Albacete se encuentra en pleno otoño y la ciudad comienza a oler a castañas con la bajada de las temperaturas. El frío comienza a llegar poco a poco a la ciudad, y con él, los tradicionales puestos de castañas han regresado a las calles más céntricas de la ciudad como cada año.
Los albaceteños reciben mucho mejor los días de frío si es con unas castañas en las manos, de eso no hay duda. Y es que estos pequeños frutos de color marrón son toda una tradición en la ciudad.

Las hojas de los árboles comienzan a desprenderse poco a poco y van cayendo al suelo durante este mes de octubre con la llegada del otoño, y con ello, los castañeros aterrizan de nuevo en la ciudad, donde permanecerán estos pequeños puestos durante los meses fríos.

Los castañeros invaden Albacete con la llegada del otoño
Victoria Mínguez es una de las castañeras que ya ha aterrizado en el centro de la ciudad, concretamente en la Calle Ancha, y explica que aunque ella solamente lleva «un año» en este emplazamiento, “mis padres llevaban aquí toda la vida”.

Como ocurre con Victoria, el oficio de castañero se transmite de generación en generación como un legado familiar, con ese olor tan peculiar que forma parte del otoño. “Mi padre se ha dedicado a esto toda la vida, falleció hace unos años, y ahora me encargo yo”, manifiesta Victoria Mínguez.
El sabor de las castañas y el olor del otoño
Cuando llega el otoño a Albacete “llegamos nosotros con las castañas”, señala Victoria entre risas, y asegura que “la temporada se presenta flojita, porque todavía no hace frío”, y es que las altas temperaturas de estos últimos meses no invitan a comprar castañas, por lo que a los vendedores les cuesta un poquito más arrancar.

En esta línea, Mínguez comparte que “a partir del mes que viene, que empieza a hacer más frío, empezaremos a vender más”. Eso sí, los albaceteños, fieles clientes, haga frío o calor, no rechazan unas castañas. “Llevamos aquí unos días y ya nos hemos reencontrado con los primeros clientes”, manifiesta la castañera.

Lo cierto es que el otoño ya se está dejando notar en Albacete, y empiezan a apetecer “unas castañas, que están muy buenas”, como asegura Victoria. Y además de su sabor, los albaceteños ya pueden calentarse las manos con unas castañas y disfrutar de ese olor a otoño que desprenden.













// Fotos: Miguel Ángel Romero //

