Varios vecinos de los tres hermanos septuagenarios naturales de Torre de Juan Abad (Ciudad Real) asesinados en Morata de Tajuña (Madrid) en 2023 han relatado en el juicio cómo les prestaron cantidades que suman casi 300.000 euros y les advirtieron de que estaban siendo víctimas de una estafa del amor con la que «arrastraron» a muchos conocidos durante ocho años, y por la que temieron que les pasara algo.
Una de estas testigos ha explicado que transfirió entre 200 y 400 euros al acusado y autor confeso del crimen porque las víctimas le pidieron que así lo hiciera al considerarlo una persona de «toda confianza».
La Audiencia Provincial de Madrid ha continuado este viernes el juicio con jurado a Dilawar Hussain F.C. por la muerte de Amelia, Ángeles y Pepe el 17 de diciembre de 2023, un crimen por el que la Fiscalía pide 36 años de cárcel para el encausado, quien tras ingresar en prisión mató también a su compañero de celda.
Su defensa solicita en cambio siete años y medio de cárcel al aplicar a los tres homicidios las atenuantes de alteración psíquica, arrebato u obcecación y confesión.
En la sesión han declarado vecinos de las víctimas, quienes llegaron a prestar unos 263.000 euros a euros a Amelia y Ángeles, quienes cayeron en una estafa amorosa que empezaron a sufrir ocho años antes de sus muertes. Pepe, que tenía una discapacidad, vivía con ellas.
Varios de estos allegados han declarado que advirtieron a las hermanas varias veces de que estaban siendo víctimas de una estafa «y que estaban arrastrando a mucha gente», algo que ellas negaron de forma rotunda, rechazando también la ayuda legal que les podían prestar.
Una vecina, que conoció a la familia en el barrio madrileño de Ciudad Lineal antes de que se trasladaran a Morata, ha explicado que aún está pagando un préstamo de 24.000 euros que les dejó a las hermanas.
Ha precisado que en las últimas ocasiones que le pidieron dinero por sus problemas económicos, ella le ingresó entre 200 y 400 euros a Dilawar, a quien Amelia y Ángeles consideraban «de toda confianza».
A esta misma vecina, quien mantenía contacto con las víctimas, le extrañó que Amelia no le cogiese el teléfono en diciembre de 2023, y ha manifestado que tenía miedo de que otra persona a la que le debían dinero les hubiese hecho algo.
Además, un par de vecinas han declarado que llegaron a alertar a las autoridades ante la ausencia de las víctimas desde mediados de diciembre de 2023. A una de ellas la Policía le manifestó que al ser tres los desaparecidos «no les pasaría nada».
Otra vecina avisó a la Guardia Civil después de que Amelia no contestase a las felicitaciones por su cumpleaños -en diciembre- ni a las de Navidades, y tras pasar por su casa y ver que «todo estaba cerrado».
La Policía Local supo antes de Navidad de 2023 que varios vecinos estaban preocupados por los hermanos, pero pensaron que podrían estar de viaje y no fue hasta mediados de enero cuando vigilaron la vivienda y acabaron avisando a la Guardia Civil, que halló lo cuerpos el 18 de enero.
Con respecto a la relación de las víctimas con el acusado, varios vecinos han afirmado que las hermanas le conocieron en su locutorio, cuando acudían allí para enviar dinero a Estados Unidos, y que éste también acabó prestándoles dinero.
Amelia y Ángeles llegaron a confesar a sus conocidos que en un momento determinado le alquilaron una habitación en su domicilio a Dilawar, a quien consideraban un amigo, ya que le habían echado de su piso y estaba sufriendo problemas económicos después de verse obligado a vender su negocio.
El juicio continuará el próximo lunes con las declaraciones de peritos, entre los que se encuentran los psicólogos que trataron al acusado.

