Es cierto que Mazón llega tarde para marcharse a su casa, pero la polarización y el partidismo no deberían tener cabida en un espacio radiofónico. Del mismo modo, tampoco me gustaría escuchar en la COPE un “¡Sánchez dimisión!”. Ni una cosa ni la otra. Esa división es nociva. Esa no es la España que madruga.

Hay medios que quieren ver el tique del aparcamiento de la periodista que estuvo comiendo con Mazón. La comensal relató en su día algunos pormenores del almuerzo y ahora tendrá que comparecer ante la jueza. Tengo la impresión de que esta mujer se ha pasado de lista.

De VOX apenas se habla, o mejor dicho, se habla solo para desacreditarlos. Para cierta izquierda mediática, mencionarlos equivale a “mentar a la bicha”: no se les da espacio, solo se les utiliza como chivo expiatorio, reforzando así el papel de enemigos útiles. Paradójicamente, cuanto más se intenta desacreditarlos, mejores resultados parecen obtener -al menos, por ahora- en las encuestas.

No hace falta mirar a ningún otro sitio: aquí mismo, en Albacete, dentro de esa izquierda mediática, los llaman únicamente cuando surge algún problema interno. Solo entonces, nunca por otras cuestiones. Quizá ya se hayan dado cuenta a estas alturas.

En medio de tanta opinión sincronizada, conviene recordar que nada puede imponerse a la voluntad de un pueblo que observa, cada vez con más recelo, la uniformidad del discurso. Los espectadores no son ingenuos. Y si algo ha demostrado la historia reciente, es que cuando la narrativa mediática se convierte en coro, la ciudadanía tiende a buscar su propia voz.

Escucho y veo con cierto escepticismo imágenes del funeral homenaje a las víctimas de la Dana. Me quedo con el testimonio de una chica que perdió a su padre, vio como el agua se lo llevaba. Ahora no desea participar en lo que ella llama o califica de “paripé”. La entiendo. Considera que el día de la Dana nadie los auxilió y que el jueves en ese funeral de Estado, no faltaron medios de ningún tipo para dar cobertura a las autoridades existentes. La gente en la Ciudad de las Artes y las Ciencias decía que “nos fríen a impuestos” y nos “tienen abandonados”. “A Picasent” gritaban otros. No es fácil gestionar una tragedia de estas características, pero me siento cerca de esa chica que consideró no acudir a la convocatoria y que ese era el mejor homenaje a su padre.

Mazón está demostrando una indignidad sobresaliente, pero me faltan otras tres o cuatro dimisiones más. Otros responsables de instituciones y chiringuitos tienen que seguir sus pasos.

Escucho hablar al presidente de una Confederación Hidrográfica y no puedo evitar indignarme ante tanto descaro. Hablan como si no tuvieran responsabilidad alguna, como si el territorio que gestionan les fuera ajeno.

Estas estructuras sobran en el organigrama de la administración: duplican funciones, ralentizan decisiones y se arrogan competencias que deberían estar en manos de quienes rinden cuentas ante los ciudadanos.

Y no lo digo solo yo. El propio presidente Page lo ha dejado claro en más de una ocasión. Así que, si de verdad quieren servir al interés público, empiecen por relevarlos y transfieran sus presupuestos a las comunidades autónomas. Castilla-La Mancha sabrá muy bien qué hacer con esos recursos: el consejero de Fomento ya demostrará que aquí sí se sabe planificar y gastar con sentido de territorio y de justicia. 

Abascal no acudió a Valencia, y mucho me temo que, a ojos de muchos, acertó. Mazón no departió con las víctimas, habían pedido que ni acudiese al acto. El presidente del Gobierno sí lo hizo, y allí estaba también la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón. Son momentos intensos, duros, difíciles de gestionar, en los que pronunciarse movido por la emoción puede convertir cualquier manifestación en un acto imprudente.

El titular más repetido -en todos los medios- del homenaje, del funeral de Estado celebrado en Valencia, lo pronunció Virginia Ortiz, prima de Juan Alejandro Ortiz, fallecido en Letur: “Quien omite su deber, comete el acto primigenio que deriva en muertes”.

Cuesta comprender la tardanza con la que el PP está gestionando este asunto de Mazón. Mi impresión es que no pasarán muchos días, sin decisiones de calado. Si eligen a Vicente Mompó, actual presidente de la Diputación de Valencia y presidente del partido, acertarán de pleno. Si ponen ahí el foco, tendrán un buen gestor, un valenciano de pro, un político hecho desde la base -actualmente es alcalde de Gavarda-, que desde la pandemia ha demostrado un compromiso ejemplar. Fue uno de los primeros en ponerse las botas de agua, sin abandonar a su gente, y ha sabido consolidar el proyecto político que representa. Diré más: es mi impresión que Feijóo dormirá un poco más tranquilo con un político de esa talla.  

