DESDE EL ACEQUIÓN | Pensar el futuro desde el pasado

Artículo de opinión de Antonio Martínez

Querido paisano:

Un lunes más te escribo desde los restos de la muralla que rodeaba el promontorio en el que plantaste tu hogar hace cientos de años, y que entre otros usos es probable que sirviera de protección ante los merodeadores que acechaban desde la distancia. Lamentablemente, a día de hoy no hay ni curiosos ni cotillas que se acerquen hasta lo que fueron tus dominios, entre otras cosas, porque a casi nadie le apetece fisgonear entre los restos abandonados y casi sin identificar de la Motilla del Acequión. Hay que tener muy poco apego a nuestro pasado para dejar pasar los días, las semanas y los meses sin tomar cartas en el asunto, y acometer de una vez por todas la rehabilitación completa de nuestro yacimiento arqueológico por excelencia.

Sin duda, el Ayuntamiento que preside nuestro apreciado alcalde está mucho más interesado en el aquí y en el ahora, que en recuperar nuestro pasado. Y no pongas esa cara de pasmo, que como ya te he explicado en más de una ocasión, ni tú, ni tu familia ni tus descendientes, si los hubiera, tendréis jamás vela en este entierro, por la sencilla razón de que no votáis y tampoco formáis parte de ninguna asociación cultural o vecinal a la que apabullar con un buen puñado de planos bien coloreados, encandilar con un presupuesto repleto de ceros, eso sí, a la derecha, que los símbolos hay que cuidarlos, y ya puestos, amonestar a la concurrencia en el caso de que alguien retuerza el morro o haga una pregunta fuera de guión que pille con el pie cambiado al munícipe de turno, que de todo hay en la viña del señor. Y aunque duela, eso es lo que hay, al menos de momento, porque dentro de menos de dos años toca votar de nuevo y quien sabe…, porque hay elecciones que las carga el diablo. Y si no que se lo pregunten al gallego, que acostumbrado a corretear por el córner no acertó a jugar de delantero escorado a la derecha.

Somo varios, cada vez más, los que llevamos algún tiempo preguntándonos cual podría ser el hecho diferencial de nuestra ciudad que la haga más atractiva al turismo que busca algo diferente, algo distinto a lo que ya puede encontrar en destinos de similares características al nuestro. Una distinción que suponga un añadido a los ya conocidos eventos de la Feria, el Abycine o el Festival Internacional del Circo.

Sin duda un buen enganche sería la rehabilitación de El Acequión como un conjunto arqueológico de primer orden, y también lo hubiera sido haber conseguido para Albacete la Capitalidad Española de la Gastronomía, pero como escribió El cautivo, “con la iglesia hemos topado amigo Sancho”. La falta de ambición y de interés por parte del consistorio ha enterrado para los restos esta iniciativa, ya que ni siquiera se han tomado la molestia de presentar la correspondiente solicitud, aunque solo fuera para cubrir el expediente y callar unas cuantas bocas. Y eso que contaba con el respaldo del sector hostelero y gastronómico local, que no es poco, tal y como está el patio. Debe ser que este tipo de eventos tampoco entran de lleno en lo que nuestro aguerrido alcalde y la concejala del ramo entienden por la Marca Albacete. Que a este paso lleva camino de convertirse en un misterio más misterioso que conocer la identidad de la persona que se escondía tras el M. Rajoy de los papeles de Bárcenas.

Paseando hace unos días por el Altozano con mi nieta, le dije que bajo la fuente ornamental se encuentran los refugios antiaéreos construidos para guarecer a la población de los bombardeos de antaño. Evocación que me sirvió para comprender que hay ocasiones en las que basta mirar hacia atrás para caminar hacia adelante. Ese hecho diferencial al que me he referido hace un par de párrafos y que nos hace únicos respecto de otras capitales de provincia fue, es y será la llegada de las Brigadas Internacionales.

No hace falta disponer de mucha inventiva para imaginar la recreación en el Albacete de ahora, de lo que fue aquella Babel de la Mancha donde convivieron personas oriundas de 54 nacionalidades diferentes y que hicieron de la ciudad y de su aeródromo de Los Llanos la principal base de todos esos voluntarios que se embarcaron en una guerra que les era ajena, regando nuestras tierras con su sangre o dejándose directamente la vida en el empeño de defender sus ideales.

Una reproducción que sea fiel al hecho histórico y nos lo cuente tal y como fue, sin adornos ni añadidos. Un recorrido documentado, riguroso y preciso en las localizaciones, donde se pueda contemplar in situ lo que es ahora, en contraposición con lo que fue entonces. Un trabajo que a la fuerza tiene que contar con la inestimable participación activa del CEDOBI, que ya dispone en su página web de un recorrido virtual, y de cuantas otras instituciones académicas o de otro tipo se consideren oportunas, y que cuenten con el aval de haber estudiado en profundidad a las Brigadas Internacionales. 

No soy quien para dar consejos a nadie, y menos al primer edil, pero me permito la licencia de invitarlo a reflexionar en la soledad del despacho del que es el actual inquilino sobre esta propuesta, que lo creas o no, solo persigue hacer más atractiva nuestra ciudad a los posibles visitantes, desde el convencimiento de que el trabajo bien hecho y riguroso siempre consigue sus adeptos. También le sugiero que no se moleste en consultarlo con el dúo tránsfuga de VOX, porque visto lo visto en los últimos plenos resulta fácil intuir que su respuesta ser algo parecido al ‘va de retro Satanás’.

Dicho queda. Si se quiere salir de tu zona de confort no hay nada mejor que deliberar sobre algo sin prejuicios inútiles ni apriorismos innecesarios. Y por el copyright no hay que preocuparse, lo cedo encantado.

PD. Quien se alimenta de chismes acaba con una úlcera del tamaño de la habladuría.

Antonio Martínez

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