Claro que, si luego en un pleno municipal pedimos salas de lactancia en edificios públicos -como ha hecho Podemos- o la actualización del reglamento de honores y distinciones -como ha hecho el PSOE local- puede parecer, y quizá sea así, que Albacete va como un tiro y que solo nos detenemos en nimiedades para disimular que el ocio no nos domina. 

Aun así, prefiero pensar que Albacete camina a paso firme, aunque de vez en cuando haya que dedicar un tiempo a estas cuestiones que, sin ser urgentes, tampoco son nocivas. No estorba abordarlas.

A lo de las mociones en los plenos del Ayuntamiento, el equipo de Gobierno les ha cogido el pulso y de casi todas sale victorioso.

VOX acertó al sacar a debate la cuestión de la prohibición de la venta ambulante -presumo que la ilegal-. Se trata de un asunto complejo que merece un análisis pausado y en profundidad. El PP no los dejó solos en la votación mientras que el PSOE pareció desorientarse entre la defensa del comercio tradicional, la situación de los manteros y el papel de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

En cuanto a la declaración institucional que leyó el portavoz municipal socialista- sobre un asunto que, francamente, ni siquiera sé bien como resumir aquí-, digamos que, en materia de municipalismo, hay que reconocerle al menos el esfuerzo de comprensión lectora. Fue un texto interminable, enrevesado, de difícil digestión; uno de los más farragosos que he escuchado en mucho tiempo. Supongo que el portavoz se limitó a leer lo que le habían preparado.

Los ruegos y preguntas los despachó el alcalde Serrano con unas chicuelinas, con las manos muy bajas. Casi, casi, como Morante, permítanme la comparación con el buen torero de La Puebla.

Con la anterior portavoz socialista, ese apartado de remate de los plenos, los ruegos y preguntas tenía otro color…aunque a veces fuera demasiado intenso.

Hablando de toros, sí quiero poner en valor el acierto de la tertulia “Los Sabios del Toreo” por invitar a sus habituales encuentros a Francisco Martínez Maciá, el popular “Bolas”. Lo acompañó Manuel Caballero. “El Bolas”, Paco, tiene un don especial: las coge al vuelo, es intuitivo, tiene gracia y es un tipo noble. Fíjense si tiene gracia, que cuando lo felicité por la distinción de “Los Sabios” me respondió: “Sí, pero podía ser como el premio Planeta… en leña”.

La comisión de investigación del “caso Koldo” en el SENADO, derivó en un espectáculo político, el día de la comparecencia del presidente del Gobierno. Mal todos: nadie sacó nada en claro. Ni el PP, que no estuvo a la altura, ni el propio compareciente, que tampoco aportó demasiado. 

Estas comisiones no sirven para nada; se transforman en escenarios de lucimiento partidista más que en espacios para esclarecer los hechos. La mañana del jueves no hubo vencedores: ni PSOE ni PP ganaron nada, ni aportaron claridad alguna. Solo una senadora del UPN (Unión del Pueblo Navarro) mostró algo de acierto en su planteamiento. Por cierto, la senadora María Caballero es hija de un asesinado por ETA

Las investigaciones son cosas de los jueces y a ellos -solo a ellos- es a quienes hay que encomendarse.

Mientras tanto, en ese momento de la comparecencia, en un rótulo de TVE La 1 podía leerse: “Última hora: “Comisión de frustración de PP y VOX”. Un claro ejemplo de objetividad… pero al revés.

Letur celebró también un acto de homenaje y recuerdo a las víctimas, así como de reconocimiento a las numerosas personas e instituciones que colaboraron con motivo de la DANA.

Nada que reprochar a la ejemplar coordinación y colaboración de las administraciones desde el primer momento: los recursos están llegando, y se ha evidenciado una cooperación sincera entre instituciones, incluso aquellas gobernadas por diferentes partidos.

En este contexto, vuelve a destacar la figura del alcalde Sergio Marín, que ha logrado situar a su pueblo en el centro de la atención y ha sabido aunar esfuerzos con una altura de miras digna de reconocimiento. Marín está escribiendo una de las páginas más brillantes de lo que significa hacer política desde el compromiso y el arraigo con la tierra que le vio nacer. 

“Pensar es fácil, actuar es difícil, y poner los pensamientos de uno mismo en acción es lo más difícil del mundo” (Goethe)

Ángel Calamardo

X: @AFCalamardo

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